Saldo
Corazones
rotos por el impacto directo de una bomba
Una
amiga que trató de suicidarse
cuatro
veces
injustamente
presa
políticamente
presa
porque
en las cárceles de este país no te perteneces
Perdí
al hombre que amaba
porque
la depresión separa
rompe
quiebra
espíritus
y sigo perdiéndolo
todo
la
familia y los amigos que se han ido
la tranquilidad
mi
salud
la de
mis padres
el peso
la
esperanza
el
sueño
cualquier
sueño
soy un
luto
basta
una bala para silenciar el mundo
para
quedarnos solos sobre un charco de sangre
el
dolor de una madre que pierde un hijo
es
demasiado dolor
demasiadas
cruces jóvenes en este cementerio que somos
hambre
– plomo – metras – lacrimógenas
más plomo
al
estómago
a la
cabeza
al
corazón
a la memoria
para no
olvidar
Yo
quiero quedarme y que te quedes.
Gabriela Rosas
Suena
Caracas
Caracas, nombre propio
ápice de lodo
Ciudad-país de ritos mortuorios
ritos que alcanzan todas las esquinas
Aplauso hacia sí misma adentro
tu soledad de calle adentro
tu última nación
Suena hijo en hospital
Suena dedo rozando basura
Suena grito/callejón de sangre
Suena estómago vacío
Suena llanto de padre asesinado
Suena ¡boom! disparo en cara
Suena ¡boom! disparo en tórax
Suena hospital lleno de niños
llorando suelo lleno de niños
llorando morgue llena de madres
Suena ¡boom! amigos muertos amigos
con el pecho lleno de metales
Suena la tarima la mentira
de una máscara-canción
Caracas, rugido de leones
que no llegan a otros mundos
ciudad-orgullo de creerse todo
sin pronunciarse de verdad
sin creerse de verdad
sin decir en voz alta lo que somos
porque no
lo aguantamos
Ciudad que suena
y grita fuerte hacia un público
tieso que no aplaude
Somos Caracas
y aquí hacemos una fiesta
para tapar el sonido de los muertos.
Oriette
D’Angelo
Nunca se sabe
las balas no suelen ser meditabundas
las decisiones nunca son correctas
o lo son siempre según la perspectiva
las decisiones nunca son correctas
o lo son siempre según la perspectiva
Cada nueva postergación tiene secreto en sí
el poder de destruir el mundo
y aun cuando el tiempo perdido
sólo ha dejado del mundo
los escombros
nuevas demoras, excusas
demuelen hasta los tristes
indignos
escombros.
el poder de destruir el mundo
y aun cuando el tiempo perdido
sólo ha dejado del mundo
los escombros
nuevas demoras, excusas
demuelen hasta los tristes
indignos
escombros.
Jorge Gómez
Jiménez
Dormir se ha vuelto un lujo
bajo este tiempo de borrasca
y ventanas cerradas
lo confirman
esas astillas de luz
de las casas vecinas
el olor de café a deshoras, desvela
el sobresalto
pues cada sombra enturbia la razón
cada hendija
una posibilidad para la muerte
y de nada vale
sostenerse en el naufragio
de la porosa tabla de oraciones
en esta doble lectura
pasar la página no cuenta
ni cerrar los ojos.
Tibisay Vargas
Rojas
Jóvenes que marchan que no vuelven
que se quedan
con las manos abiertas
con la herida abierta
con los ojos fijos
en el cielo abierto
y no vuelven
y nos dejan huérfanos
para siempre
con sus heridas a flor de
piel
con la palabra el grito y la bandera
para seguir la marcha por las calles
fecundadas
con la sangre derramada
por los que quedan
por los que van a morir
por su lucha
su esperanza
por el futuro
que soñaron
por su sacrificio
como una campanada en cada pecho
volveremos
Hoy
otro día de Resistencia
nadie sabe quién regresará
pero todos sabemos a qué vamos
huérfanos de ellos heridos de ausencias
volveremos
Y bajo las pisadas en el asfalto hirviente
se agitarán sus huellas en cada marcha
acompañándonos
Hildegart
Acosta
Metamorfosis
Lo más atroz de este mundo es pertenecer
Me transformo
la proximidad del entorno desorienta
Caigo por el borde de la página que me retiene
Distorsionada
me manifiesto como un defecto colateral de esta
guerra
Nunca pretendí ser parte ¿quién puede pretenderlo?
