jueves, 22 de octubre de 2020

Marina Tapia Pérez / Derechos y deberes de la autora

 



DERECHOS Y DEBERES DE LA AUTORA

  

Probadme, mordisquead mis pensamientos,

los vicios, mis caídas;

es fácil

bajar

la cremallera 

de una mujer expuesta, que se dona.

Mas,

no puedo aseguraros

que lleguéis hasta mí,

a la raíz del llanto o de la risa.

Aún conduzco en medio de la niebla

y es largo este camino de carteles

por el que voy buscando mi morada.

 

Me doy

pero me guardo,

he ahí mi mercancía.

Dejadme que conserve

algún secreto

furioso

entre los dientes.

Por lo demás, leedme sin piedad.

 

 (Del libro 50 Mujeres desnudas)