PIDO AL DOLOR QUE PERSEVERE
Pido al dolor que persevere.
Que no se rinda al tiempo, que se
incruste
como una larva eterna en mi
costado
para que de su mano cada día
con tus ojos intactos resucites,
con tu luz y tu pena resucites
dentro de mí.
Para que no te mueras doblemente
pido al dolor que sea mi
alimento,
el aire de mi llama, de la lumbre
donde vengas a diario a
consolarte
de los fríos paisajes de la
muerte.
…
ABISMOS
Porque eres ave que girando en
rebeldía
desafía la bruma
la ardua noche
haciéndola más honda y más oscura
y más inmenso el mar
porque eres nave y náufrago a la
vez
sin velas y sin anclas
solitario
profanador de todos los confines
potro de sombras desbocado y
dulce
para la libertad
y el cielo galopante
hecho de vientos y hecho de
huracanes
y sin embargo calmo como el agua
de misteriosos y profundos lagos
porque extraviado pero
indiferente
como un rey agraviado deambulas
por los caminos de un imperio en
ruinas
porque eres un reloj sin
manecillas
un bello loto sobre los pantanos
porque te vi sonriendo en tus
orillas
cayendo voy
errática y ardida
en tus oscuros mundos abismales.
…
ALGO HERMOSO TERMINA
Todos los días del mundo
algo hermoso termina.
Jaroslav Seifert
Duélete:
como a
una vieja estrella fatigada
te ha
dejado la luz. Y la criatura
que
iluminabas
(y que
iluminaba
tus ojos
ciegos a las nimias cosas
del
mundo)
ha vuelto
a ser mortal.
Todo
recobra
su
densidad, su peso, su volumen,
ese pobre
equilibrio que sostiene
tu nuevo
invierno. Alégrate.
Tus
vísceras ahora son otra vez tus vísceras
y no
crudo alimento de zozobras.
Ya no
eres ese dios ebrio e incierto
que te fue
dado ser. Muerde
el hueso
que te dan,
llega a
su médula,
recoge
las migajas que deja la memoria.
…
AHORA QUE YA NO SOY MÁS JOVEN
Ahora que
ya remonto la mitad del camino de mi vida,
yo que
siempre me apené de las gentes mayores,
yo, que
soy eterna pues he muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que
alargo mis brazos al sol en las mañanas y me arrullo
en las
noches y me canto canciones para espantar el miedo,
¿qué haré
con esta sombra que comienza a vestirme
y a
despojarme sin remordimientos?
¿Qué haré
con el confuso y turbio río que no encuentra su mar,
con tanto
día y tanto aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no
he nacido, si aún hoy me cabe
un mundo
entero en el costado izquierdo?
¿Qué
hacer ahora que ya no soy más joven
si
todavía no te he conocido?
…
ASEDIO
"Si te ponen
miedo mis ojos ausentes, mis ojos noctámbulos,
mis ojos dementes..."
León de Greiff
No me
culpes.
Por
rondar tu casa como una pantera
y husmear
en la tierra tus pisadas.
Por
traspasar tus muros,
por abrir
agujeros para verte soñar.
Por
preparar mis filtros vestida de hechichera,
por
recordar tus ojos de hielo mientras guardo
entre mis
ropas un punzón de acero.
Por abrir
trampas
y clavar
cuchillos en todos tus caminos.
Por salir
en la noche a la montaña
para
gritar tu nombre
y por
manchar con él los blancos paredones
de las
iglesias y los hospitales.
Hay en mí
una paloma
que
entristece la noche con su arrullo.
Mi noche
de blasfemias y de lágrimas.
…
CANCIÓN DEL SODOMITA
Habrá una grandísima peste...
Éxodo,
9,3.
Han izado
el amor. Lo están clavando
coronado
de ortigas y de cardos.
Le han
cortado las manos, han echado
sal y
azufre en sus pálidos muñones.
Ah, mi
joven amado, el tiempo es breve.
Suenan ya
las trompetas e iracunda
la luna
enrojecida afrenta al cielo.
