lunes, 23 de diciembre de 2019

Adriana Gibbs / Doble viaje










"La poesía de Adriana se inscribe de lleno en la dinámica moderna, precisamente por poner en duda el discurso de esta modernidad en el borde que somos como país. Esta modernidad busca entretenernos con sus cantos al progreso, a la moda, a la identificación personal con sus valores morales a la velocidad, a la pretendida y frágil supremacía de lo lozano y de la frescura de la juventud. La poesía moderna canta, precisamente, a contrapelo
de tales pretensiones, está alli para evidenciar la impostura, para aclararnos con su aterradora exactitud lo que siempre ha estado allí y nos negamos a ver: que el Ser se rebela por medio de la palabra y en cada uno de nosotros, para hablar de lo permanente y situarnos en nuestro lugar preciso, en nuestro claro espacio en medio del bosque, como le gustaría decir al picaro Martin Heidegger". "(...) En estos libros, repujados con la fuerza de la paciencia, punto de equilibrio en la soga tendida sobre el abismo del tiempo personal, se ha venido construyendo una voz en el escenario de la poesía venezolana. Esta voz ha aprendido a decir su historia con modestia, temor y respeto ante el oficio de nombrar, asumiendo también el riesgo que implica tomar conciencia acerca del tiempo que pasa y la entidad que perdura, como bien lo supo y lo dijo el maestro Borges".

Harry Almela



Esto,
tan parecido a un nudo marinero.
Se hace con facilidad
así se deshace.
Y es seguro.
.....

Buena parte del tiempo se va
en vanos intentos.

Buena parte se va
en el propósito de ser
buena madre y esposa
hija intachable
ciudadana gentil.

Dudo si volveré a escribir.
Y antes de que este texto
se parezca todavía más
al recio poema de Mercedes Carranza,
decido ipso facto
despedirlo
sin remordimiento.
.....

Que enfríe un poco.
Que sea capaz
de dar calor al alma
sin quemar los labios.

En espera de la manzanilla.

De un
guijarro,
alguna inocencia.

Para decir adiós como Montejo
al siglo que nos deja
sin darnos cuenta.
.....

11 de junio

Con un mes de atraso
llegaron las lluvias
el día de mi cumpleaños.
De mi pluma gotearon lugares comunes
como éste,
Llueve en el corazón
en la casa y el trabajo.
También llueve en este poema.
Y me pregunto
qué pasará
si el invierno es dilatado.
.....

Llueve

Agarro duro a mi madre
para no soltar estos versos
para que no se borren en el agua.
Para que siga lloviendo
.....


Ojos que no ven,
corazón que no siente

Y qué pasa
cuando los ojos
no ven
pero presienten?
.....

He vuelto atrás
para traer esencias
que creía extraviadas.
Limpiar malezas
quitar lo marchito
A veces nos confundimos,
creyendo haber olvidado
Y no era eso,
sólo estábamos dormidos
.....






Adriana Gibbs: (Caracas, 1966). Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello y Magíster en Psicología Social en la Universidad Central de Venezuela. Periodista especializada en gastronomía, vinos y destilados y profesora en el Diplomado en Cultura del Vino y Spirits de la Universidad Metropolitana. En poesía la editorial La liebre libre publico Parece Otoño (libro que en1993 resultó ganador en la Bienal de Poesía de FONDENE) y en 2002 Comala.Com editó De nunca despedirme.



