lunes, 23 de diciembre de 2019

Adriana Gibbs / Doble viaje










"La poesía de Adriana se inscribe de lleno en la dinámica moderna, precisamente por poner en duda el discurso de esta modernidad en el borde que somos como país. Esta modernidad busca entretenernos con sus cantos al progreso, a la moda, a la identificación personal con sus valores morales a la velocidad, a la pretendida y frágil supremacía de lo lozano y de la frescura de la juventud. La poesía moderna canta, precisamente, a contrapelo
de tales pretensiones, está alli para evidenciar la impostura, para aclararnos con su aterradora exactitud lo que siempre ha estado allí y nos negamos a ver: que el Ser se rebela por medio de la palabra y en cada uno de nosotros, para hablar de lo permanente y situarnos en nuestro lugar preciso, en nuestro claro espacio en medio del bosque, como le gustaría decir al picaro Martin Heidegger". "(...) En estos libros, repujados con la fuerza de la paciencia, punto de equilibrio en la soga tendida sobre el abismo del tiempo personal, se ha venido construyendo una voz en el escenario de la poesía venezolana. Esta voz ha aprendido a decir su historia con modestia, temor y respeto ante el oficio de nombrar, asumiendo también el riesgo que implica tomar conciencia acerca del tiempo que pasa y la entidad que perdura, como bien lo supo y lo dijo el maestro Borges".

Harry Almela



Esto,
tan parecido a un nudo marinero.
Se hace con facilidad
así se deshace.
Y es seguro.
.....

Buena parte del tiempo se va
en vanos intentos.

Buena parte se va
en el propósito de ser
buena madre y esposa
hija intachable
ciudadana gentil.

Dudo si volveré a escribir.
Y antes de que este texto
se parezca todavía más
al recio poema de Mercedes Carranza,
decido ipso facto
despedirlo
sin remordimiento.
.....

Que enfríe un poco.
Que sea capaz
de dar calor al alma
sin quemar los labios.

En espera de la manzanilla.

De un
guijarro,
alguna inocencia.

Para decir adiós como Montejo
al siglo que nos deja
sin darnos cuenta.
.....

11 de junio

Con un mes de atraso
llegaron las lluvias
el día de mi cumpleaños.
De mi pluma gotearon lugares comunes
como éste,
Llueve en el corazón
en la casa y el trabajo.
También llueve en este poema.
Y me pregunto
qué pasará
si el invierno es dilatado.
.....

Llueve

Agarro duro a mi madre
para no soltar estos versos
para que no se borren en el agua.
Para que siga lloviendo
.....


Ojos que no ven,
corazón que no siente

Y qué pasa
cuando los ojos
no ven
pero presienten?
.....

He vuelto atrás
para traer esencias
que creía extraviadas.
Limpiar malezas
quitar lo marchito
A veces nos confundimos,
creyendo haber olvidado
Y no era eso,
sólo estábamos dormidos
.....






Adriana Gibbs: (Caracas, 1966). Licenciada en Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello y Magíster en Psicología Social en la Universidad Central de Venezuela. Periodista especializada en gastronomía, vinos y destilados y profesora en el Diplomado en Cultura del Vino y Spirits de la Universidad Metropolitana. En poesía la editorial La liebre libre publico Parece Otoño (libro que en1993 resultó ganador en la Bienal de Poesía de FONDENE) y en 2002 Comala.Com editó De nunca despedirme.



jueves, 19 de diciembre de 2019

Samuel González -Sejias / Salmos de la penuria











Tardé en Ver lo que era apenas intuición, cuando me llegó este libro de Samuel González Seijas. Entonces se desplegaron las imágenes. Aquella torre de vidrio cuya sombra veía caer desde Bogotá sobre el sur del continente, o el altar del sacrificio humano a los dioses ancestrales que ha terminado en un reguero de sangre y en la idea de otro muro. 
Pero qué dioses son éstos, qué Señor dice Samuel González Seijas cuando lo nombra en sus lamentos? El dios que imprecaba Blanca Varela, y que en uno de sus poemas más duros, queda como una mancha en la pared; y en otro poema (ahora lo veo, como podía verlo ella desde la ventana de su oficina), el dios que desde otro plano, mira la escena de la ternera acosada por los tábanos. Ocurre que en la oscuridad,en la mayor oscuridad, es cuando rezamos.
Este será nuestro libro de oraciones al tiempo histórico, al tiempo que es la muerte (Ezra Pound) no solo para los que vivimos en.el abra o en las estribas de este valle de Caracas.que se derrama con sus lágrimas, sino para un tiempo al garete de la humanidad.
Oraciones a un dios que no se sabe o se sabe que no tiene piedad; o un dios ausente como al que le rezaba Martha Kornblith, aunque, finalmente, queda la poesía que es también oración, quedan estos poemas como consuelo.



