La
casa estuvo llena de luz
la
oscuridad cayó en ella un día
vago
por habitaciones
sólo
llenas de memorias
añoro
el toque
la
tibieza
everything is just a rift
mi cáliz está roto
...
Canción desde la infancia
Ahí
están la tinta
la
vela muerta
el
fantasma de nariz de gancho la arandela perdida
los
libros sin Oriente
la
sábana en el suelo
ahí
están
y sigo jugando a la rueda rueda
a la rueda rueda
a la rueda rueda
…
Llevo
islas dentro
antiguas
y nuevas
en
remanso
atendiendo
fragores
y
desencuentros
Unas remotas desde siempre
de donde parten búsquedas
y se celebran hallazgos
Otras
eximidas
del terciopelo rojo de los auspicios
lechos para el fracaso agotado
y el abrazo
incorrecto
Islas
inamovibles
para triunfo invisible del retorno
del largo viaje de mis destierros
…
Asoma
la baraja que quizás te lleve no deseo ese azar disfrazado de razón
la
orfandad es una camisa
que
no se puede desvestir
entrará
en casa
sorpresiva
e incolora
robará
historias y constelaciones decantará los porqués
será
amada en su crueldad correcta
…
Cuando regresé vi a una ciudad de guerra
una guerra que resultó mía
que
no me fue prestada
ni
proyectada en horizontes televisivos
una que tampoco vi asomada a través de la ventana
en alguna latitud distante
llegamos a esta capital llenos del fracaso de los souvenirs
quedamos paralizados frente a los armarios
sorprendidos por la
futilidad del gesto de guardar
el
retorno fue malévolo
las
guerras propias revelan después de matar
quiero
invertir el orden de los elementos
para
obliterar el pasado
y
sepultar los vestigios de la muerte
porque
esta guerra no apela a la razón
no
compele al abandono
en
ella sólo creo en la evidencia
de lo que estremece a mi médula nerviosa
y puedo discurrir extensamente al respecto
sin que me pese el tiempo
sin
que me beneficie ninguna duda
de
que esta guerra es mía
…
Llevo
un parásito dentro
abarca
todo mi cuerpo
domina
el destino que siguen mis pies
es
molesto y acostumbrado
su
presencia adictiva
querida
e intolerable
soy
su huésped y anfitriona
es
el país
que
me habita
…
El hueco negro de tu iris
la pasión de la retina
el
orificio de mi iris
el
reposo de los ecos
la
mano que no te alcanza y pierde
Kira Kariakin (Caracas, Venezuela -1966)
Es una poeta, escritora y editora. Tiene
una extensa experiencia en el medio editorial venezolano, habiendo trabajado
para Alfa, Planeta, Grijalbo entre los años 1988 y 1992. Asimismo, fue gerente
general de la revista Estilo entre 1994 y 1998. Ha formado parte de los talleres de poesía de Armando Rojas
Guardia, Edda Armas, Igor Barreto, Cecilia Ortiz, y Santos López. Diversos
poemas suyos aparecen en antologías en español, alemán, francés, inglés y ruso,
así como en distintas publicaciones digitales. Sus poemarios son: Nuevos
arbitrios (Taller editorial El pez soluble, 2011) En medio del blanco (OT
editores, 2014) y El sol de la ceguera (OT editores, 2020).
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