viernes, 14 de enero de 2011

Lilián Pallares / Colombia


Lilián Pallares. Barranquilla-Colombia. 1976.

Comunicadora Audiovisual y Periodista. Ha estudiado Creación Literaria, Guiones para Largometrajes, Escritura Creativa y Filosofía.
Escritora de poesías, relatos, crónicas, guiones y monólogos humorísticos.
En 1999 ganó en Barranquilla el concurso de Poesía inédita de la Universidad del Norte. En el 2007 ocupó el primer lugar con sus relatos: “Reflexiones del vaivén”, organizado por la Revista Toumai, y “Servicio Anónimo”, organizado por la Asociación Cultural Fusionarte.
En el 2010 publicó su libro de crónicas y relatos de calle "Ciudad Sonámbula" y el poemario- disco "Voces mudas" a ritmo de tambor.
En el 2010 publicó su libro de crónicas y relatos de calle "Ciudad Sonámbula" y el poemario- disco "Voces mudas" a ritmo de tambor.
También participó como guionista en el cortometraje "La danza de los pinceles", el cual fue premiado en el Festival Flamenco de Cortometrajes FFLAC en Madrid.T
ciudadsonambula.blogspot.com
www.myspace.com/lilianpallares
lilianp@yahoo.com

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LA LE LA

La inconstante forma y la constante esencia.
La flotante armonía de delirios contenidos en una botella de vino.

El beso en suspenso del cuadro del hombre sin boca.
El húmedo tacto de los pies hundidos en el barro.

La Le

La sugestión de las hormonas en tendederos femeninos.
La lamida de los dedos en atómico mordiscos.

El instante de los amantes en el último fotograma de la luna.
El estornudo que se anticipa al deseo, el deseo que se anticipa a la duda.

La Li Lo

La mirada microscópica de un ser gigante atrapado en una arteria.
La desnudez de la poesía cuando se desviste de las palabras.

La Le La Li Lo La LUZ.


REPTIL AGÓNICO

Mientras no era, ya estaba.
Eso era todo.
Un resumen de mi existencia postergada.
Depredadora idea multiforme de versos raquíticos.

Flaqueza racional desparpajada.
Sonrisa,
disimulo de una pared sensible
agotada de manchas de una caravana de mundos.

Rasquiña inocente.
Viajera de mi piel húmeda y escamosa.
Alimento,
Imagen de instantes perturbados.
Animal nacido de mí.
Reptil agónico.

Rayas y curvas desequilibradas de un deseo.
Tierra movediza.
Patas ancladas.
Sobrevivencia,
me arrastro en su palabra.

Postergada…
Revivo el tiempo, crucifixión del no tiempo.
Ciudad,
territorio salvaje de proezas que crecen en algún Amazonas.

A pesar,
sin embargo y.
todavía
persisten en mí la mirada de la iguana,
la agilidad de la salamanqueja,
la ferocidad del cocodrilo y
el mito de la serpiente que me tienta a no avisar
cuando me ataco.


AGITA FLAMENCO

Con las uñas largas pintadas de rojo,
te espero.
La fina y sutil salida.

El afilado índice señala la ventana.
Es tarde
y la ciudad no tiene piedad.

Soplo el cristal,
creyendo que así se esfuma el demonio,
más sigue vivo, deseando devorarse en el polvo.

Adentro la música suena.
Es flamenco sensual y ligero.
Danzo en sombras proyectadas
en el techo que se rompe.
La humedad y sus grietas,
mapas de un silencio enorme.

Embrionario el movimiento,
el ritmo.
¡El zapateo repica decidido!

Malecón del pecho,
el olvido
como algas en los mares.

Llora la guitarra y con ella lloro yo.
Sonido de cuerdas que dilatan las almas.
Lamento gitano.
Palma soy.
Línea que une el aire, el cante y el baile.


AROMAS DE LUZ

Son los aromas ensordecedores,
los silencios visuales,
El sabor a mar, el sabor a menta,
Los colores y formas inexplicables.

Los suspiros vagabundos, los miedos y esquizofrenias.
La mirada intrigante que no escapa de las trampas.
El teatro de un hombre sentado en la butaca.
La hoguera ardiendo detrás de las palabras.

Tal vez son las depresiones, las angustias y el desconcierto.
Los enemigos y los opuestos.
O quizá,
los compases de la espera que rompe los cristales.

Son las bendiciones y maldiciones que inventamos.
El despertar salvaje de los océanos.
La lágrima que humedece los desiertos y alimenta los mares
La canción desconocida que se canta muriendo.

Es temor.
Es ira.
Es ficción.

Son invisibles.
Son pieles que huelen a tierra.
Amores que se unen
cuando el sol aparece


CARNE EN EL ASADOR

Roja es la carne en el asador.
Arde el silencio.
Se queman los nervios en su salsa picante
y el hombre es el cuchillo que atraviesa el deseo.

Rojo es el instinto y la lengua.
Roja es la carne en tus dientes.
Mastica,
mastícala,
mastícate, que eres carne viva.

2 comentarios:

DINOBAT dijo...

Buen blog!

Pedro dijo...

Lilian, acabo de encontrar tus poemas en la parada poética y me ha encantado hallarte. La, le, li, lo, la LUZ se encendió y ardo en deseos de conocer tu obra con más detenimiento. Un abrazo desde el otro hermisferio, el intrincado hemisferio de las letras.