jueves, 18 de marzo de 2021

LAS ASESINADAS / Gioconda Belli




LAS ASESINADAS

El pequeño pie de la mujer
Sobresale bajo la sábana.
Bonito el pie, delicado.
De seguro le gustaría andar con las uñas pintadas
calzar altos zapatos elegantes.
El otro pie, todavía conserva
la sandalia de diario, de trabajo
ésa incluso tiene una pequeña plataforma.
No es difícil imaginarla contenta y dicharachera
vendiendo naranjas o verduras en el mercado
—¿Qué va a querer, doñita, le doy buen precio—
Hablando con la vecina del tramo
mientras se sopla con el trapo
porque hace calor
Es de las que llegan a la casa y sientan al hijo a hacer las tareas
-estudiá muchacho, si no nunca vas a ser nadie-
y lava y plancha
y ya cuando el hijo duerme
mientras ve las noticias en el pequeño televisor
frente a la cama,
saca la lima, la acetona, se saca la laca vieja de las uñas
y se las pinta con cuidado en lo que pasan los anuncios.
Al día siguiente,
el esposo, el amado o el descartado
llegará con los celos, la pendencia, el orgullo.
Será el grito, el manotazo
La matará hundiéndole un cuchillo en el pecho.
Todavía incrédula.
Ella caerá al suelo de espaldas
En la foto del periódico
nosotros veremos el pie delicado
asomar bajo la sábana que tapa su cadáver.
Veremos el otro pie todavía con la sandalia puesta.
Pies tristes. Ya sin dueña que les pinte las uñas.
Pies tristes. A diario.
Contando la misma historia.
Gioconda Belli

Gioconda Belli Pereira (Managua, 9 de diciembre de 1948) es una poeta y novelista nicaragüense

jueves, 11 de marzo de 2021

TESTIGO DE EXCEPCIÓN / Francisca Aguirre




TESTIGO DE EXCEPCIÓN

Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.
Francisca Aguirre

Francisca Aguirre Benito (Alicante, 27 de octubre de 1930 - Madrid, 13 de abril de 2019), también conocida como Paca Aguirre, fue una escritora española, nombrada Hija Predilecta de Alicante en 2012 y Premio Nacional de las Letras en 2018.

jueves, 4 de marzo de 2021

LA MANO EN EL ARADO / Ruy de Moura Belo

 



LA MANO EN EL ARADO

Feliz aquel que administra sabiamente
la tristeza y aprende a repartirla entre los días
Pueden pasar los meses y los años nunca le faltará
Qué triste es envejecer a la puerta
entretejer en las manos un corazón tardío
Qué triste es arriesgar en humanos regresos
el equilibrio azul de las extremas mañanas de verano
a lo largo del mar que nos transborda
en el demorado adiós de nuestra condición
Es triste en el jardín la soledad del sol
verlo desde el rumor y las casas de la ciudad
hasta una vaga promesa de río
y la vida pequeñita que se concede a las uñas
Mas triste es que tengamos que nacer y morir
y que haya árboles al final de la calle
Es triste ir por la vida como aquel
que regresa y entrar con humildad engañados muerte adentro
Es triste en el otoño llegar a la conclusión
de que el verano era la única estación
Pasó el viento solidario y no lo conocimos
y no supimos ir hasta el fondo del verdor
como ríos que saben dónde encontrar el mar
y con qué puentes con qué calles con qué gentes con qué montes convivir
a través de palabras de un agua ya dicha para siempre
Pero lo más triste es recordar los gestos del día siguiente
Triste es comprar castañas después de la corrida
entre el humo y el domingo en la tarde de noviembre
y tener como futuro el asfalto y mucha gente
y detrás la vida sin ninguna infancia
volviendo a ver todo esto un tiempo después
La tarde muere a lo largo de los días
Es muy triste andar entre la ausencia de Dios
Pero, poeta, administra la tristeza con sabiduría
Ruy de Moura Belo

Ruy de Moura Belo (São João da Ribeira, Rio Maior, Portugal, 27 de febrero de 1933 - Queluz, 8 de agosto de 1978) fue un poeta portugués.

lunes, 1 de marzo de 2021

SOBRE UN POEMA / Herberto Helder

 



SOBRE UN POEMA

Un poema crece inseguro
en la confusión de la sangre,
sube aún sin palabras, solo ferocidad y gusto,
tal vez como sangre
o sombra de sangre por los canales del ser.
Fuera existe el mundo. Fuera, la espléndida violencia
o los granos de uva de los que nacen
las raíces minúsculas del sol.
Fuera, los cuerpos genuinos e inalterables
de nuestro amor,
los ríos, la gran paz exterior de las cosas,
las hojas durmiendo el silencio,
las semillas a la orilla del viento,
- la hora teatral del posado.
El poema crece tomándolo todo en su regazo.
Y ningún poder destruye ya al poema.
Insustentable, único,
invade las órbitas, la cara amorfa de las paredes,
la miseria de los minutos,
la fuerza sostenida de las cosas,
la redonda y libre armonía del mundo.
- Abajo el instrumento perplejo ignora
la espina del misterio.
- Y el poema se hace contra el tiempo y la carne.
Herberto Helder

Herberto Helder de Oliveira (Funchal, Madeira, 23 de noviembre de 1930 - Cascaes, 23 de marzo de 2015)1​ fue un poeta, periodista, bibliotecario, traductor y escritor portugués.

