miércoles, 30 de diciembre de 2020

Francisca Pérez Morales / Prólogo o teoría de cuerdas

 



Prólogo o teoría de cuerdas

 

 “Si el Hombre es 5

 

Entonces el Diablo es 6

 

Y si el Diablo es 6

 

Entonces Dios es 7”

 

Pixies



1.    Las tríadas se componen de tres grupos que tienen relación entre sí, se complementan y sin la existencia de una, no es posible la existencia de la otra. Son movimiento, e intercambio constante de vibración, de rabia contra su coetáneo.

 

2.   Se necesitan tres puntos no alineados para determinar un plano, y son tres los elementos base en diferentes aplicaciones (tres colores primarios, tres planos metafísicos, tres potencias de la inteligencia humana, tres estados de la materia). Para mantener el equilibrio de la familia convencional, se usan tres elementos; padre a la cabeza, madre e hijo como base del triángulo. Paralelo a esto, la regla de tres es una regla que no se debe romper bajo ningún ámbito, y debe repetirse cuantas veces sea posible, por lo que se suma un grupo más; vida-muerte-resurrección.

 

3.    La finalidad es la descomposición de las triangulaciones desde dentro, abriendo las grietas de los espacios oscuros, de la regla moral familiar, de lo que se ve correcto socialmente. Las palabras se unen, como el nido de un ave que funciona críptico entrelazado para dar calor, crear incendios. Los circuitos son como el hielo, y poseen la propiedad cortopunzante del vidrio roto. Un vidrio que cuando se une, encaja a la perfección en alguna ventana, reemplazando ese umbral parchado por el padre con cinta de embalaje.

 

Poner atención a las señales, a los pájaros que hablan y que con sus ojos negros reflejan el vacío o el espacio entre los cuerpos que no está. El ave es quizás el posible gobernador de un mundo que se reconstruye, tan bruscamente, que lo hace sin tomar en cuenta su propia esencia extinta. Los ornitólogos lo saben, cada pájaro tiene su propia historia construida como el eterno observador de estas murallas. Con una mitad afuera, y otra encerrada en la Atmósfera.


 La primera cuerda viene desde la entraña, desde el fondo de la tierra, y se expande hasta los faros, reflejándose hacia alguna mujer que se mire y solloce porque la mujer suele hacerlo, y también conversa con las escobas y mimetiza su cuerpo con las madejas de lana, siempre pisando estrías, aunque sus piernas se llenen de unos ojos amarillos de perro muero.

 

6.  La segunda cuerda forma un vitral que puede ser peligroso si no son bien encajadas las piezas. Su dimensión, está repleta de falsas verdades. Esto es resultado de que el padre toma control de todas las acciones, desde respirar hasta el acto de escribir. Por esto, la segunda de las cuerdas parece ser un gemido doloroso, que termina en el parto o la reconstrucción de la casa, niños enfilados de tres en tres.

 

7.    La tercera cuerda se manifiesta como la última respuesta vibratoria. Visualizada como un niño que se embarra el rostro y detiene el movimiento del plano.

 

8.    La tercera cuerda está escrita con el objetivo de matar al padre.


 

Francisca Pérez Morales (Santiago, 1998). 

Es estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad de Chile. En 2015, obtuvo el primer lugar en el X Concurso Metropolitano inclusivo de cuentos, honroso y segundo en el lll y lV concurso de poesía organizado por la municipalidad de Lo Barnechea y el primer lugar en el 3º Concurso Juvenil de Poesía, organizado por la Fundación Pablo Neruda. En el año 2016, fue becaria del taller organizado por la misma Fundación y obtuvo mención honrosa en el concurso Roberto Bolaño.

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