lunes, 30 de noviembre de 2020

María Eugenia Caseiro / Crecen violetas en el ático

 



Crecen violetas en el ático

 

Viajo al corazón

en la oscura membrana de la noche

dejando algunas cosas sin nombrar.

 

Pulso el botón que enciende las arañas

y allí están:

crecen violetas en el ático.

 

Viven en el frío del pasado

tras el marco

donde mueren las palabras,

en los dedos de la otra,

la que se sienta a bordar el fuego

bajo una franja de sol

y me intuye en esta brevedad

de no ser yo

en mi dulce vacío

contemplándola.

 

Las violetas escondidas de la lluvia

crecen en el ático

hasta quedar a salvo de las murmuraciones.

 

María Eugenia Caseiro (La Habana, Cuba)

Reside en Estados Unidos. Narradora, poeta, ensayista, prologuista, incursiona en la reseña crítica. Ha sido distinguida con premios literarios en ambos géneros: poesía y narrativa, y obtenidos reconocimientos especiales, y diplomas por talento artístico y labor en beneficio de la difusión de la cultura. Ha participado como jurado en certámenes literarios de poesía y narrativa. Es miembro colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (ANLE) y de la Academia de la Historia de Cuba en USA

sábado, 28 de noviembre de 2020

Zoé Valdés / (2 poemas)

 



Respuestas para vivir

 

Hasta aquí he leído a Juana Borrero y me siento

antigua.

Y mis piernas tienen miedo de correr hacia tus ojos

cuando el retrato de mi presencia llora señales

nefastas.

Llegan las vacaciones donde nunca pude haber sido

el universo

y quedaba en el modelo del milagro,

mientras las fiebres me volvían inocente…

 

Castidad, castidad

 

Castidad, castidad, qué de crímenes

se cometen en tu nombre.

-Jaime Gil de biedma.

 

Yo nunca fui casta

regodearnos con el sexo es una hipocresía riquísima

no lo niego

pero yo nunca pude ser hipócrita yo voy al grano

directa y sin límites

sólo las sosas se las dan de interesantes

yo soy inteligente

por eso cuando quiero un hombre no lo pido con melindres

le voy pa’ arriba y lo asalto y me le aferro

pero por eso también he tenido poca suerte

porque ellos se cansan rápido de las puticas ladillosas

Yo nunca fui casta

en cuanto cumplí la edad de la pubertad

cuidé mi cutis restregándome con los machos

ni un granito me salió por exceso de masturbaciones

yo a decir verdad no andaba creyendo en virginidades

yo me crié en la calle al garete

y mi sexo iba conmigo

Yo nunca fui casta zorra sí

nadie me enseñó la malicia yo nací con ella

muy temprano empecé a latir y no masacré mi ritmo

Yo nunca fui casta ¿para qué sirve ser castos?

Si aunque sea con terror temblando de precauciones

amarnos es lo único que nos queda.



Zoé Valdés (La Habana, 2 de mayo de 1959)

Es una escritora cubana de poesía, novela, ensayo y guiones cinematográficos. Colabora en numerosas publicaciones periódicas españolas y francesas, como El País, El Mundo, El Semanal, Qué leer, Elle, Vogue, entre otras en España. Y con Le Monde, Libération, Le Nouvel Observateur, Beaux Arts, Les Inrockuptibles, Art Absolument, El Economista, Ecodiario, El Universal de Caracas, Libertad Digital en España, entre otros. Ha participado en muchos festivales literarios internacionales y ha ejercido como miembro del jurado de prestigiosos concursos.Su obra ha sido traducida a diversos idiomas. Su novela La mujer que llora ha sido traducida al francés y al inglés, en Editorial Arthaud y Editorial Skyhorse Publishing en Estados Unidos (2016).


viernes, 27 de noviembre de 2020

Marilina Rébora / Dios existe

 


Dios existe 


Dos de la madrugada. En trémula zozobra;

los silencios, vivientes; la oscuridad sin borde;

cuando la fuerza falta y la tristeza sobra,

en soledad infinita para estar más acorde.


