Amor Tajada
(Poema del libro Gárgolas de Sal)
Entre las telas que me envuelven
encontré tu
recuerdo.
De pronto siento la
frialdad de tu sombra
acercarse al aciago
lecho en que yazgo.
Descuartizaste mi
confianza.
Fuiste la poción
que llegó lenta al corazón
y mordió mi alma
displicente.
Torturando mi voz
me fuiste entregando
a la oscura sombra
que hoy habito.
Mutilando mis
sollozos
me desarraigaste de
la tierra en que estaba
y me atravesaste
con astas de dudas indescifrables.
… y la perfidia
dominó nuestro cielo…
Cubierta por el
sudario de la desolación
me dejo caer en la
sima de la agonía,
y que el dolor
entre tenue y siniestro
por mis llagas
abiertas y abatidas.
No necesito tu
falaz tragedia.
Puedes caminar
libre con las manos mancilladas
por mi padecimiento
infausto,
embriagado de la
candidez de mi savia.
¿En qué morgue me
abandonarás ahora?
Con cada paso que
doy
la mortaja va
cayendo
dejando entrever la
desnudez de mi alma tenaz.
Ya no necesito las
tajadas de tu amor indigno.
Deja Vú
(Poema
del Plaquette Oscuridades y otros Fuegos)
El cuervo aletea entre los sueños
Un ojo contempla a la muerte
nada se escapa de sus garras:
Paranoia, obsesión, ceguera
La mente se fragmenta
Tras el muro la
sangre brota con maullidos inquietantes
La gentileza alcoholizada en una esquina,
adicciones devorando la bondad y la compasión,
la ira consumiendo la belleza
Un hacha sostenida por la mano
Que tiembla por la desesperación y los celos
La demencia decapitando doncellas felinas
Voracidad de sangre palpitando en la sien,
chorreando en las manos,
Paredes hambrientas acechan.
No existe el influjo maligno,
Es la perversidad que habita en su interior …
y en el de todos…
El ojo vacío acusa ardiendo en la hoguera
el inocente se escuda detrás del gato negro
y el remordimiento y la culpa
ronronean en tu cara.
Lo que hay detrás de tu mirada
(Poema
del Plaquette Oscuridades y otros Fuegos)
La propagación de las
raíces siniestras de la soledad
La pasión aleteando
incansable,
buscando donde posar su
vuelo
Tu esqueleto carcomido por
el miedo
La bondad con su aroma
suspendido en el aire
El amor juega en el dolor
¿Qué
guardas en el deseo que esconden tus ojos felinos?
Ronroneos que erizan
nuestros lomos
Caricias, juegos, cacerías,
que nos llevan al límite
del destino,
a arañar con furia la
decadencia del tiempo
Te veo
Veo la esencia triste
que vive en el fondo de tus ojos,
detrás de tu sonrisa
y del palabrerío violento que esconde las heridas
¿Qué guardas en esos ojos melancólicos?
Si me acercara suficiente…
¿dejarías que viera tus
sombras?
Nuestras miradas se perderían y habría que cerrar
los ojos
para evitar que la distancia y la prudencia nos
hicieran huir...
Cerrar los ojos para que la ternura nos abrace,
el sueño se cumpla en la cima de la colina,
el atardecer nos consuma
y nos deje caer por el horizonte…
Viviana Larrondo,
Profesora de Castellano y Filosofía, Licenciada en Educación, Egresada de
Magister en estudios latinoamericanos, Universidad de La Serena, ciudad donde
reside. Su primera obra publicada es: Gárgolas
de Sal (Marsalado Ediciones, 2024), prologada por la escritora Teresa
Calderón. Ha participado en la antología de poesía chilena emergente Campo
de poemas bordado (Grupo Editorial Letras Negras) y en la Antología
Digital: Ovalle en Estaciones. Actualmente se encuentra en
proceso publicación una Plaquette con una selección de poemas y participará en
dos antologías internacionales.