jueves, 9 de septiembre de 2021

Azahara Palomeque / (3 poemas )

 



LA RED    

 

Nos asalta la red.

Hay escaleras de incendios en cada angostura de mis

poros, madres

en la madera, madres

como lombrices tejiéndonos crisálidas. Todo

lo que toco ha sido ya ajado y sabiamente protegido.

Tus ojos terreros. La máquina gástrica

de nuestros pensamientos, el viaje lento a la cocina.

Caminamos

y sabemos que podríamos morir, que el cuerpo

es una báscula de escombros

y las corrientes siempre van hacia atrás, adonde el rojo

las mande. Pero estas pancartas

con las que cubrir ataúdes nos surten de lluvia.

Nadie cree

hoy en los dioses, pero los dioses

colectan masa de nuestros tobillos, continúan su juego

en los raíles oxidados del tiempo.

 

ROAD TRIP

 

Qué fácil es mentir por las autopistas, restañar

las cicatrices,

mordernos los cuerpos cuando deseamos una última

copa: el más tenue

cristal de las articulaciones.

Todo lo que engañamos,

la cubierta poderosa del vidrio, la raíz

no nacida.

Las autopistas son el decoro de los vientres anónimos.

 

RESIDENCIA EN EL CIENO

 

Ya casi

no se siente. Llueve a pedazos, se recoge

en el reloj templado de la madrugada, tres minutos

apenas es lo que tarda la criatura herida

en subir la escalera, menos

si va rodando. Casi

no pertenece si aprendo a dominar la presencia, ser fría

tras la máquina, hacer los gestos oportunos y asentir

bajo los techos. Ya casi

no desgasta, existe en la sima pero, desde la tos, parece un

pájaro

desnudo, exilio que se habitúa,

manoplas en descomposición

me descubren América.

 

 

Azahara Palomeque (España)

Es licenciada en periodismo, estudios que cursó a caballo entre Madrid, Lisboa y São Paulo. Pasó un verano de prácticas en el periódico HOY de Badajoz, marchó a Estados Unidos con 22 años, inicialmente como profesora de español en la Universidad de Texas, Austin, y más tarde realizando el doctorado en la de Princeton, New Yersey. Ha obtenido en varios certámenes literarios, y sus poemas y cuentos han sido publicados en revistas de diferentes países, entre ellos: España, México, Perú, Estados Unidos y Cuba.

 

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Virginia Segret Mouro / Mar de Weddell

 


MAR DE WEDDELL

 

Quizá este mar

haya soñado ser de lo inextinguible apasionado

de una rosa roja,

de lo minúsculo de una cereza sangrante

madurando una siesta bajo un tórrido sol.

Y quizá se pregunte cómo era eso

de bañar con otra lengua dulce

la mejilla arcillosa de las riberas calientes

de esta Madre Tierra.

 

Tan abajo del mapa, tan austral,

este pobrecito mar.

 

Quizá, y si pudiera,

este mar elegiría

entregarse en toda su desolada inmensidad

a un lecho de trigos amarillos o de amapolas bermejas,

lúbrico, sumiso en su ternura.

 

Pero está tan al Sur,

tan hirsuto él, tan iracundo,

tan proscrito del beso de los gráciles bajeles blancos,

tan replegado en su propia garganta,

huraño, cejijunto.

 

Ay, este pobrecito mar,

este mar de tan abajo,

que carga todo el peso del planeta,

que soporta en su lomo de animal mesozoico

nuestra precariedad

y el peso y el clamor

de todas nuestras cadenas.

 

                                     II

 

El mar juega a que encanta con su procelosa flauta.

Inflama, pone a arder corazones,

bramadero de coloniales esperanzas.

El mar hechiza con sus promesas.

Promete glorias a la voracidad.

 

Y los barcos de Europa, sudorosos de sed y rapiña,

hienden las aguas, avistan escarpadas costas,

rastrillan los bordes de la noche polar.