La implosión se produce
saltan mis manos
los dientes me devoran
el cuerpo todo se esparce
Sólo un pedazo indeciso en un rincón parpadea
y el intento casi cernícalo sobre cuatro piernas
me sujeta
salgo con mesura
Mañana se repetirá la huida
y así cada día
por el resto de los días
hasta desasir las amarras
Ya no seremos los mismos
pero en el espejo
finalmente
se reflejará el país.
Georgina Ramírez
¿Caracas o Macondo?
Otra noche donde su padre llegaba cansado. Ya no se distingue la "P" o la "G" en el uniforme, la "N" y la "B" son imborrables.
Semanas anteriores Carlos sentía la tristeza de despedir a un amigo, se le acumulaba el hastió y la rabia. Un vecino afectado, un compañero de clases herido, las cuentas se acumulan en las rendijas de la apatía.
Esa noche llovía, tal vez el cielo quería apagar el fuego de las calles, que tonto el cielo, las nubes lloran apenadas. Carlos tomó el papel e intentó pensar algo distinto, la indignación poco a poco se convertía en decepción, y así escribió:
Ojala no seas tú
quien ciegue mis ganas
quien borre mi sonrisa
aquel que cercene mi derecho
a Existir
a reclamar
Ojala no seas tú
el verdugo de mis sueños
el juez de mi juicio final
aquel que me atropelle
por Existir
por reclamar
Ojala no seas tú
cuando te toque recoger
mi cuerpo inerte en las calles
cuando te toque caminar al lado
de mi sangre que no vuelve
Ojala no seas tú
quien ha decidido
mirar a un lado
para complacer
a la puta del "Deber"
y de aceptar las ordenes
que más tarde
te condenaran
Padre, ojala no seas tú
Su firma fueron las lagrimas de impotencia.
Al otro día Carlos dejó su regalo encima de la nevera, salía para más nunca volver. Algunos dicen que fue una bomba, un tiro, una tanqueta, una moto, una metra; lo cierto es que la etiqueta resultaba obvia, la "P" o la "G", no estoy seguro, no se distinguía, la "N" y la "B" son imborrables.
Otra noche donde su padre llegaba cansado. Ya no se distingue la "P" o la "G" en el uniforme, la "N" y la "B" son imborrables.
Semanas anteriores Carlos sentía la tristeza de despedir a un amigo, se le acumulaba el hastió y la rabia. Un vecino afectado, un compañero de clases herido, las cuentas se acumulan en las rendijas de la apatía.
Esa noche llovía, tal vez el cielo quería apagar el fuego de las calles, que tonto el cielo, las nubes lloran apenadas. Carlos tomó el papel e intentó pensar algo distinto, la indignación poco a poco se convertía en decepción, y así escribió:
Ojala no seas tú
quien ciegue mis ganas
quien borre mi sonrisa
aquel que cercene mi derecho
a Existir
a reclamar
Ojala no seas tú
el verdugo de mis sueños
el juez de mi juicio final
aquel que me atropelle
por Existir
por reclamar
Ojala no seas tú
cuando te toque recoger
mi cuerpo inerte en las calles
cuando te toque caminar al lado
de mi sangre que no vuelve
Ojala no seas tú
quien ha decidido
mirar a un lado
para complacer
a la puta del "Deber"
y de aceptar las ordenes
que más tarde
te condenaran
Padre, ojala no seas tú
Su firma fueron las lagrimas de impotencia.
Al otro día Carlos dejó su regalo encima de la nevera, salía para más nunca volver. Algunos dicen que fue una bomba, un tiro, una tanqueta, una moto, una metra; lo cierto es que la etiqueta resultaba obvia, la "P" o la "G", no estoy seguro, no se distinguía, la "N" y la "B" son imborrables.
Pedro De Los Santos
Es Hora
Las
semillas están sembradas
ha
nacido el colibrí
en las piernas
de la ciudad
y se
asoma un manto que protege
para aprender
de nuevo la libertad.
Victoria Benarroch
Ilustraciones de Oscar Olivares: Artista visual, Ilustrador especializado en Pintura Digital y Conferencista,
Nace el 15 de septiembre de 1996 en Caracas, Venezuela.
Nace el 15 de septiembre de 1996 en Caracas, Venezuela.
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