lunes, 21 de junio de 2021

Lilian Pallarés / Cabellos de luna

 





CABELLOS DE LUNA

 

Tengo los cabellos enredados en las pupilas,

como ramas de árboles en otoño que se sacuden en la nostalgia del atardecer.

 

Los tengo abrazados a la cintura, al igual que un ombligo al existir más inocente,

síntesis de ese primer llanto de respiración y libertad que se exhala con la muerte.

 

Son cabellos con nudos azucarados, solares y enraizados a su tierra.

Cabellos de palma, agua de coco y oleaje perpetuo.

Cabellos marinos, afrodisiacos y de algas flotantes.

 

Tengo los cabellos aferrados a mis ideas, a mi universo de palabras

y versos de amaranto.

Se marchan con el viento cuando la danza los incita a confundirse con la lluvia.

 

Son cabellos con secretos dionisiacos, ondulantes y noctámbulos. 

Cabellos solitarios, de música triste y melancólica fotografía.

Cabellos de barro, ceniza y semilla.


Lilián Pallares (Barranquilla, Colombia) en 1976. Es Comunicadora Audiovisual y Periodista. Ha estudiado Creación Literaria, Guiones para Largometrajes, Escritura Creativa y Filosofía. Escritora de poemas, relatos, crónicas, guiones y monólogos humorísticos. En 1999 ganó en Barranquilla el Concurso de Poesía inédita de la Universidad del Norte. En el 2007 ocupó el Primer Lugar con sus relatos: “Reflexiones del vaivén”, organizado por la Revista “Toumai”, y “Servicio Anónimo”, organizado por la Asociación Cultural Fusionarte. En el 2010 publicó los libros Ciudad Sonámbula: crónicas y relatos de calle y Voces mudas un “Poemario-Disco” a ritmo de tambor, en cuya producción musical participaron los reconocidos percusionistas Shangó Dely, Alvaro Llerena y Yuvisney Aguilar. También participó como guionista en los cortometrajes poéticos “Llanto Congelado” y "La danza de los pinceles", el cual fue premiado en el “Festival Flamenco de Cortometrajes FFLAC2011”.” en Madrid y presentado en el “XX Festival Flamenco de Nîmes-Francia.

viernes, 18 de junio de 2021

Amanda Berenguer / 3 poemas

 



EL CUENTO

              

este frágil objeto que me alberga

acaso tenga una forma inquietante próxima

botánica:

¿"espada de San Jorge"

lidiando con un dragón de tinta?

¿árbol en el despegue

que arranca sus raíces de la entraña del vidrio?

¿géiser vegetal

surgido del hueco de la botella?

¿almácigo de la altura?

 

treparé por la planta de la habichuela

que cuentan/que crece y crece

y que ha crecido aquí dentro/entre mis cosas

y me asomaré/para saber si hay afuera

por el cuello incierto de la botella

 

COMUNICACIONES

              

Urge el pensamiento conectando

¿se siente? ¿alguien entre líneas?

¿errata? ¿paréntesis? ¿qué signo?

¿escuchan?

(La claridad del lenguaje

tiene apenas

la intensidad ambigua del poniente)

Estamos aquí, lanzados a la noche

terrestre, apretujados,

aquí, en la noche terrestre, aquí

en la noche terrestre.

De nuevo el hilo

el cable roto, el deslumbrante

cortocircuito.

¿No oyen? ¿No se oye?

Palabras mías, insensatas,

hechas de furor y de locura,

cuantiosa tesitura negra

a borbotones desbordándose

hacia dentro, hacia

el fondo

interpolado de rígidas luciérnagas.

 

Tiembla y destella, hace señales,

todas son huellas de la eternidad,

enumeradas y prolijas,

cuernos de caza, al mundo

aullidos de perros, está el desierto,

toques de peligro, inútilmente,

pasos cambiados, ¿dónde?

campanas para niebla, una piel fosforescente,

pedidos de auxilio, y envenenada,

sirenas de patrulleros, llamando,

gritos de alarma, solo, solo, solo,

bocinas de ambulancias, se hace tarde,

quiero saber si se hace tarde.

 

Un código de emergencia,

un vaso de agua, un hueso

para la inteligencia,

un alfabeto de clave radioactiva,

o telepática, o nuclear,

o una sustancia de amor

para esta extrema ubicación,

25 de abril de 1963, otoño,

en mi casa, hemisferio austral,

aparentemente a la deriva.

               

 

EL VIDRIO NEGRO (EL VIDRIO NEGRO)

              

el cono de la lámpara me pone a foco

más cerca

me veo y me ven

 

la imagen con fantasma ajustará sus círculos

y no sé si cubrirla ya con un paño de lágrimas

 

 

el recuadro de una silla enmarca la lluvia

sobre el vidrio negro

el árbol en lo oscuro

inclina del otro lado sobre mi hombro

su brillo cubierto de hilos

- la ventana es un ojo

un dragón de tinta-

esa torcaza colgada a mis espaldas

proyecta una espiral amarilla

y mostacillas de fósforo le queman las alas

- se repite-

la ventana es una célula encapuchada

una mirada fotográfica

un revólver

 

el cono de la lámpara me pone a foco

 

está sentada vestida de rojo escribiendo

mira de vez en cuando la ventana

la lluvia sobre el vidrio negro

le apuntan:

es un blanco perfecto.