jueves, 19 de diciembre de 2019

Samuel González -Sejias / Salmos de la penuria











Tardé en Ver lo que era apenas intuición, cuando me llegó este libro de Samuel González Seijas. Entonces se desplegaron las imágenes. Aquella torre de vidrio cuya sombra veía caer desde Bogotá sobre el sur del continente, o el altar del sacrificio humano a los dioses ancestrales que ha terminado en un reguero de sangre y en la idea de otro muro. 
Pero qué dioses son éstos, qué Señor dice Samuel González Seijas cuando lo nombra en sus lamentos? El dios que imprecaba Blanca Varela, y que en uno de sus poemas más duros, queda como una mancha en la pared; y en otro poema (ahora lo veo, como podía verlo ella desde la ventana de su oficina), el dios que desde otro plano, mira la escena de la ternera acosada por los tábanos. Ocurre que en la oscuridad,en la mayor oscuridad, es cuando rezamos.
Este será nuestro libro de oraciones al tiempo histórico, al tiempo que es la muerte (Ezra Pound) no solo para los que vivimos en.el abra o en las estribas de este valle de Caracas.que se derrama con sus lágrimas, sino para un tiempo al garete de la humanidad.
Oraciones a un dios que no se sabe o se sabe que no tiene piedad; o un dios ausente como al que le rezaba Martha Kornblith, aunque, finalmente, queda la poesía que es también oración, quedan estos poemas como consuelo.



Yolanda Pantin




Estoy solo, dejado,
como piedra de vientos.
Qué aire suena, y qué silencio.
Atado a Dureza
deambulo por senderos de un bosque blanco.
Desde esta cerrazón, apenas me es dado mirar
cómo marchan frente a mí
las hormigas del desdén.
.....

Todo el cielo ofrecido como regalo y aun no basta.
Solo cuenta esperar, postrarse o huir. Sumarle manos al ruego.
Todo en ti es inminencia, lejanía, anuncio sin estallido.
El perdón, aire susurrado al oído y arena viajada la salvación.
.....

Yesca húmeda no enciende, solo la insistencia trabajada,
la paciencia entre carbones.
Permanecer en la espera hasta que madure en su árbol:
alguna tarde, verla caer.
La espera es un cuerpo de ceniza que gozamos en su hora.
.....

De súbito la lluvia,
el aguacero de odios,
la oscuridad sin orillas.
Braceamos a contracuerpo,
a codazos en el agua común,
ahogados hundiéndonos.
En la turba en el vórtice en el deslave
apenas nos orienta
una mano que tropieza entre cabos sueltos.
.....

Pido en sueños que soples
fuego sobre esto.
Granizada ardiente, lava derramándose
Ruego para que sacudas el mal frío, la miasma de los que ahora ríen.
.....

Me sigue de cerca el otro.
Como yo, no tiene escapatoria: lo obliga el descampado.
Rechazo su impertinencia, su estar inevitable, su presencia de acoso.
El odio que supura, su blandura repugnante, diluye, ciega, ensordece.
.....

Soy distancia incurable,
lejanía irredimible,
horizonte espejeante.
Me he vuelto
mechón de humo,
cabellera de vientos.
Ni yo ni nadie me alcanza.
Tal vez me halle en la corriente
o en un aire de precipicios,
en el cuenco de ninguna parte.
.......









Samuel González-Seijas:  nació en Caracas en 1971. Es poeta y editor. Con estudios en la escuela de Letras de la UCV, se ha desempeñado corrector y editor de periódicos (Reporte de la Economía, Meridiano, Así es la noticia, también ha acompañado proyectos y sellos editoriales como Biblioteca Ayacucho, Mondadori, Alfa, Fundación Polar. Parte de su trabajo ha sido publicado literarios Verbigracia, Papel literario. Mantiene un blog llamado "Lector de paso", sobre libros y escritores. Ha sido coordinador editorial  Libros El Nacional durante seis años. Coordina también iniciativas culturales por grupos de interés, siempre con la lectura
como ejercicio'principal. 