De improviso resuena el son de un benteveo

con tono tan alegre que regocija el alma,

y es tal la donosura de su simple gorjeo

que sonrío, infantil, renacida la calma.


Y digo: Dios existe; es El quien me conversa

como a niña medrosa perdida en la espesura,

para que no me queje sintiéndome en olvido.


La breve melodía, al viento se dispersa.

Y me quedo pensando por tierna conjetura:

¿en qué rincón de cielo habrá colgado un nido?

 

Marilina Rébora (Buenos Aires, Argentina 1919 - Buenos Aires 1999)

Poeta y prosista Argentina. Estudió dibujo y pintura junto a Ernesto Riccio, Vicente Puig, Susana Aguirre y Horacio Butler. Expuso sus obras en diversos salones y se halla representada en museos argentinos.

jueves, 26 de noviembre de 2020

Mía Gallegos / El ojo de la aguja

 





El ojo de la aguja 


Al amor llegué con un grito de seda

y puse las dos mejillas,

el cuerpo y la conciencia.



Nada quedó de mí,

ni siquiera una carta,

ni siquiera un espejo en donde reconocerme.

Mas aprendí a pasar

por el ojo de la aguja,

es decir a perdonar sinceramente.

A dejar la piel en el alambre,

a dolerme desde los pies

a la cabeza.



Lo perdí todo.

Y cuando entendí que no sabía defenderme de la gente,

respondí con una bofetada de ternura,

porque yo sé

que sólo los dulces heredarán la tierra.


 

 Mía Gallegos (San José, Costa Rica 1953)

Poeta y narradora, tiene una larga y galardonada trayectoria profesional. Su obra ha sido traducida al inglés y al francés. Entre sus publicaciones, destacan Golpe de albas (1977), Los reductos del sol (1985), El claustro elegido (1989), Los días y los sueños (1995), El umbral de las horas (2006) y Deslumbrada (2013). Ha sido distinguida con el Premio Joven Creación (1976), el Premio Alfonsina Storni (1977), el Premio Rubén Darío del Verso Ilustrado (1983), el Premio Nacional Joaquín García Monge (1984) y el Premio Nacional Aquileo Echeverría (1985).

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Adriano Corrales Arias / La casa del poeta

 



 

La casa del poeta

 

La casa del poeta es un refugio

el misterio de sus manos en la sangre extendida

 

 

Hasta ella llegan las muchachas temerosas

los chicos balbuceantes

a encender la lámpara del vino

la estufa de la memoria

 

 

En los estantes cuelgan los trofeos de la noche

acuarelas del primer beso desteñido

uñas de gato zarpas de pantera

aguafuerte de batallas milenarias

faldas de mujeres olvidadas

máscaras antigases para el mitin de lo posible



Adriano Corrales Arias (San Carlos, Costa Rica 1958)

Es un poeta, ensayista y narrador costarricense. Desde los años noventa, principalmente, se ha intensificado su labor como promotor y editor cultural, pues ha generado espacios para la lectura y los talleres de poesía, mientras ha preparado antologías sobre poetas costarricenses y centroamericanos. Del mismo modo, ha sido uno de los organizadores de ya cuatro Encuentros de escritores centroamericanos y del Caribe. Actualmente dirige la editorial independiente Arboleda.



 

martes, 24 de noviembre de 2020

Mariella Nigro / Orden de ser

 




Orden del ser

 

Veo en mi madre

la estirpe del espejo.

Convexo o cóncavo,

en rara múltiple forma me reproduce.

En el sueño

vuelca el reloj de arena su polvo de estrellas;

sobre el hueso de madre,

la blanca ceniza del futuro.

Me veo desde adentro de sus ojos,

en mi brazo se anuda su fina vena,

en su ahogo respiro:

vengo desde mi muerte de mañana.