Amanda Berenguer (Montevideo, Uruguay) fue una poeta uruguaya que perteneció a la Generación del 45. Académica de Honor de la Academia Nacional de Letras del Uruguay (2006). Quehaceres e Invenciones (1963) es una de sus obras más importantes. Por su obra El río en 1952 recibe el Premio del Ministerio de Instrucción Pública. En 1986 recibe el premio "Reencuentro de Poesía" organizado por la Universidad de la República por "Los signos sobre la mesa. Ante mis hermanos supliciados". La dama de Elche (1987) recibe el primer premio en la categoría Poesía del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay. Municipal de Montevideo.


miércoles, 16 de junio de 2021

Enrique Badosa / 5 poemas

 



 

 EN MEMORIA


¿Qué caminos te tienen escondido?

Un roce te apartó de nuestro lado,

y dejaste de andar por un cansado

viento de puertas rotas al olvido.

 

Hacia un buscarte a ti tan sólo has ido.

Te inicias en tu muerte. Te has llamado

fuera de este lugar acostumbrado.

Te alejas de vivir. Te has conseguido.

 

Qué pronto te apartaba el pensamiento

de nuestra soledad tan acallada.

Pero queda el silencio que te nombra.

 

Ya recorres, veraz, extraño, lento,

tu plenitud sabida y encontrada,

donde vive en tu luz tu misma sombra.                     


ES HORA YA DE HABLAR. EN ESTA PUERTA…

 

ES hora ya de hablar. En esta puerta

el día terminó. Ven y reposa

junto a la luz de nuestras noches blancas,

la luz de estar a solas.

Ya todo es del amor, y velaremos

en las palabras tenues,

pues de nuevo sucede que la noche

deja de ser oscura en nuestras horas.

Agua fresca en tu voz, yo que la bebo,

tú cercana, tan cierta,

dormir y despertarnos poco a poco

en palabras de amor madrugadoras.

La luz de cuanto hablamos, fue dejando

un horizonte azul en la pared…

¡El día una vez más, y ven conmigo

a dar un nombre nuevo a cada cosa!

 

XXVIII

 

Eres inteligente e ilustrado,

sin embargo no puedo decir culto.

Mi olfato ya no logra soportar

tu alto vocabulario excrementicio.

Toma papel, y límpiate la boca.

Tira de la cadena cuando calles.

 

TIKAL

 

Voy penetrando ya por el silencio

de la espesura, del jaguar, del Sol,

de la piedra erigida en oración, de la lluvia enterrada.

El silencio se adentra en mi silencio.

 

EPITAFIO DE UN POETA RENEGADO

 

En arrebato de autocomplacencia,

después de tanto premio bien ganado

y de cubrir su cráneo devastado

con los laureles de la Gaya Ciencia,

 

comete la patética insolencia

de declarar, muy alto y descarado,

que ateo de la Musa se ha tornado

y que la inspiración sólo es paciencia.

 

Que ya no esperará la voz suntuosa

de la supuesta diva caprichosa,

y será magistral siempre que quiera.

 

La Musa, no remisa, sí vejada,

le arranca la peluca laureada,

e "ipso facto" su cráneo es calavera.


Enrique Badosa (Barcelona, España) fue un poeta y traductor, periodista y editor español. Durante más de veinte años ha sido director literario del departamento de Lengua Española de Plaza & Janés, en cuya editorial mantuvo, entre otras, las colecciones Selecciones de Lengua Española -castellano, catalán, gallego-, y Selecciones de Poesía universal. Su poesía destaca como medio de conocimiento y se manifiesta también como satírico-epigramática y de viajes. En 2006 recibió la Creu de Sant Jordi que concede la Generalidad de Cataluña.


lunes, 14 de junio de 2021

Miriam Mireles / Mi cosmos es grito

 



Mi cosmos es grito

cuando mis palabras hacen lazo con las tuyas

y las reescribo en el contorno de tus ojos.

 

Mi cosmos es lágrima

que moja la noria de tu habitáculo erecto

e inunda de mixturas y de brebajes

tu boca que se ha vuelto ociosa.

 

Mi cosmos es caos

cuando hierves sobre mis alas de aceituna

que desde tu dosel cohabitan

en temor a mis temblores.

 

Mi cosmos es garza mora

que sobrevuela nuestros ángulos nocturnos

y aparenta una reyerta

sobre los cuerpos desnudos.