Déjame
acariciar tu frente ardida en sueños,
contemplar
para siempre tus párpados violeta.
Deja que
desanude mi deseo,
que
coloque la palma de mi mano
sobre la
rosa hirviente que florece en tu pecho.
Ah, mi
joven amado que duermes mientras huye
la
multitud con un largo sollozo:
una
lluvia de sangre cae sobre Sodoma.
Dame tus
muslos blancos, tu axila, el dulce cuello,
antes de
que en silencio se deslice
el ángel
con su espada de exterminio.
…
NI LOS SUEÑOS...
Ni los
sueños, donde tu rostro tiene todas las formas de la dicha.
ni el sol
que tanto amo sobre mi cuerpo desnudo,
ni la
grata canción del antiguo trovero enamorado,
ni el
verso de Darío ni el verso de Quevedo,
ni esta
luna que brilla con brillo de alcancía,
ni tu
nombre por otros pronunciado,
ni el eco
de mis pasos en la inmensa catedral solitaria,
ni el
rosal que yo siembro con mis manos y me sangra los dedos,
ni las
noches insomnes,
ni tu
dulce retrato mentiroso,
ni el
tiempo, -ese falsario de mil rostros-
pueden
calmar mi pena de no verte.
…
SÓLO PUEDO ESCRIBIR DE AMOR...
Sólo
puedo escribir de amor.
Salgo a
la noche
respiro
su aire tenso, sé que vivo.
Con su
canto monódico me seducen los grillos.
Y es la
noche sin ti lo que yo escribo.
En el
verso me abstraigo.
y allí el
amor es sangre y meteoro,
es la
espada que hiere, es sal y madrugada.
Breve es
y bello y mentiroso,
y eterno
y falso y dulce y verdadero.
Y yo sólo
sé hablar de la tormenta
que
estalla entre tus besos.
Ebria y
multicolor
en
anodinas calles la ciudad multiplica
mil
rostros pianos y una sola mueca,
y abre
sus tristes puertas a la noche.
Todo está
allí para que la palabra
aprese un
llanto, un árbol, la monstruosa
soledad
de sus calles vocingleras.
Y yo tan
sólo escribo
de la
tarde sin ti y de mi tristeza.
…
CONFESIÓN
Para tus
ojos
quisiera
yo beber el dulce azogue,
y
amanecer cubierta de polvo de metales
como una
joven faraona muerta.
Robarles
su color a los almendros,
y
hundiéndome en el lodo feraz de los pantanos
lustrar
mi desnudez
para tus
ojos.
Recuperar
la luz de las espadas
y hacerla
batallar en mis pupilas.
Tomarme
espléndida
como una
esclava etrusca, cuya cabeza calva
perturba
el sueño de los mercaderes,
como
iracunda araña al sol del mediodía,
como la
dentadura feroz de los guerreros,
como el
líquido
despertar
matutino de las dianas.
( Pero
todo esto no es sino literatura
y debo
resignarme a sonreírte
sin
existir, quizá, para tus ojos. )
…
EN CONSIDERACIÓN DE LA ALEGRÍA
A qué
llorar, me digo,
todo
estaba previsto
me muerdo
las falanges
los
asombros por qué
miro la
luna
ajena y
sola y sobria en su talante
si desde
siempre
desde el
nacer, desde el morir, y en cada hora
pacientemente
crece el hilo, crece,
y también
crece la baba del gusano y la piedra
atravesada
aquí,
bebo y
saludo
y soy
cordial con mi vecino ciego
pues no
son tiempos estos dados a patetismos,
ni es
elegante
exhibir
el dolor.
A qué
llorar, me digo:
sería
inoportuno
con la muchedumbre
que ríe
afuera con su risa de siglos.
…
DESOLACIÓN
Ese sonar
de aldabas me levantó del sueño,
sobresaltó
mi corazón dormido.
Cuánto
ruido trajiste a esta casa:
Qué
músicas extrañas,
qué
silencios no oídos.
Todos los
corredores se poblaron de ti
y
olvidaron de golpe su soledad de siglos.