Mariella Nigro (Montevideo, 1957)

Poeta. Doctora en Derecho y Ciencias Sociales. Obtuvo varios premios nacionales y municipales, entre ellos, en los Premios Anuales de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura en Poesía édita e inédita, y en ensayo de arte inédito. Tiene publicados cinco libros de poesía, entre los que destacamos El río vertical (Artefato, 2005) y El tiempo circular (Yaugurú, 2009). Ha colaborado con poemas, breves ensayos y textos jurídicos en diversas revistas literarias y publicaciones universitarias, nacionales y del exterior. Ganó el Premio Bartolome Hidalgo con Después del nombre.


lunes, 23 de noviembre de 2020

Sylvia Riestra / (2 poemas)


 




Secretos de familia

 

I

Hay una forma de no estar

en las mujeres de algunas familias

todas o casi todas

unas más otras menos

tienen un cierto aire

de abstracción de fuga tangencial

es un cromosoma

que crece debajo de las alas

en el caudal del apuro

en la ausencia de los ojos

en ciertos gestos

y sobre todo

en larguísimas conversaciones

sobre nada

se manifiesta en la adolescencia

- o antes -

se trasmite cristianamente

en forma de virtud

de renuncia o de resignación

 

a veces puede mutarse en rebeldía

otras en vocación

pero no es difícil oír

el esfuerzo colectivo familiar

- solidario o cómplice -

para acallar ese cromosoma

que sangra y no se detiene

 

Mujeres

 

son tantos los obstáculos

para llegar a ese lugar pequeño solitario

 

mujeres de tez oscura

cuidan una fuente que allí nace

o lo que de ella brota

o sus alrededores

o su propio cuidado

y no se sabe si es fuego agua piedra

o tan sólo aire

 

pero las mujeres

cuidan velan encienden sostienen



Sylvia Riestra (Montevideo, Uruguay - 1958​)

Es una escritora y profesora uruguaya de literatura.También ha intervenido con poemas, notas críticas, y reportajes, en diarios, revistas y libros de su país y del extranjero. Libros publicados: Pliegos de arte y poesía, Delmira y su mundo, Estruendo mudo, Ocupación del miedo, La casa emplumada, Entre dos mares, Palabras de rapiña.

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

Catalina Espinoza / (3 poemas)





Martes

 

Dice que barra desde afuera hacia dentro

para que vuelva como vuelve la mala suerte

acumulando tierra bajo los pies.

Prefiero dispersar el polvo por la casa

moverme al son de la música ennegrecida

resguardar este canto sobre ollas hirviendo.

Me explica que al piso de madera

también se le saca brillo:

pasas tanto el trapo que puedes sentir

la transpiración salir

del espacio entre la nariz y la boca.

Intento dejar todo bien limpio

pues sufrimos, pero nos sobra cloro

y con eso alcanza para toda la semana.

 

No nos ponemos de acuerdo

somos dos acribilladas en la misma cocina.

Sus manos llenas de hendiduras

predicen mi futuro, entonces ella debiese

ser una carta del tarot

pero sólo sabe de encierro, gas y parafina.

Dice, que somos dueñas de esta casa

y parece su lengua condenada a la sentencia,

mientras tanto remojo

más que mi cuerpo en agua con sal.

 

 

Miércoles

 

La familia repara en lo podrido:

primero fueron las cestas de fruta

ennegrecidas sobre el comedor

luego los gorgojos en las legumbres

y la carne agusanada de los niños.

No hay como disolver la pestilencia

pues los hombres se han dormido

y las mujeres jóvenes

huelen el cuerpo de los sobrevivientes.

 

 

Sábado

 

Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa

pero el de aquí hasta allá del patio

permitió que nos extendiéramos

sobre el vacío de los maceteros

estirando los brazos y las piernas

después del lavado.

Secarnos bajo el sol junto a los paños de cocina

era buen ejercicio matutino

y de vez en cuando estilábamos por la casa

al ritmo de disparos o bengalas

derrumbando el silencio del pasaje.

Nuestra calle era nuestro precipicio

un canal adherido a la cicatriz

hedionda de la infancia:

Cinco de Abril hasta el hartazgo

de monumentos y fantasmas.