Yolanda Pantin




Estoy solo, dejado,
como piedra de vientos.
Qué aire suena, y qué silencio.
Atado a Dureza
deambulo por senderos de un bosque blanco.
Desde esta cerrazón, apenas me es dado mirar
cómo marchan frente a mí
las hormigas del desdén.
.....

Todo el cielo ofrecido como regalo y aun no basta.
Solo cuenta esperar, postrarse o huir. Sumarle manos al ruego.
Todo en ti es inminencia, lejanía, anuncio sin estallido.
El perdón, aire susurrado al oído y arena viajada la salvación.
.....

Yesca húmeda no enciende, solo la insistencia trabajada,
la paciencia entre carbones.
Permanecer en la espera hasta que madure en su árbol:
alguna tarde, verla caer.
La espera es un cuerpo de ceniza que gozamos en su hora.
.....

De súbito la lluvia,
el aguacero de odios,
la oscuridad sin orillas.
Braceamos a contracuerpo,
a codazos en el agua común,
ahogados hundiéndonos.
En la turba en el vórtice en el deslave
apenas nos orienta
una mano que tropieza entre cabos sueltos.
.....

Pido en sueños que soples
fuego sobre esto.
Granizada ardiente, lava derramándose
Ruego para que sacudas el mal frío, la miasma de los que ahora ríen.
.....

Me sigue de cerca el otro.
Como yo, no tiene escapatoria: lo obliga el descampado.
Rechazo su impertinencia, su estar inevitable, su presencia de acoso.
El odio que supura, su blandura repugnante, diluye, ciega, ensordece.
.....

Soy distancia incurable,
lejanía irredimible,
horizonte espejeante.
Me he vuelto
mechón de humo,
cabellera de vientos.
Ni yo ni nadie me alcanza.
Tal vez me halle en la corriente
o en un aire de precipicios,
en el cuenco de ninguna parte.
.......









Samuel González-Seijas:  nació en Caracas en 1971. Es poeta y editor. Con estudios en la escuela de Letras de la UCV, se ha desempeñado corrector y editor de periódicos (Reporte de la Economía, Meridiano, Así es la noticia, también ha acompañado proyectos y sellos editoriales como Biblioteca Ayacucho, Mondadori, Alfa, Fundación Polar. Parte de su trabajo ha sido publicado literarios Verbigracia, Papel literario. Mantiene un blog llamado "Lector de paso", sobre libros y escritores. Ha sido coordinador editorial  Libros El Nacional durante seis años. Coordina también iniciativas culturales por grupos de interés, siempre con la lectura
como ejercicio'principal. 

jueves, 12 de diciembre de 2019

Víctor Fuenmayor / Beber de la sombra











Están aquí todos los Víctor Fuenmayor que caben en sus edades: el escritor, el semiólogo, el crítico de arte, el  estudioso de la fotografía, el bailarín, el viajero, el académico, el investigador, aquel que ha medido ciudades desde el cuerpo. Están aquí el amante, el lugareño, el asombrado, el pariente, aquel que se reconoce en una sensorialidad de gramáticas propias.Resulta un tanto desconcertante que no se hubiese publicado antes una recopilación de su trabajo poético. Pero queda salvada tal torpeza de los días y aparece este libro en el mejor momento, cuando la madurez de la palabra no aguarda veredictos, no teme, no insiste. Recoge de manera retrospectiva dos poemarios inéditos, uno publicado casi clandestinamente y el único que llegó a la tinta.La poesía de Víctor Fuenmayor está cruzada por un caleidoscopio de referencias que hallan espejo en la  coloquialidad, las rutinas y el lar natal. El lenguaje gira sobre si mismo a través de juegos venidos de la infancia, pero también de un exhaustivo auto-conocimiento. La palabra se hace materia de sí misma y degusta el mundo desde exquisitos recovecos de la semiosis. Todo bajo el cobijo del verso de Octavio Paz, «beber de la sombra».