Un aroma
de mar invadió las alcobas
y a un
día tembloroso se abrieron sus postigos.
Ese sonar
de aldabas sobresaltó mi noche,
rompió
candados y rompió cerrojos.
No podía
saber que cuando el aire
barriera
el polvo en todos los rincones
y de olor
a manzanas se llenara la huerta,
te
marcharías sin sonar de aldabas,
dejando
tus silencios
y las
puertas abiertas.
…
INTENTAMOS...
Intentamos.
Alguno
descubrió
entre el
hollín y el polvo una marmaja,
o en
noches muy oscuras un resplandor lejano.
¡Tanto
sueño perdido,
tanta
esperanza rota,
tanto
para tan poco
y tanta
pena!
Y apenas
unas gotas de miel,
licor
ninguno.
Una
canción lejana, los retratos
ajados de
remotos bisabuelos,
y
palabras, palabras astilladas,
palabras
mutiladas por el tiempo.
…
NOCTURNO
La noche,
oscura loba, golpea las ventanas
con una
lluvia airada.
A lo
lejos
un
monótono ruido de motores
recuerda
la ciudad que se desvela.
Duermen
los niños
y se
puebla la casa con sus sueños
de campos
y caminos soleados.
En el
cristal mi rostro indiferente
me
devuelve impasible la mirada.
Todo se
ha detenido:
el mundo
afuera,
las
sombras misteriosas y en el libro
el llanto
de la pálida muchacha.
Noche
inmensa,
noche sin
bordes como un mar eterno.
Un
pensamiento leve: aquí alguien falta.
Un
estremecimiento.
Allá, a
lo lejos,
una
bocina suena
y en el
libro
vuelve a
llorar la pálida muchacha.
…
ROMANCE
Escucha,
amor,
¡viene la
muerte avisando!
Oye entre
las duras piedras
su rumor.
Viene la
muerte al galope
silenciosa
y embozada.
Calla y
en tu corazón
escucharás
sus pisadas.
Viene la
muerte enredando
en su
lanza desalmada
todo lo
que va topando.
Viene
enredada en la flor,
viene en
el sol dominguero.
Calla,
amor, calla y escucha,
pues ha
hecho nido en mi pecho.
¡Y tus
besos derramados,
y tu alma
malqueriendo,
y en tu
mirada distante
toda la
vida latiendo!
Viene la
muerte cantando,
viene la
muerte avisando:
Oye, amor
cruel e inconstante
su rumor
…
SEÑALES
La luna
brilla con ese furor ciego
que es
señal inequívoca
de que ha
llegado el tiempo fértil del sacrificio.
Huele a
la piel rayada de los tigres,
a
orquídea que se abre,
al humus
que comienza a oscurecer la lluvia.
En un
sueño de ríos y serpientes
naufraga
la muchacha envuelta en llanto
y sus
pechos recientes se estremecen
con un
temblor antes desconocido.
La muñeca
que abraza tiene los ojos muertos.
Y el
ángel de la guarda
marca una
cruz con sangre sobre sus muslos blancos.
Piedad Bonnett (Amalfi, Antioquia, 1951) es una poeta,
novelista, dramaturga y crítica literaria colombiana,Es licenciada en filosofía
y letras de la Universidad de los Andes, dónde ha ejercido como profesora en
filosofía y lenguas. Cuentos y ensayos suyos han sido publicados en distintas
revistas y periódicos del país y del extranjero. Ha representado a Colombia en
numerosos encuentros de poesía en Granada (España), Córdoba (España), Morelia
(México), Rosario (Argentina) y Medellín (Colombia), entre muchos otros, y en
encuentros literarios como el Festival de Literatura de Berlín y el Hay
Festival de Segovia. En 2008 fue la poeta homenajeada por la Consejería para la
equidad de la Mujer de la Presidencia de la República, durante la Feria del
libro de Bogotá. Su poesía ha sido traducida al italiano, al inglés, al
francés, al sueco, al griego y al portugués.
No hay comentarios:
Publicar un comentario