Nunca tuvimos cuerda para colgar la ropa

ni ropa para ser colgada.

Mirar la lavadora y meter la mano

como quien pierde con el agua:

todo o nadar

y preferimos nadar

cambiando el curso de la calle.

El agua sucia inundando las esquinas

mientras sonaba música de fondo:

la sinfonía sabática

con olor a detergente y a desuso

el breve encanto de la balada

arrullando este desastre.

 

duélanse conmigo en este arrullo de niña.


 

Catalina Espinoza (Santiago, Chile 1987)

Licenciada en Literatura Hispánica y Chilena por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Magister en Literatura Latinoamericana y Chilena en la Universidad de Santiago de Chile. Ha sido becaria de la Fundación Pablo Neruda en dos ocasiones: el año 2009 en La Sebastiana, Valparaíso; y el 2012 en La Chascona, Santiago. Parte de su obra ha sido publicada en diversos formatos, destacando: Antología 10 años de poesía en Balmaceda (Balmaceda Arte Joven2009), Entrada en Materia: 17 poetas jóvenes chilenos (Altazor, 2014), Niñas con Palillos (Balmaceda Arte Joven, 2014), proyecto desarrollado junto al colectivo homónimo y ganador de la Beca Jóvenes Talentos de la Fundación Mustakis; y Parias, Poetas y Borrachos, Antología a cargo del poeta y amigo Patricio Contreras (Anagénesis, 2016). Actualmente hace clases de Lengua y Literatura en la periferia de la ciudad.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Andrés Urzúa de la Sotta / (3 poemas)




 

de GALERÍA

 

1

 

Abres la puerta:

 

un cono naranja

en una habitación blanca.

 

En el suelo, cenizas

y la sensación de haber ingresado

al eco de una fiesta:

 

una mosca rebota con su reflejo en la ventana.

 

2

 

El televisor está encendido:

la antena se une con su sombra en la pared.

 

En la pantalla refulge un arco iris

y frente a ella

 

—sobre un cojín violeta—

 

un oso de peluche parpadea.

 

3

 

Las cortinas están levemente abiertas.

 

Una larga y angosta franja de luz

se proyecta en la pantalla del televisor.

 

Los visillos flamean como banderas.

 

 

FRESIA ASTUDILLO

 

La cancha de tenis es una página en blanco. Los tenistas escriben sus golpes con precisión. Entrenan leyendo a sus adversarios y a sus predecesores. Escribir es aprender la exacta técnica del servicio. Es intentar un ace o un passing shoot, pero dejar siempre la pelota en la malla. Tu adversario lo sabe. Él también debió pasar días enteros entrenando, mascando el amargo sabor de la derrota. Pero nada de eso importa demasiado. No juegas para ganar, sino para aprender a persistir. Ese es el gran desafío. Pese a la imposibilidad de la victoria, insistir en el oficio de jugar. Insistir en el oficio de escribir.

 

ROSA VERA

 

Ahora que estoy

frente al sepulcro

te confieso: siempre

supe que el trofeo

que gané a los

nueve años

era bañado

en oro falso.

Nunca te lo dije

pero esa misma

tarde en que pintabas

el trofeo con spray

yo te miré por el

cerrojo de la puerta

y pensé que la victoria

era una cosa despreciable.


 

Andrés Urzúa de la Sotta (Viña del Mar, Chile 1982)

Escritor, editor y gestor cultural. Es licenciado y magíster en Literatura. Publica los libros Galería (2012), Zapping (2014), Tetris (2015), Play (2015) y Formas de volar (2017), además de la plaquette El lenguaje de las piedras (2015). Ha obtenido diversos reconocimientos literarios, entre los que destacan la Beca Fundación Pablo Neruda (2006), el Premio Arte y Poesía Joven (2008), el Premio Juegos Literarios Gabriela Mistral (2009), el Premio Internacional del Poesía Roberto Juarroz (2014), el Premio Haz tu Tesis en Cultura (2015) y la Beca de Creación Literaria del Fondo del Libro en cinco oportunidades (2008, 2012, 2013, 2015 y 2018). Es editor general en Libros del Pez Espiral y organizador de A Cielo Abierto – Festival Internacional de Poesía de Valparaíso.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Tanussi Cardoso / (2 poemas)