Jacqueline Goldberg





Erinias

Aúllan de dolor haciéndose bestias.
Gritan, chillan y maldicen en medio de la calle
Nombran la lista de asesinos, muertos, secuestrados,
piden por los hijos pendientes siempre a cuestas.
Hilan y retahilan la vida en palabras insensatas.
Detienen el punto del tejido desgarrado
poniendo saliva en la malla con el índice del silencio.
Aprendo en la mano de su grito apagado.
Humedezco el dedo lector con saliva de mi boca,
apretando mi piel a la página en peligro de rasgarse.
Separo lentamente las páginas pegadas de mi vida.
Abro el espacio secreto de mi cuerpo, sin violencia,
del miedo a desgarrarme, desgarrando hojas escritas.
.....

Ocupaciones

Ocupándome del retorno que dan los ojos a las cosas
sin nombre
después de una muerte, una lucha o una guerra,
vuelvo la mirada hacia espacios cotidianos
y transformo la ausencia en la mayor presencia
La muerte convierte la poesía en vida.
Así aparezco al final del recorrido,
derrotando derrotas,
matando las muertes impunes.
La felicidad del poeta se posa más allá de la vida, del
dolor y del amor,
cuando el que vela la historia de la lucha, ya sin brazos
ni armas,
vuela a las páginas con alas desplegadas
y, anunciando el pie de un verso caminante,
hace avanzar al lector hacia un peldaño de escalera.
.......

Revivencia

Salgo del nido compañero para saborear el fruto
antes de su caída.
La casa me abandona a la paradoja entre el sueño
silente de moradores
y la estridencia de cantos que cruzan por los techos.
Tomo el
desayuno colgado de una viga o de una
compañía de un ave de paso.
rama, en
Chupo el néctar azucarado del alba antes que
ruiseñores aparezcan con el amanecer.
Mojo los labios del sueño en el seno del rocío
y beso el sexo con las gotas de lluvia.
Salgo de mi nido cuando estrellas comienzan a
Ocultarse en el cielo.
La aurora define el amor de mi canto y de mi
sufrimiento.
Mi respiración tardía de crucificado me despierta
y otorga al goce mi absolución de revivido.
.....

Secretario

La mano exhuma palabras en su cuenca
abre la boca común del más sellado poro,
pinta la piel delgada de tatuajes,
conmovida de voces.
Nadie repetirá el olor desprendido de tu seno
ni comprenderá el sabor de la piel o de la hiel como vos,
devolviendo a cada letra su existencia
Un olor de rosa fresca prende llamas en nuestros climas
cálidos.
Un fuego quema cartas sin dedos ni dados en las
manos.
Alumbro el juego mayor en cada día que vivo:
vacío manos lenas y blanqueo el papel cada mañana.
......

En el contigo

Me has dado todo lo que te dio la vida,
sin quite donante o sobreviviente
El amor no tiene nunca adioses
y dibuja la geometría que todavía recorro:
fondo añil de un cielo, canto de chicharras,
vuelo en los oídos con los vientos mistrales
Me has dado cielos de bóvedas fulgurantes,
agostos de estrellas fugaces en pupilas sin nubes,
almohadas volantes sacudidas del sueño
marchando todavía en las líneas que escribo.
Depositario y destinatario de sentidos escritos.
el destino otorga pocas veces la voz
que nos lanza más allá de ser un cuerpo
y más allá que el propio amor nombrado:
traducción exacta del frote de dos pieles
el poro inteligente de las palabras
y el pincel en la luz del pigmento bilingüe.
Saboreo el pan de tu presencia.
Tengo y retengo huellas luminosas de un ocaso.
Sacudo con fuerza almohadas con estrellas,
alumbrando los caminos perdidos
y siempre por ti recobrados.
.......

Rayo

Rallo cebollas de palabras
con sus capas transparentes.
Rallo frutos incongruentes
y amargos, me mojo las manos
para no llorar mientras las rallo.
Creía en el árbol de la lengua,
en los frutos,
en los espejos de los signos.
Y ahora, solo aserrín y astillas
viven en la palabra que se amasa
cegando
grieta de la mesa
donde se hunden las palabras.
.....

Lenta... mente

Donde el ojo desecha la sombra,
donde el sol ciega como leche de sapo,
donde el sol mueve las cosas con espejos
encandilando las lupas, tapas y espejos,
allí lentamente queda eso,
lejos de mi, muerto pronto
antes de mi muerte,
viviendo un mundo
muy pronto también arrebatado
en mi lente de los días lentos
lenta... mente.
.....