 

Miriam Mireles (Maracay, Venezuela) egresada como profesora de matemáticas por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Magister en Ciencias mención Matemáticas, Universidad de Carabobo. Especialista en Informática Educativa, Universidad Simón Bolívar. Autora participante en los libros publicados en valencia, Venezuela por Valeriano Garbín: Petrarca en Venezuela y Leonardo da Vinci en Venezuela (2006). Miembro del Consejo Editorial de la editorial Blacamán Editores.

sábado, 12 de junio de 2021

Cristiane Grando / ¿Cuánto silencio es preciso para hacer un poema ?

 



"Toda una galaxia ofuscada

por apenas uno de los vientos estelares

el brillo de una foto antigua

y el esmalte borrado en las uñas de una niña

 explosión pálida en la distancia memoria:

densos anillos de luz 

casi palpables."


 ¿CUÁNTO SILENCIO ES PRECISO

PARA HACER UN POEMA?

 

el silencio de la soledad y de las puertas

de la imaginación, del mundo

del viento, de las aguas y de los gatos

el silencio del blanco

mucho ruido para nada

silencio, silencio, el silencio

y algunas palabras.


Traducción: Leo Lobos 

 

 

Cristiane Grando (São Paulo - Brasil) Poeta, fotógrafa, traductora, profesora e investigadora. Laureada UNESCO-Aschberg de Literatura 2002. Gestora del espacio cultural Jardim das Artes, Ciências e Educação (Cerquilho). Autora de Caminantes: poesía en francés, portugués y traducida al español por Leo Lobos (Santiago de Chile, 2003), de Fluxus, poesía en portugués, traducida al español e ilustrada por Leo Lobos, traducida al francés por Espérance Aniesa y al inglés por Levana Saxon (Cerquilho, 2005) y de Fluxus y otros poemas / e outros poemas - traducción de Espérance Aniesa y Melania Yens.

 

jueves, 10 de junio de 2021

Odalys Interián Guerra / Sylvia


 



SYLVIA

 

Juguemos ajedrez con los huesos del mundo

mientras componemos el cerco

de catástrofe viva

mientras no curan las siete muertes

que cargamos como una cicatriz

y nos extraen esos tramos de piel

esos residuos de noches

y airados letargos.

La oscuridad ahora es una calle

como fantasmas la cruzamos

con los ojos vendados.

Las palabras viven ahora

en un hermoso zurrón

no son perlas arrojadas a los cerdos

son memoria

aunque hablen estúpidamente

de píldoras y oscuridades

de flores de muertos.

Juguemos Sylvia

que avance la esperanza 

corramos los peones de la asfixia

Jaque mate a la muerte.


Odalys Interián Guerra (La Habana, 1968), poeta, y narradora cubana residente en Miami, dirige la editorial Dos Islas. Entre sus publicaciones están los poemarios: Respiro invariable (La Habana, 2008), Este mar que me vence, Salmo y Blues (Miami, 2017), Sin que te brille Dios (Miami, 2017), Esta palabra mía que tú ordenas (Miami, 2017), Atráeme contigo, en colaboración con el poeta mexicano Germán Rizo (Oregón, 2017). Acercamiento a la poesía (Miami, 2018).

martes, 8 de junio de 2021

Manuel González / Creo

 



CREO


Creo en la verdad desbordada en tu pecho.

Los cristales empañados del coche

cualquier noche entre semana.

En la luna de Panero

y el banco del parque

que no traiciona mis cuentas.

En las jornadas de puertas abiertas.

La biblioteca que compartimos.

Los ceros a la izquierda

y el resultado final

donde perdemos los mismos de siempre.

 

Creo en los bares de buena muerte

llenos de gente con la verdad esposada.

En las cartas sin postdata

porque ya está todo escrito.

En perder varias cabezas por tu misma causa

y el denominador común de nuestras bocas.

En no salir vivo de este poema.

Los pequeños sonidos de la casa.

Las películas que vemos a medias

bajo la manta verde

y la novena compañía

peleando por la libertad de otros

a cambio de llamarles exiliados.

 

Creo en los necios

porque mi silla no necesita su respaldo.

En vaciarme hasta volver a mi punto de encuentro.

En el ejemplo de los poetas malditos

y esas cosas tuyas

que todavía me sorprenden.


 
Manuel González (San Sebastián, España 1971) Desde muy joven se sintió inclinado hacia la literatura. Su primer libro, “Eslabón roto”, salió a la luz en 2011. En 2014 publicó su segundo libro, “Diario de una tristeza”, en la editorial Origami. En mayo de 2015 obtuvo el premio nacional de poesía “Treciembre” con su poemario “Interiores”, prologado por José Jiménez Lozano —premio Cervantes 2002—. Ha sido incluido en varias antologías, tales como “Viernes del Sarmiento” (editorial Azul, obra cultural BBVA), “Escritores por Ciudad Juárez” (Ayuntamiento de Salamanca) y “Poetas de Valladolid” (Amargord, 2015).