
AJENA
De tanto dar rodeos,
esconderme,
he perdido el camino
y por mucho que intento
no logro recordar
el tono de mi voz
ni apretando los ojos
evocar algún rasgo
que me devuelva a mí
apenas un atisbo
en estas ganas tercas
de morir por un rato.
**********
Duermo
para que este cuerpo
que sólo vive por mi madre
entienda que estoy muerta
que nunca fui nacida
más aún así se empeña en el ausente
en la que pude ser pero no he sido
De tanto dar rodeos,
esconderme,
he perdido el camino
y por mucho que intento
no logro recordar
el tono de mi voz
ni apretando los ojos
evocar algún rasgo
que me devuelva a mí
apenas un atisbo
en estas ganas tercas
de morir por un rato.
**********
Duermo
para que este cuerpo
que sólo vive por mi madre
entienda que estoy muerta
que nunca fui nacida
más aún así se empeña en el ausente
en la que pude ser pero no he sido
**********
Hubo una época
en mi vida
en que tuve una casa
un buen esposo
niños
y hasta un
perro
ladrando
tuve incluso
la dicha
de un pequeño jardín
en medio de la casa
con el tamaño exacto
para un cielo privado
y en él
un limonero
la vida
se hizo entonces
como un cromo:
estática,
feliz
y colorida
pero llegó la noche
de esos tiempos
porque
la astronomía, ya sabemos
es una ciencia exacta
Hubo una época
en mi vida
en que tuve una casa
un buen esposo
niños
y hasta un
perro
ladrando
tuve incluso
la dicha
de un pequeño jardín
en medio de la casa
con el tamaño exacto
para un cielo privado
y en él
un limonero
la vida
se hizo entonces
como un cromo:
estática,
feliz
y colorida
pero llegó la noche
de esos tiempos
porque
la astronomía, ya sabemos
es una ciencia exacta