Víctor Fuenmayor: Nació en 1940 en Maracaibo. En 1963 se licenció en Letras y Abogacía en la Universidad del Zulia (LUZ).  Prosiguió estudios en París (1963-67), donde fue alumno de Roland Barthes, Lucien Goldman, Pierre Francastel y Jacques Lacan en la Escuela Práctica de Altos Estudios. Obtuvo el título de doctor en Semiología bajo la dirección de Julia Kris-teva en la Universidad París VII. Desde 1967 ha sido docente en LUZ en las escuelas de Letras, Comunicación Social y de Artes Escénicas.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Tina Oliveira / Viaje desnudo









La voz de Tina Oliveira se perfila y afila en la saudade, una emoción que tiene cabal sentido en el mundo y en la lengua portuguesa. Gracias a la elaboración poética que nos ofrece, revela cómo la abraza el pasado y cómo ella lo convierte en presencia (presente) en Viaje desnudo. La saudade vivida como muerte, morimos un  poco al recordar, justifica su aspiración de dejar atrás lo ya vivido, ambición imposible: todo ya es un pretérito que conforma ese instante que se borra. En este libro se va mostrando que lo más importante del viaje siempre será la despedida y no lo que ofrece la llegada. Quizás porque para el viajero lo más importante es el movimiento, vivir el desarraigo, ya que el regreso es volver "son agua y sin arena" y reconociéndose vencida.


María Antonieta Flores 



Perfume de tarde 

Sobre la espalda
te extraño

en silencio y en voz alta

tu mirada
un resabio

Nos fuimos
        de los dos queda un aroma
y la piel que habla
.....

Quién eres 

Vengo de la batalla perdida
la renuncia
el río estanco

Vengo del olor a duelo
los restos rancios

Quién eres
           Lo que ahora encuentras
.....

Duele

el tiempo y su carencia
el bagaje y las maletas
el presente y su fantasma


el nombre que no tienes
el sonido que me das


el mundo que conservo
la enajenación completa
.....

Ropaje

Pensamientos
filoso aparataje del silencio

Cautos labios
arropan a mordiscos recuerdos

Vacío
sastre de pulso preciso
labras arteramente
la desnudez punzante que me viste
.....

Desnudo 2

Entre sombras
tu estar
es
mi fantasma
.....

Tristeza 

Busco rodearte toda
pero me contienes por completo
.....

Hechos

plenas de callos mi paladar
dejando sabor a ausencia
y el deseo al descubierto
......





Tina Oliveira: Caracas, Venezuela, 1967. Doctora en Ciencias Biológicas de la Universidad Simón Bolívar. Dentro de su campo profesional  se ha desarrollado en la temática de la conservación de la biodiversidad, con herramientas de la genética hasta los sistemas de información geográfica. En el mundo de la poesía se inicia durante su paso por el Liceo Andrés Bello. Ha participado en talleres dirigidos por los poetas Arturo Gutiérrez, Edda Armas y María Antonieta Flores. 

jueves, 28 de noviembre de 2019

Karla Castro Betancourt / Tiempo añil







Hace tiempo, Eugenio Montejo influyó en su agudeza y fina percepción, que la creación es pasivamente femenina y debe ser enfrentada, por lo tanto, desde la indefensión, tal vez, sea esto lo que percibimos en el juicio prudente, entreabierto que se lee en Tiempo de Añil. Una poesía que impulsa a cruzar el agua, hacia el interior de la mujer que mira callada en el poema. Lo callado, parálisis que articula el discurso poético de Karla Castro.


Carmen Verde Arocha 



Homeless

Mi casa
no aparece en los mapas de Google
nadie sabe cómo llegar

Esta casa juega conmigo a la gallinita ciega
esconde la ropa          mueve las paredes
pierde las llaves

Es un feudo que se resiste
me odia
confina a esta grulla a no tener nido
.....

Esta niebla
           hija de una lluvia
           que desemboca en el cielo

clava las uñas en la tierra
observa con simpleza a una leona volverse etérea

me humedece los ojos
cuando la semilla del viento
no me convierte
en nido
.....

Resurrección

Nadie en esta vida tiene tantos pecados
como para morir dos veces
Sangre blanca brota de los ojos de Lázaro
Se levanta y anda

Jesús lo sabe
en su muerte
están presentes todas las muertes de Lázaro
es él quien estará viviendo
               y no puede ser resucitado
.....

