1.
A veces cuento una
historia porque no puedo moverme. Pero la verdad es que me gusta
volver sobre
las cosas que me paralizan. El otro día leí en Twitter unos versos de Auden:
And
ghosts must do again / What gives them pain. Y me reí. Además, uno siempre
quiere sentirse
especial creyendo que tiene algo en común con los poetas
ingleses, lo cual no sé si es amor
literario o racismo endógeno.
•
leí que alguien
escribe
con «valentía
sobrecogedora»
wow
yo sólo escribo con pesar
hace tres días que no voy
al baño no queda otra
que regar mi planta
venenosa
y soñar que un pollo en
brasa me persigue para ofrecernos
un dios de precarias
connotaciones republicanas
•
cuando era niña
temía una invasión
alienígena
aullaba en secreto cada
vez que pensaba en la nave nodriza
y además quería cogerme a
Fox Mulder
quizás por eso al mismo
tiempo
temía que llegaran los
hombrecitos verdes cabezones
o mis abuelos muertos a
castigarme
con fuego eterno
porque había descubierto
mi centro de gravedad
entre labios mayores
qué infeliz era dios mío
gordita y libidinosa
hija de pobres y taciturna
además creía que era muy bruta
y que jamás obtendría un empleo en el FBI
•
la asfixia era una
alternativa
ponías a prueba
la veracidad de las
estrellas
•
en 1991
un congorocho invadió
mi canal auditivo derecho
y Aleida señora madre
lo extrajo
con su uña meñique
esa noche hubo conmoción y
rescate
éramos una familia joven
de pocas anomalías
a la mañana siguiente
Aleida indispuesta por mi
lentitud comensal
estrelló mi cabeza contra
el plato de lentejas
y desde entonces una
cigarra
se poza sobre el oficio de
mi canon occidental
de mira ve
a nadie le importa
un bólido te quemó la ropa
que ayer tarde la lavé
en silencio coño en
silencio
que la cigarra no haga
bulla es desde luego
lo peor
Enza
García Arreaza (Puerto
La Cruz, Venezuela 1987)
Estudiante de
Filosofía en la Universidad Central de Venezuela, en 2004 obtuvo el VII Premio
Literario Cuento Contigo de Casa de América (Madrid), publicado en la antología
Cuento Contigo de la Editorial Siruela. Es autora de las colecciones de cuentos Cállate poco a
poco (Monte Ávila Editores, 2008), El bosque de los abedules (Equinoccio,
2010) y Plegarias para un zorro (bid & co., 2012). Obtuvo
el VII Premio Literario “Cuento Contigo” de Casa de América (Madrid, 2004) con
«La parte que le tocó a Caleb», así como el primer premio del Concurso para
Obras de Autores Inéditos (2007), auspiciado por Monte Ávila Editores y el III
Premio Nacional Universitario de Literatura de la Universidad Simón Bolívar
(2009) por El bosque de los abedules. Textos suyos aparecen en las
antologías Cuento Contigo 2 (Madrid, Siruela, 2006) y
Zgodbe iz Venezuele (Eslovenia, Sodobnost International, 2009).