Los barcos de Europa, extranjeros,

presagian el desvelo de estas aguas,

incuban días de guerra y zozobra

entre las espesas islas del hielo de esta patria.

 

Y acontece

que el mar recela de las pupilas de azufre

de los navegantes,

de sus bolsas pesadas de relinchos y sombras,

y mira con sus ojos de ballena entristecida

y se enfurece.

Entonces, escupe su espanto y su ira,

terrible como un dios del principio de los tiempos.

 

Muerde el viento la soberbia enhiesta de las arboladuras.

Fisuras en la amaderada llaga.

Zarpazo final.

 

Los barcos de Europa, extranjeros,

navegan las fúnebres aguas.

Los barcos de Europa, extranjeros,

salmodian, abatidos, la música

de maderas rotas y polvo de huesos.

 

El mar juega a que encanta con su procelosa flauta.

 

Temblor de soledades.

 

Virginia Segret Mouro (Buenos Aires, Argentina)

Ha publicado cuentos, para niños y no tanto, dos libros de poemas, "Poemario" (Agon, 1984) y "Memoria" (Último Reino, 2006). Permanecen inéditas mis cuatro novelas: "Annabella"; "Historia del reino de Glabritania"; "La lectora y las rosas"; "Una canción para Elena".

 

jueves, 2 de septiembre de 2021

Damián Jerónimo Andreñuk / Colaboraciones Poéticas (3 poemas )




Serpientes excitadas 

Hay un vértigo maldito que aturde la sangre

cuando las dudas empantanan los caminos.

Hay un insomnio sin mañana

de batallas angustiosas contra el amanecer

y un silencio que se nutre desde la locura.

 

*

Cuando saquear sin compasión

en el sálvese quien pueda

no otorga la felicidad

ni alcanza para redimirnos

se desvanece como espuma nuestro ego.

 Cuando no hay fuego ni disposición

para el combate contra las injusticias

cuando dinero  y temor  nos manchan la alegría

cuando Diógenes de Sinope es un loco desdeñable

sólo una herrumbre mortecina

o serpientes excitadas que se juntan.

...


Lucidez definitiva       

La desdicha me ha quemado los disfraces.

Ya no quiero este sentir mi soledad

como un cuchillo atravesado en las entrañas.

Este dolor inmemorial, esta furia interminable.

Esta dura lucidez definitiva

expulsándome de lujos y engreimientos.

 Mi soledad  es un insólito universo

donde revolotean los murciélagos de la melancolí

y una oscura certidumbre de cenizas.

Pero también una paloma transparente.

Una pradera bajo el sol como único monarca.

Un sagrado testimonio en cada cicatriz.

Una mujer eterna

abismal y prodigiosa

con su aroma a milagro.

 ...


Amor prostituido

Existe una mujer

que cura del amor prostituido.

Del más difícil abandono como una flor desierta.

De siniestros mercaderes.

De la traición omnipresente.

De la impudicia ilimitada.

De los delirios de espuma.

Existe una mujer

que destruye los remordimientos y los odios

con enjambres exaltados de luciérnagas ebrias.

Que afronta y que disuelve las emboscadas del mundo.

Que convierte la inconsciencia y el fracaso

en cenizas o colores.

Existe una mujer

que con un gesto genuino

me cura lo irreconciliable.

Que me disipa los temores infundados

y las dudas y el hastío.

Que me ampara bellamente

del modo que preciso

para volver a ser un niño que sonríe.

...

