Alguna
vez
Alguna vez se abre la puerta poco a poco y entras.
Llevas blanco blanquísimo traje y zapatos de lino.
Te inclinas, pones con cariño en mi mano
72 francos y te vas.
Me he quedado en el sitio en que me dejaste
para que me encuentres de nuevo
Pero ha debido de pasar mucho tiempo
porque mis uñas han crecido
y (mis) amigos me temen.
Cada día cocino patata
he perdido mi fantasía
y cuando oigo «Katerina» me asusto.
Creo que debo delatar a alguien.
He guardado algunos recortes con alguien
que decían que eras tú.
Sé que los periódicos dicen mentiras,
porque escribieron que te dispararon a los pies.
Sé que jamás apuntan a los pies.
En la mente está el Objetivo,
ten cabeza, ¿verdad?
…
[Mira cómo se pierden las calles]
Mira cómo se pierden las calles
por dentro de los hombres…
cómo los quioscos tienen frío
de los periódicos mojados
el cielo
cómo es agujereado por los cables,
y el final
del mar
por el peso de los barcos.
cuán tristes están los paraguas olvidados
en el último recorrido
y el error de aquél que se bajó
en la parada anterior
las ropas dejadas en la lavandería
habiendo encontrado dinero hace ya dos años,
de pedirlas.
cómo poquito a poco
lenta metódicamente
nos falsifican
para que
fijemos nuestra postura ante la vida
por el estilo de la silla…
*Gogu, Katerina, 16 señales desde el frío. Selección y traducción de Kostas Tsanakas y Juan Carlos Reche. Córdoba: Ediciones Ropynol, 1999.
Katerina Gogou (Atenas, Grecia)
Desde pequeña trabajó como actriz en el teatro y en el cine. Su primer libro, el único que publica en vida, sale en 1978. No obstante, con carácter póstumo, entre 1986 y 2007, han salido publicados 7 poemarios suyos en una prestigiosa editorial de Atenas. Adicta a las drogas, murió a los 53 años suicidándose.
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