SOLA
Resuena
acampanado mi tronco hueco
Nadie
calla
y todo es
silencio
Su piel
es
de papel
de arroz
Tal vez
si
la beso
se deshaga
en mi
boca
Se me
llenó de flores la espalda
y no
puedo ya vivir aquí
Quiero
perderme en la noche
tenderme
de bruces
y brotar
ESTUARIO
La
horizontalidad del mundo despliega su inmensidad.
La
superficie es pétalo, y la expresión "cuerpo de agua" nunca tendrá
más sentido que aquí y ahora; casi late, casi se le oye respirar, casi se le
abraza y acaricia.
La vida
luce corta, pero ancha. Infinita en dimensiones que no son la
vertical-temporal. Si el tiempo transcurre o no, es indistinto.
El
horizonte es expansión, algo se elonga por dentro de mí, y entonces recuerdo
que la vida no cabe en un ojal.
La
capacidad de amar que tiene un corazón es infinita, pero las horas y los días
no.
Que lo
sepan quienes están tan dentro de mi alma y tan fuera de mi tiempo, aquellos a
quienes amo y no estoy amando, a quienes tanto me importan y no me están
importando.
A ellos
hoy mi disculpa y mi lamento.
Lilibec Villegas, Maracay, Venezuela.
54 años, divorciada y mamá de 3.
Desde joven he escrito poesía, como un recurso personal (muy
personal) de introspección y autoconocimiento, pero me dedico a la psicología y
a acompañar nacimientos en calidad de doula, y jamás he publicado mis
poemas.