jueves, 12 de diciembre de 2019

Víctor Fuenmayor / Beber de la sombra











Están aquí todos los Víctor Fuenmayor que caben en sus edades: el escritor, el semiólogo, el crítico de arte, el  estudioso de la fotografía, el bailarín, el viajero, el académico, el investigador, aquel que ha medido ciudades desde el cuerpo. Están aquí el amante, el lugareño, el asombrado, el pariente, aquel que se reconoce en una sensorialidad de gramáticas propias.Resulta un tanto desconcertante que no se hubiese publicado antes una recopilación de su trabajo poético. Pero queda salvada tal torpeza de los días y aparece este libro en el mejor momento, cuando la madurez de la palabra no aguarda veredictos, no teme, no insiste. Recoge de manera retrospectiva dos poemarios inéditos, uno publicado casi clandestinamente y el único que llegó a la tinta.La poesía de Víctor Fuenmayor está cruzada por un caleidoscopio de referencias que hallan espejo en la  coloquialidad, las rutinas y el lar natal. El lenguaje gira sobre si mismo a través de juegos venidos de la infancia, pero también de un exhaustivo auto-conocimiento. La palabra se hace materia de sí misma y degusta el mundo desde exquisitos recovecos de la semiosis. Todo bajo el cobijo del verso de Octavio Paz, «beber de la sombra».


Jacqueline Goldberg





Erinias

Aúllan de dolor haciéndose bestias.
Gritan, chillan y maldicen en medio de la calle
Nombran la lista de asesinos, muertos, secuestrados,
piden por los hijos pendientes siempre a cuestas.
Hilan y retahilan la vida en palabras insensatas.
Detienen el punto del tejido desgarrado
poniendo saliva en la malla con el índice del silencio.
Aprendo en la mano de su grito apagado.
Humedezco el dedo lector con saliva de mi boca,
apretando mi piel a la página en peligro de rasgarse.
Separo lentamente las páginas pegadas de mi vida.
Abro el espacio secreto de mi cuerpo, sin violencia,
del miedo a desgarrarme, desgarrando hojas escritas.
.....

Ocupaciones

Ocupándome del retorno que dan los ojos a las cosas
sin nombre
después de una muerte, una lucha o una guerra,
vuelvo la mirada hacia espacios cotidianos
y transformo la ausencia en la mayor presencia
La muerte convierte la poesía en vida.
Así aparezco al final del recorrido,
derrotando derrotas,
matando las muertes impunes.
La felicidad del poeta se posa más allá de la vida, del
dolor y del amor,
cuando el que vela la historia de la lucha, ya sin brazos
ni armas,
vuela a las páginas con alas desplegadas
y, anunciando el pie de un verso caminante,
hace avanzar al lector hacia un peldaño de escalera.
.......

Revivencia

Salgo del nido compañero para saborear el fruto
antes de su caída.
La casa me abandona a la paradoja entre el sueño
silente de moradores
y la estridencia de cantos que cruzan por los techos.
Tomo el
desayuno colgado de una viga o de una
compañía de un ave de paso.
rama, en
Chupo el néctar azucarado del alba antes que
ruiseñores aparezcan con el amanecer.
Mojo los labios del sueño en el seno del rocío
y beso el sexo con las gotas de lluvia.
Salgo de mi nido cuando estrellas comienzan a
Ocultarse en el cielo.
La aurora define el amor de mi canto y de mi
sufrimiento.
Mi respiración tardía de crucificado me despierta
y otorga al goce mi absolución de revivido.
.....

Secretario

La mano exhuma palabras en su cuenca
abre la boca común del más sellado poro,
pinta la piel delgada de tatuajes,
conmovida de voces.
Nadie repetirá el olor desprendido de tu seno
ni comprenderá el sabor de la piel o de la hiel como vos,
devolviendo a cada letra su existencia
Un olor de rosa fresca prende llamas en nuestros climas
cálidos.
Un fuego quema cartas sin dedos ni dados en las
manos.
Alumbro el juego mayor en cada día que vivo:
vacío manos lenas y blanqueo el papel cada mañana.
......

En el contigo

Me has dado todo lo que te dio la vida,
sin quite donante o sobreviviente
El amor no tiene nunca adioses
y dibuja la geometría que todavía recorro:
fondo añil de un cielo, canto de chicharras,
vuelo en los oídos con los vientos mistrales
Me has dado cielos de bóvedas fulgurantes,
agostos de estrellas fugaces en pupilas sin nubes,
almohadas volantes sacudidas del sueño
marchando todavía en las líneas que escribo.
Depositario y destinatario de sentidos escritos.
el destino otorga pocas veces la voz
que nos lanza más allá de ser un cuerpo
y más allá que el propio amor nombrado:
traducción exacta del frote de dos pieles
el poro inteligente de las palabras
y el pincel en la luz del pigmento bilingüe.
Saboreo el pan de tu presencia.
Tengo y retengo huellas luminosas de un ocaso.
Sacudo con fuerza almohadas con estrellas,
alumbrando los caminos perdidos
y siempre por ti recobrados.
.......