Damián Jerónimo Andreñuk ( Buenos Aires, ArgentinaHa publicado siete libros: Omisiones (2010), Portales al vacío (2011), Formas concretas (2013), Silencio de crisálidas (2015), Metástasis (2015), Vértigo insondable (2017) y Música del polen (2021). 


martes, 31 de agosto de 2021

Jessica Iancoski / Colaboraciones poéticas ( 4 poemas )

 

 



ROLLOS DE PAPEL DE PELÍCULA

 

como yba

secándose lejos del pie

dedos extendidos

por la codicia blanca

formen una línea

del pulgar al pequeño mundo

movimientos de pinza

roban la mandarina

tratando de extraer

la savia interina

sin que lo sepas

robots pelan

el firmamento

frutas envueltas en etileno

enrollar horizontes

en rollos de película de papel

___

*Yba en Tupi (lengua nativa brasileña) significa "fruta"

 

UNO LO SIENTO POR EL ENTIERRO

 

mientras las enredaderas

caen desde lo alto

del dosel

buscando

la semilla

la gente

cambia su nombre

tratando de aceptar

la mente

yby solo sería lo suelo

pero los hombres infelices

usieron el piso

___

*Yby en Tupi (lengua nativa brasileña) significa “el suelo que pisamos"

 

PILARES

 

ante el sol

una madre

y sus seis hijos

se levantan y

levantan la mano

hacia un dios mudo.

sin que ellos lo sepan

soportan el peso del mundo

para que dos o tres

hombres sin rostro puedan

elevarse hasta la tez

de la luna.

mientras sus

mujeres cantan en tono agudo

sobre las noches más oscuras

de un eclipse profundo.

y los pobres escuchan

con el rostro evaporado

en multitudes

mientras esperan

aplastados

su turno.

 

LOS DIEZ DEDOS DEL SILENCIO

 

el silencio

se aferra

con sus

diez dedos

que estrangulan

las siete vérte

bras cervicales

del cuello

ahogado

como hueso

no sube

ni desciende

se endurece

como carne

y como cáncer

de laringe

colgando

de cadenas

refrigeradas

en carniceros

de los clientes

podridos


Jessica Iancoski es una persona no binaria, escritora, poeta y artista plástica brasileña. Publicado en varias antologías y revistas brasileñas e internacionales. Tenía el poema “Rutina decadente” reconocida por la Academia Paranaense de Letras, a los 16 años. Es la editora de Toma Aí Um Poema, el mayor podcast de declamación de poesía de habla portuguesa, y también una revista literaria digital. Licenciada en Letras por la Universidad Federal de Paraná y en Psicología por la Pontificia Universidad Católica de Paraná.


sábado, 21 de agosto de 2021

Paúl Peláez / Colaboraciones poéticas ( 4 poemas )


  




Llanto a Caracas

 

“Buscas en Roma a Roma ¡oh peregrino!...

cadáver son las que ostentó murallas”

Francisco De Quevedo

 

 

Cómo no hacer canciones tristes con los pedazos de tus calles o las heridas de tus casas si tus tajos abiertos sangran aullidos eres el crujir de un hueso roto el golpe mudo de la bala y la sombra que llena mis ojos porque de sombras están hechos tus restos, Caracas.

Arráncame los ojos

niega que eres una estrella fusilada

niega que tus hijos se apagaron

en la mentira roja de una tarde

                                                                                                                                   

Hoy mis manos lloran

lo que mi pecho ya no puede.

 

Memoria de un domingo en el parque

 

Recuerdo a los pájaros y las nubes

nadando en el césped

y a nosotros sobre ellos

desbordando el aire

haciendo caminos de vientos

peloteando algún astro olvidado

mientras un árbol trepaba al fin

a alguna ardilla

y  el sol se tendía bajo el samán

buscando sombra

pues, arriba brillaban los rayos

de las bicicletas

y los papagayos

y los restos de una tarde

que se iba cansando de a poco.

Yo, sentado con un chupi en la mano,

observaba a la gente pasear

con el universo atado a una correa

...

 

Matrimonio

 

Eres las cortinas que adornan las ventanas de la sala,

La finita luz de los bombillos,

la montaña de zapatos

en el pasillo de la entrada

Y las hojas de nuestra planta muerta. 

 

Eres los colores de los cuadros

que se vierten sobre el suelo

dejando trozos de sí mismos

para convertirse en una cara,

tu cara;

de repente esos colores

dibujan una boca palpitante

que riega por la casa sus latidos

y unos ojos que me buscan

que me tocan

que me abrazan

y me llevan de la mano, no sé adónde.