viernes, 26 de febrero de 2021

BÚSQUEDA / Rolando Cárdenas

 



BUSQUEDA

A veces es bueno abandonarse al propio olvido
como si el saber sonreír
fuera más fácil que morder una fruta.
Ir por las calles perfectamente solo,
sin más compañía que nuestra cotidiana tristeza y nuestros pasos,
amando una vez más la sencillez del aire
de la manera como se recuerda la infancia,
o ese otro tiempo pulverizado
cuando se buscaban las primeras estrellas en las charcas.
Es bueno sentarse entre amigos y vasos
a observar como todos abandonan algo suyo
en la música que los impulsa y transforma en seres sin huesos,
mientras la noche trepa por los muros
buscando también dónde esconder su espera,
y después salir hacia el alba
con un poco más para alimentar futuras soledades.
Es bueno comprender que estamos hechos de recuerdos,
un poco de tiempo que crece sin escucharnos
y de muchas cosas que no comprendemos.
A veces es bueno detenerse a contemplar la hoja que cae
cuando la palabra primavera
no es lo que nosotros quisiéramos que sea.
Rolando Cárdenas

Rolando Cárdenas Vera nació en Punta Arenas, el 23 de marzo de 1933 y murió en Santiago de Chile, el 17 de octubre de 1990. Poeta chileno de la Generación del 50.

miércoles, 24 de febrero de 2021

Rafael A. Marín Rada / (3 poemas)

 


Derrumbe


No importa cuán alto se dispare el día

siempre ha de ser una presa poderosa que se deja convencer

                                                                                                          que se tumba lento

El derrumbe es a todo margen

                                                           Los salientes

                                                           las esquinas

                                                           los bordes que se resisten

Las ventanas donde se abandonan recuerdos          

ofrendas     

votos de ultima urgencia

Fragilidad en las huellas

gravidez en el sonido

La reverencia de lo oscuro acariciando el final:

voz impredecible en la desnudez que nadie ve

 

La tarde la hacemos todos            pero siempre será una sola


...


Mundaza

 

Caminar

celebrando el rostro que queda de otras épocas

 

Ser afán que se revela en la huella

            descubrirse en el camino 

                                               para entender lo que somos sin el tiempo

 

Convertirse en testimonio

honrando cada esquina              

                                                                       festejando el entusiasmo puntual de los loros

 

 

 

La senda abre su historia narra los trances    

                                               hace del mundo una secuencia de capas

que vemos en perspectiva

                                                                                                                      y no de fondo

 

Traducir las sombras es presagiar la noche

                                    ser oscuridad para captar la luz

 

                       finalmente    en ambos      hay un tránsito vital

                                               una mudanza de espíritu             sobre el mismo cuerpo


...


Mareas 


Voy hacia ti con el sudor de las mareas

la energía de los astros a pie descalzo

 

 

Voy hacia a ti con mis señales

la biología en cada molécula

 

Háblame de andar manchado de café                     (como un placer bautismal)

Estallar de amarillo a primera luna

 inventando el fuego a mano alzada

 

Confieso la calidez en tus hombros              y el roce de la bienvenida

 

Celebro la historia del desierto

                        la causa de las mañanas

                                   la promesa de tus caballos en mis manos

 

Voy hacia ti como un cauce brillante

                                               Un torzal de luz

                                               Un puñado de sal



Rafael A. Marín Rada (Caracas, 1976)

Licenciado en Administración de empresas (URU, Maracaibo).De 2015 a 2020, participó en 8 talleres de poesía dictados por el profesor Carlos Ildemar Pérez.  En 2017 y 2018 fue invitado a participar en el Sexto y Séptimo Festival de Poesía de Maracaibo.En 2020 de la mano de LP5 Editora, presenta “Sumario”, un compendio de textos breves de carácter reflexivos. Ese mismo año, se le otorga mención honorifica en el I Concurso Internacional J. Bernavil por su poema “Indeleble” el cual fue publicado recientemente en la antología de dicho concurso.En 2021 planea compartir “Ídem”, su nueva propuesta poética


lunes, 22 de febrero de 2021

Javier Cevallos / Piel

 



Piel

 

La contemplación del otro

es el umbral del placer.

 

Imaginar las formas y repetirlas hasta el hastío;

presentir gestos, gemidos,

arqueos, sudores, mordiscos,

lenguas que cierran párpados y, ávidas, los abren de nuevo;

intentar el susurro obsceno

que abre insospechadas grietas.

 

Labio apretado contra corva, dedos crispados.

Labio apretado contra talón.

 

Polvo que abrasa las comisuras,

polvo,

que se arrebola en volutas deseadas.

 

Palabra que no acierta

hallar el lugar propicio

y detener su letanía:

 

Mi amada es planicie inconmensurable...

 

Vano intento de mirar alrededor,

la palabra agoniza

corcoveando entre los pastizales,

inflamada de tanto deseo.

 

Triste condena la de codificar el mundo;

condenación para el que así ha hablado.

 

Oídos claudicantes y lengua victoriosa:

la distorsión gobierna mis pesares

haciéndolos discurso soberano

y pereza consuetudinaria.

 

Javier Cevallos (Quito, Ecuador -1976)

Editor de la revista de creación literaria Ourovourus. Ha publicado el poemario La ciudad que se devoró a sí misma. Su trabajo consta en Ciudad en verso: antología de nuevos poetas ecuatorianos.