Rayo

Rallo cebollas de palabras
con sus capas transparentes.
Rallo frutos incongruentes
y amargos, me mojo las manos
para no llorar mientras las rallo.
Creía en el árbol de la lengua,
en los frutos,
en los espejos de los signos.
Y ahora, solo aserrín y astillas
viven en la palabra que se amasa
cegando
grieta de la mesa
donde se hunden las palabras.
.....

Lenta... mente

Donde el ojo desecha la sombra,
donde el sol ciega como leche de sapo,
donde el sol mueve las cosas con espejos
encandilando las lupas, tapas y espejos,
allí lentamente queda eso,
lejos de mi, muerto pronto
antes de mi muerte,
viviendo un mundo
muy pronto también arrebatado
en mi lente de los días lentos
lenta... mente.
.....





Víctor Fuenmayor: Nació en 1940 en Maracaibo. En 1963 se licenció en Letras y Abogacía en la Universidad del Zulia (LUZ).  Prosiguió estudios en París (1963-67), donde fue alumno de Roland Barthes, Lucien Goldman, Pierre Francastel y Jacques Lacan en la Escuela Práctica de Altos Estudios. Obtuvo el título de doctor en Semiología bajo la dirección de Julia Kris-teva en la Universidad París VII. Desde 1967 ha sido docente en LUZ en las escuelas de Letras, Comunicación Social y de Artes Escénicas.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Tina Oliveira / Viaje desnudo









La voz de Tina Oliveira se perfila y afila en la saudade, una emoción que tiene cabal sentido en el mundo y en la lengua portuguesa. Gracias a la elaboración poética que nos ofrece, revela cómo la abraza el pasado y cómo ella lo convierte en presencia (presente) en Viaje desnudo. La saudade vivida como muerte, morimos un  poco al recordar, justifica su aspiración de dejar atrás lo ya vivido, ambición imposible: todo ya es un pretérito que conforma ese instante que se borra. En este libro se va mostrando que lo más importante del viaje siempre será la despedida y no lo que ofrece la llegada. Quizás porque para el viajero lo más importante es el movimiento, vivir el desarraigo, ya que el regreso es volver "son agua y sin arena" y reconociéndose vencida.


María Antonieta Flores 



Perfume de tarde 

Sobre la espalda
te extraño

en silencio y en voz alta

tu mirada
un resabio

Nos fuimos
        de los dos queda un aroma
y la piel que habla
.....

Quién eres 

Vengo de la batalla perdida
la renuncia
el río estanco

Vengo del olor a duelo
los restos rancios

Quién eres
           Lo que ahora encuentras
.....

Duele

el tiempo y su carencia
el bagaje y las maletas
el presente y su fantasma


el nombre que no tienes
el sonido que me das


el mundo que conservo
la enajenación completa
.....

Ropaje

Pensamientos
filoso aparataje del silencio

Cautos labios
arropan a mordiscos recuerdos

Vacío
sastre de pulso preciso
labras arteramente
la desnudez punzante que me viste
.....

Desnudo 2

Entre sombras
tu estar
es
mi fantasma
.....

Tristeza 

Busco rodearte toda
pero me contienes por completo
.....

Hechos

plenas de callos mi paladar
dejando sabor a ausencia
y el deseo al descubierto
......





Tina Oliveira: Caracas, Venezuela, 1967. Doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Simón Bolívar. Dentro de su campo profesional  se ha desarrollado en la temática de la conservación de la biodiversidad, con herramientas de la genética hasta los sistemas de información geográfica. En el mundo de la poesía se inicia durante su paso por el Liceo Andrés Bello. Ha participado en talleres dirigidos por los poetas Arturo Gutiérrez, Edda Armas y María Antonieta Flores.