 




“silencio antes de nacer, silencio

después de la muerte, la vida es puro ruido

entre dos silencios insondables” 

Isabel Allende

 

Sobre el nombre de las cosas

 

Para Luiz Ruffato

 

I

 

porque todos los misterios son santos

no nombraremos el nombre de las

cosas.

aún que los desiertos florezcan

y el caos de las lluvias nos transborden,

de ellos, la sangre

no diremos.

 

IV

 

cuando caminábamos

en la arena,

nombres no habían.

habían el mar sin nombre,

el cielo, las frutas,

las huellas de los pájaros

y el sueño sin nombre había.

todo era simple.

simples hombres

sin nombrar.

 

VI

 

¿quién nos lleva en los hombros?

¿quién nos bebe la lengua?

¿a quién decir, quiero?

¿a quién decir, preciso?

¿a quién decir, inocentes?

 

VIII

 

vivimos dentro de nosotros.

extranjeros.

recorremos carreteras,

calles, ciudades, desnudos y

extranjeros.

cada sonrisa, cada

abrazo, extranjeros.

nuestros mares y navíos,

extranjeros.

 

XI

 

es que

los nombres no dichos se esquivan

y el Verbo

que era barro

se hace

aire.

 

 

fiat lux

 

para Cristina da Costa Pereira

 

el tiempo

viene de los pies y de las manos y del agua y de los vientos

y de la tierra

y del fruto del vientre de las madres

viene de los árboles

de la paz que brilla en su cáscara

nace de la pureza de la sangre de las arenas

de la existencia de la hoja en blanco

de los ancestrales recuerdos del carácter mágico

de las palabras

 

el tiempo

nace de la escritura de los pájaros

o de su canto

o de la risa del primer gallo en la primera mañana

o antes

cuando la idea de un Dios quemaba los ojos

y los niños jugaban

en el soplo de la espuma del verso de los poetas

 

viene de la seda de las abejas

de la piel de las tortugas

del encuentro de la araña y su red

del ínfimo grano de arena de los desiertos

 

el tiempo

comienza en ti

en tu gemido delante del ombligo de la luna

y de las espirales de las nubes

nace de las ciudades invisibles

del movimiento que existe en el juego del creador

y de la piedra fundamental

nace del amor de los lagartos

de las uvas molidas para el vino

del fuego de los volcanes

de los cielos y de los parques

del espíritu que perfuma el aire

nace del misterio gozoso

que existe entre la espina y la rosa

de los relámpagos que iluminan los cabellos

de la primera hormiga en su labor diaria

de las alas de los peces cuando estos vuelan

 

el tiempo

nace del acaso de las galaxias y de las estrellas

del humus de las lluvias

nace de la memoria del polvo

de los incendios del deseo

viene ungido por los dolores de los profetas

nace del vuelo de Dios y su sudor

y del dedo del sol entre las sombras

 

el tiempo

resiste en la sonrisa lenta de la noche

ofreciéndose a la boca estelar y melancólica

de la aurora mas larga

y armoniza el silencio

coge la miel

y nos hace estremecer

 

solos y humanos

 

 

Tanussi Cardoso (Rio de Janeiro Brasil, 1946)

Es poeta, periodista, abogado, licenciado en inglés, crítico literario y escribe letras para canciones. Ha publicado entre otros desintegración (1979), boca maldita (1982), viaje en torno de... (2000). Participó en la antología titulada Ríos con destacados poetas brasileños contemporáneos de la editorial Íbis Libris el año 2003 entre ellos Elaine Pauvolid, Márcio Catunda, Ricardo Alfaya, Thereza Christina Rocque da Motta.