 

Son tus manos las que bebo, es cierto.

Pero son las mías los cuchillos

que usaste en mi garganta.

 

Mi sangre

 

Estos tiempos de cruces

martillos y clavos

con los que he perforado

mi cuerpo

y que estúpidamente

creí que eran mis piernas,

se han transformado en ciclón,

en soplo maldito

que arrastra mi casa,

esta,

que he construido

con los huesos y arterías

de mis padres

Y ahora, gracias a estos tiempos,

quedó reducida solo

a rastros amargos de sangre,

mi sangre.

 

Temo que es todo lo que podré

dejarle a mi hija.

Esta cruz terrible e ineludible,

con una etiqueta clavada

en lo alto

y que solo

refiera mi nombre.

 

Paul Peláez (Caracas, Venezuela)

Egresado en Comercio exterior de la Universidad Simón Bolívar. Ha realizado talleres de narración, cuentos, ensayos, crónicas y poesía con los escritores Fedosy Santaella, Roberto Echeto y Oriette D’ Angelo, entre otros. La Editorial Barra Libro Editores publicó sus cuentos en su libro de antología del nuevo cuento venezolano titulado “Desarraigo olvidado y permanencia triste”. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 20 de agosto de 2021

Luis Tomás / Colaboraciones poéticas ( 3 poemas)

  

 




Quierología

 

quiero que sea suficiente con la luz

para mi oscuridad,

que baste con la lluvia

para saciar la sed de los mares,

que la mirada

no se entrometa tanto con el tacto,

con el gusto,

quiero que los sueños se conformen

con su pista de despegue, de aterrizaje,

con la cama que ya no es la misma,

que la ciencia del aguacate

me rescate con su arte,

con su desenlace,

quiero que la división deje de meterme

en líos con la multiplicación,

que el presente deje de pensar

en el futuro,

de acordarse del pasado,

que el agua y el aceite lleguen

por fin a entenderse

y que las manos dejen de meter

la pata,

quiero que el gris no pare de exclamar:

¡Soy blanco! ¡Soy negro!

y que la lengua

me la sirvan con música y vino

mas no siempre sin pelos,

mas no siempre sin espinas

el pescado que le robé a la vida

 

al césar lo del césar

 

¡no se equivoque!

la alegría

es igual de perniciosa.

bastante tengo

con mi porción

de la tristeza.

¡No lo envidio a Ud.!

 

Odiología

 

odio tener que hacer acto de presencia

en paños menores

y enunciar mis odios,

avergonzando a mis escasos amores,

a mis escasos patrocinadores,

odio cuando la ignorancia

se viste de inocencia,

cuando la villana de la peli 

se hace pasar por la mosquita muerta

y me atrapa,

odio tener que acercarme a la ventana

para concluir que nada ha cambiado,

que todo sigue igual de bien,

que todo sigue igual de mal,

odio tener que seguir jugando a las escondidas

para ver si me encuentro,

para ver si me identifico

y si sigo vivo,

odio cuando el querer me acusa de ingrato,

me tira en cara

todo lo que me ha provisto

cada vez que trato de zafarme

de sus garras,

odio tener que recordarle la hora al reloj,

la edad al amor

y tener que sacar a pasear al paraguas, 

como quien saca a su perro los domingos,

para saciar su sed,

odio tener que hacer de camarógrafo,

tener que grabar y en alta definición

el constante ménage à trois

del presente, del pasado y futuro,

odio tener que aceptar

que esto no va a poder continuar

 

Luis Tomás (Santiago, República dominicana)

Reside en los Estados Unidos, donde estudió filosofía y ciencia política en la Universidad de la ciudad de Nueva York, Hunter College. Su poemas  se han  publicado en Canadá,  México, Venezuela,  Perú. Su poema “al oído” obtuvo el segundo lugar del  certamen internacional toledano  “casco histórico”.