Sentencia 

Van cuatro días
respiro agujas

La enfermedad
ha monopolizado mi agenda

Quizás quebré las leyes

Me consumo
juvenil y bueno

Soy
             un niño sin esperanza
.....

Objetos 

Esta es mi cabeza
donde sólo una certidumbre sobrevive:

                     el deseo intransigente de estar en otra parte


Este es mi brazo
que por su cuenta
                       renunció a ser ala
.....

Resquemor

La rabia abanica mi hastío

ducha fría es descubrir
el arcoíris gris pintado en mi cara

                                  Un resquemor tengo por silla
.....


De vuelta al pasado
         la golondrina
                                       no encuentra el nido

.....





Karla Castro Betancourt: Valera, Venezuela, 1985. Psicóloga de la Universidad Arturo Michelena, con especialización en Clínica Mental del Hospital Universitario de Caracas, Actualmente ejerce como psicólogo clínico y psicoterapeuta de orientación psicoanalítica. Su llegada a las letras es a través de la narrativa con la escritura de cuentos breves. A la poesía arriba en 2007, durante su especialización en el Hospital  Universitario de Caracas. 





jueves, 21 de noviembre de 2019

Héctor Aníbal Caldera / Vigilia en la desmesura










En este, su primer libro, Héctor Aníbal Caldera tiene presente al poeta Santos López cuando afirma que la poesía es respiración, y más aún: que las respiraciones de cada quien están contadas. Tal vez por eso, en la desolación y ante la cuenta inevitable, prefiere pensar también en los demás:
"Nos respiramos unos a otros, noción de bien común".
La ciudad maltratada está presente así como sus habitantes a veces retratados en objetos abandonados como un pantalón que "lleva la indigencia en sus pliegues / propia de seres que dejaron de reconocerse". 

Blanca Strepponi 




Calle Independencia

A la distancia el pantalón de la acera 
va relatando en silencio sus historias
se perciben aún lozanías de su primera salida 
la pulcritud del filo que vivió encuentros 
la proximidad de sus texturas ágiles 
para evitar ser cazado 

- Un simple trozo de tela

Amalgama momentos irrepetibles
dolores gestados de manera deshilvanada 
entre intimidades percudidas por la sombra

estar hoy a la intemperie no le resta autonomía 
lleva la indigencia en sus pliegues
propia de seres que dejaron de reconocerse 
.....


Bulevar 

Camino entre cartones 
pertinaz orine como calle
mientras el aliento demanda prójimo 

una mirada espinosa emerge 
con gesto de roca huérfana 

a la distancia 
otro estorbo 
             con la ilusión de que no existe 

Somos el valle 
              –otro resto–
                         y no yo 
                         peatón
                         intrascendente
.....


Quiz impertinente

En otro día de múltiple elección:

  un país que olvidó reconocerse 
                       empoza complejos 
                       pulveriza transparencias
                       se deprava al negarse
                       mutila los brotes tiernos 
                       no ha sabido convocar sus entrañas                                        
                       está entreverado por estacas
                       quisiera dejar su ignorancia
.....


La adicción

Como la rata o los insectos 
merodea
enseña sus dientes tenaza 
en territorios ya conocidos 
insiste en aquello que fue superado 

las mismas acrobacias de siempre 
de naturaleza plástica 
con su pasión de anime 

subasta los anhelos 
pregunta qué preguntar 
ante las compuertas del desagüe 

Por un instante
la lucidez insinúa presencia

Mi ánimo sólo alcanza 
a girar la manivela
.....


Parodia 

Se volcó el agua por tantas simulaciones en tiempos en que la ironía desnudaba presencias 
se requiere cuerpo para comprender al otro
de todas maneras califico de etéreo lo que expresas 
mi máscara sigue calcificándose
.....


Ardor 

Me despiertan las curvas de tu sangre 
acompañan mi escasez 

son boleros canturreando salmos 

la luz encendida de tus tobillos
me hace tomar la bocanada que me inicia 

No requiero
lápiz que mitigue 

la mano extendida me rehace.
.....






