lunes, 8 de febrero de 2021

Viviana Ayilef / Teogonía

 


Te


TEOGONÍA

 

La libertad ya nos persigue en los senderos

que el viejo mundo pretendió sin dueños.

Nunca estuvimos tan rotos de vergüenza

como el momento que sucedió a esa noche sin aurora,

aquella en que la luna nos silbó casi campana

y liberó como si lluvia algunos cuervos

 

–jamás pudimos encontrarles la mirada–

 

y la terca ternura, latiendo bajo tierra

pedía florecer, pedía libertar su temporada.

 

… entonces vimos los caballos enlutados sin jinetes.

 

La noche triste en que parió mi abuela salió el sol

 y luego lo llamaron Juan.

La libertad lo persiguió enamorada y lo boleó

–ni tiempo tuvo de apartarse en el olvido–

Por eso Juan dejó silencios en el barro,

juntó toda la luz,

 y amanecía.

La luna en sus festejos

cargó toda la noche que había acumulado.

Y ahí anda Juan, moviendo su cabeza

cantándonos que todos viviremos

 que todos correremos

 que todos reiremos

por esa libertad que enloquecida

está danzando hace quinientos años en los vientres,

así como mi abuela parió el sol.

 

 

Viviana Ayilef (Argentina- 1981)

Vive en Trelew y cursa licenciatura en letras en la Universidad Nacional de la Patagonia “San Juan Don Bosco”. Ha publicado: Agua de Otoño y Kellemi.


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