lunes, 2 de diciembre de 2024

Fernando Martín Raluy / Colaboraciones Poéticas

 


 

Trabajo diurno

 

Las cosas del día anterior las trae

un hombre que no está más

 

es un trabajo como cualquier otro

cargar en alforjas de vapor

ideas de segunda mano

 

un arriero muerto

que igual siguió la huella

me trae noticias húmedas

 

escucho un chapoteo

en aguas de barro

y es cuando sé que aparecerá

 

¿cómo es su cara?

¿qué más rezuma en el brillo de su frente?

¿cómo es el vado infinito que cruza

con su tropilla oscura?

 

al futuro lo trae aparte

para que con el trajinar

no se le desvanezca

 

dentro de su calavera

enterradas

las florcitas violetas de una viborera

recuerdan

cómo era

pensar.

 

 

Trabajo nocturno

 

No supe adormecer

los millones de brazos

de mi insomnio

 

los puse a trabajar

 

cuando volvieron de su misión

extendieron sobre la mesa

la ruina de la noche

que arrancaron de algún lado

 

no es tan nocturna, pensé

 

y sumergí en ella

el cuenco de mis manos

con el gesto de quien busca

juntar agua

 

al sacar mis manos

de ese oscuro lago de destellos

encontré entre mis palmas

la miniatura de una casa.

 

 

Tungsteno

 

Por las ventanas de tenues cocinas

los tubos de luz bendicen el aroma

de las milanesas que ocupan

el quieto aire del barrio

 

esas temblorosas auroras de tungsteno

tienen para decirme que no se olvidan

que es hora de pagar

por haberle hecho lo que le hice

a la oscuridad

 

anduve guardando el secreto

de cómo abrí el abdomen de la noche

y le arrebaté una pobre luz que me orientara.

 

 

Cooperación

 

El sol está empecinado

con el liquen de esa corteza

gastó una mañana y media

en terminar de secarla

 

no se le anima al verdín de la zanja

es tarea del trabajador municipal

que con el silbido

va tirando del amanecer.

 

 

Transacción

 

Son conocidos los ardides de la noche

cuando negocia sus deudas

 

la última propuesta que me hizo

fue compartirme su colección

de carcazas de escarabajos, erosionadas

por las traficantes que surcan el pasto

como hábiles fenicios

 

-Podrías engarzarlas en un poema y venderlo

como un collar, dijo

 

este es ahora el poema de los escarabajos,

un parque de pequeñas autopartes negras

valuado en pagarés y vales

intercambiables por horas de sueño.

 

 

La Costumbre

 

Al que soy me lo acomodo en el pecho

como un animal dormido

abuelo de sí

 

para que la sangre

le corra hacia atrás

en el delta

de las muñecas ancianas

 

un abuelo con miedo

un abuelo sin nietos

abuelo por abuelar cada pregunta

hija de cada vacío

que supe engendrar

cuando me encontré solo

vandalizado por el sol

abatido por la costumbre.

 

 

Fernando Martín Raluy nació en Lanús (Provincia de Buenos Aires) y tiene 42 años. Publicó autogestivamente en el año 2017 su primer libro de poemas titulado Ratio et cor; parte de su obra ha sido publicada en antologías como “Flotar, 100 poemas sobre ríos” y “Jardín, 100 poemas sobre flores" (ambas de Editorial Camalote, 2021), en la antología “De palabras a poesía” de la Asociación Literaria y Cultural de Yucatán (Mérida, México. 2021), en la publicación Todxs Unidxs Triunfaremos (Ineditados, 2024) y en algunas revistas de difusión de literatura de Argentina como Gambito de Papel (Revista literaria en papel fundada en la ciudad de La Plata, también disponible en Buenos Aires, México, Alemania y Nueva Zelanda) tanto como en publicaciones digitales de Perú, México y Venezuela.

Sus más recientes proyectos son el libro de poemas Para fabricar un relámpago (Ediciones Diotima, 2022), una plaqueta con una selección de 10 poemas (Ediciones Arroyo, 2022) y Liga de Veteranos (Fútbol Contado, 2023).

 

 Estos poemas fueron presentados por el autor como propios

 

 

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