Héctor Aníbal Caldera: Caracas, 1961, es Ingeniero Agrónomo, UCV; luego de contar con experiencia profesional, social y gerencial  cursó estudios de post grado en Asesoramiento y Desarrollo Humano, USB. Se formó como Psicodramatista, Coach y Máster en PNL. 




lunes, 18 de noviembre de 2019

Flavia Pesci Feltri / Cuerpo en la orilla









El cuerpo está en una orilla, es orilla de otros cuerpos. Diestro en plenitudes, busca un atajo para mostrar soledad. Exige o ruega, como en una voraz plegaria: «plántame / entre tus piernas», «bébeme los bordes desvestidos», «concede a la noche caer en los abismos». 
El otro es también orilla que abreva en aguas conversas: «es largo el viaje de ida / poca la destreza / para la vuelta»
El cuerpo resiste. La orilla resiste. El poema de quiebra, pero resiste. La orilla es ese merecido temblor donde cabe el origen y la zozobra.


Jacqueline Goldberg



se desviste en pedazos 
acontece sin raíces 
el ahora
.....

quisimos anticipar el silencio 

y de nosotros 
los sofocantes susurros 
.....

a veces
la ausencia 
siembra gritos 
.....

listo para ahincarse 
desgarrar 
llevar el vertedero 
los despojos 
que soy 
.....

los ausentes conocen de esta nostalgia 

reencarnan
repetida muerte
de un cuerpo fortalecido 
en su letargo 
sin tiempo
.....

no pudo arrancarse los ojos 
desvestida de la propia piel
fue anudándose las venas

delirante 
hizo tejidos de sal 

despobladas fatigas
la adornan 
.....

no busques bajo la cama 

la boca fue a esconderse 
entre piedras 

las manos dejaron de zurcir 
migas de pan 

no me busques
.....

tu cuerpo 
cuenco para mis huesos
eco de mis temblores 
.....





Flavia Pesci Feltri: ha participado en los talleres de poesía de los poetas Astrid Lander, Luis Enrique Belmonte, Rafael Castillo Zapata, Amando Rojas Guardia e Igor Barreto. Su poemario ( Lugar de Tránsito en cursiva) fue seleccionado como ganador del Concurso Nacional de Literatura, organizado por la Asociación de Profesores de la Universidad de los Andes ( APULA) 2012.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Cecilia Ortiz / La espera imposible








El proceso creativo y sus muchas aristas se hacen comunicables en la voz de Cecilia Ortiz. En  La espera imposible la palabra se forja en desvelos, aborrece el mundo de las finalidades, en ella misma. Los poemas se construyen y destruyen a partir de plenitudes y agotamientos, se visten sin disfraces, la metáfora no se espera, se impone, viene de la sangre y se transforma en dicha, felicidad. Arrebatada y lúcida, la poeta es ménade, al mismo tiempo intérprete de lo imposible y lo posible, fiera sin límites, obediente a la luz. 

María Clara Salas 



Me voy desarmando 
desaguando 
escribo desnuda
comienzo a confiar en mí
más que en la poeta 
¿Quién es la poeta?
Comienza a bajar 
el agua por las piernas
la dulzura del ensueño 
el hábito añorado 
la luz del alma 
la entrega de mi ser 
Desaparecen los dolores 
enquistados 
Fiebres del porvenir 
.....

Falta mucho parto
          cuántos desamores
tantas ausencias
          el rigor de una despedida
de enamorados 
para que surja el poema
.....

Mi puño de metal 
sobre la página en blanco 
El deseo de alcanzar la escritura
Para ser vencida por su voz 
Deleitarme 
con las metáforas 
Embriagar ese cuerpo vacío 
que ya se nutre 
con lo que quiero decir 
Sale airoso 
Demencial violento tierno 
.....

Suben en el taciturno decir 
mis palabras
bajan en la hecatombe crucial 
del sonido 
Son sentencia 
.....

Seguir escribiendo 
soltando las líneas 
de mí cuerpo
Durmiendo 
hasta que la mano 
se detenga simple 
sobre el papel 
Despierta 
.....

No pude escribir el poema 
que soñé 
Pero regaré las letras 
con el paso del tiempo
Crecerá 
.....

Conozco el mecanismo
de la poesía 
las líneas 
vienen al paso 
se fracturan 
la metáfora 
da el esplendor
la página en blanco 
es apenas un punto 
incandescente
el milagro.
.....






Cecilia Ortiz : San Casimiro, 1951. Licenciada en Letras en la Universidad Central de Venezuela en 1984. Perteneció al 1er Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos en 1974 y 1975. Ha dirigido numerosos talleres de poesía y literatura en diversas instituciones públicas y privadas de Venezuela.