Trabajo diurno
Las
cosas del día anterior las trae
un
hombre que no está más
es un
trabajo como cualquier otro
cargar
en alforjas de vapor
ideas
de segunda mano
un
arriero muerto
que
igual siguió la huella
me
trae noticias húmedas
escucho
un chapoteo
en
aguas de barro
y es
cuando sé que aparecerá
¿cómo
es su cara?
¿qué
más rezuma en el brillo de su frente?
¿cómo
es el vado infinito que cruza
con
su tropilla oscura?
al
futuro lo trae aparte
para
que con el trajinar
no se
le desvanezca
dentro
de su calavera
enterradas
las
florcitas violetas de una viborera
recuerdan
cómo
era
pensar.
Trabajo nocturno
No supe
adormecer
los
millones de brazos
de mi
insomnio
los
puse a trabajar
cuando
volvieron de su misión
extendieron
sobre la mesa
la
ruina de la noche
que
arrancaron de algún lado
no es
tan nocturna, pensé
y
sumergí en ella
el
cuenco de mis manos
con
el gesto de quien busca
juntar
agua
al
sacar mis manos
de
ese oscuro lago de destellos
encontré
entre mis palmas
la
miniatura de una casa.
Tungsteno
Por las ventanas de tenues
cocinas
los tubos de luz bendicen
el aroma
de las milanesas que ocupan
el quieto aire del barrio
esas temblorosas auroras
de tungsteno
tienen para decirme que no
se olvidan
que es hora de pagar
por haberle hecho lo que
le hice
a la oscuridad
anduve guardando el
secreto
de cómo abrí el abdomen de
la noche
y le arrebaté una pobre
luz que me orientara.
Cooperación
El sol
está empecinado
con el
liquen de esa corteza
gastó una
mañana y media
en
terminar de secarla
no se le
anima al verdín de la zanja
es tarea
del trabajador municipal
que con el
silbido
va tirando
del amanecer.
Transacción
Son conocidos los ardides
de la noche
cuando negocia sus deudas
la última propuesta que me
hizo
fue compartirme su
colección
de carcazas de
escarabajos, erosionadas
por las traficantes que
surcan el pasto
como hábiles fenicios
-Podrías engarzarlas en un
poema y venderlo
como un collar, dijo
este es ahora el poema de
los escarabajos,
un parque de pequeñas
autopartes negras
valuado en pagarés y vales
intercambiables por horas
de sueño.
La Costumbre
Al que soy me lo acomodo
en el pecho
como un animal dormido
abuelo de sí
para que la sangre
le corra hacia atrás
en el delta
de las muñecas ancianas
un abuelo con miedo
un abuelo sin nietos
abuelo por abuelar cada
pregunta
hija de cada vacío
que supe engendrar
cuando me encontré solo
vandalizado por el sol
abatido por la costumbre.
Fernando Martín Raluy
nació en Lanús (Provincia de Buenos Aires) y tiene 42 años. Publicó
autogestivamente en el año 2017 su primer libro de poemas titulado Ratio et cor; parte de su obra ha sido
publicada en antologías como “Flotar,
100 poemas sobre ríos” y “Jardín,
100 poemas sobre flores" (ambas de Editorial Camalote, 2021), en la antología “De palabras a poesía” de la Asociación
Literaria y Cultural de Yucatán (Mérida, México. 2021), en la publicación
Todxs Unidxs Triunfaremos (Ineditados, 2024) y en algunas revistas de difusión
de literatura de Argentina como Gambito
de Papel (Revista literaria en papel fundada en la ciudad de La Plata,
también disponible en Buenos Aires, México, Alemania y Nueva Zelanda) tanto
como en publicaciones digitales de Perú, México y Venezuela.
Sus
más recientes proyectos son el libro de poemas Para fabricar un relámpago (Ediciones Diotima, 2022), una plaqueta
con una selección de 10 poemas
(Ediciones Arroyo, 2022) y Liga de
Veteranos (Fútbol Contado, 2023).
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