miércoles, 31 de diciembre de 2008

GUSTAVO CÓRDOBA


HAY OTRA VASTEDAD

Hay otra vastedad
detrás de nuestros párpados,
no sé aún si más fría
o dulce que la tierra.

Antiguos naufragios la circundan,
olvidadas expediciones de sueños,
desde cuyas velas, desgastándose al sol,
viejas palabras dicen adios eternamente.

Hay otra vastedad
detrás de nuestros párpados.
Cruzan su espacio puentes interminables,
colgando hacia la nada,
como miradas suspendidas que duermen,
soñándose a sí mismas,
saliendo de otro rostro,
cayendo en otro abismo.

Hay otra vastedad
detrás de nuestros párpados.
De ignotas latitudes,
sin ángulos ni rostros,
A veces, tras los arcos de sus vetustas puertas,
tendemos nuestra piel al sol,
para secar sus sueños de húmedas madrugadas.

Hay otra vastedad
detrás de nuestros párpados.
Y es siempre el hombre solo quien la habita.
Encendemos antorchas cada noche,
y abrazamos en el sueño nuestra sombra.


Tributo ( A la memoria de Vicente Gerbasi, Padre de mi Poesía)

I

¿Acaso recuerdas quién tomó en sus brazos
todo tu sueño de abeja desde las maderas crujientes
y deslizó bajo tus pies arena y conchas de mar,
y un salitre en las rocas que tú no conocías?
Tú sólo sabes que tus ojos, atónitos,
atrapados por la piedra, en un segundo,
te llevaban hacia una colina del cielo,
donde una procesión de paredes y puertas
subía lentamente hacia un viejo campanario
que parecía abrazar sus soledades,
como en una extraña anunciación.
¿Qué sintió tu piel aquella tarde?
Una brisa sopló sobre tu rostro
como un batir de alas,
mientras tu mirada colgando,
narraba visiones de eternidad.

¿Qué ecos te hablaron desde los precipicios
con voces de poderosas lejanías?
Nunca lo supiste,
pero en ese instante
todo a tu alrededor cesó, y el tiempo se detuvo,
y fue todo un silencio.

Calló el viento, y enterró sus murmullos azules,
en las copas de abetos y castaños.
Durmieron los pájaros,
y eran eclipses diminutos en el cielo.
Callaron su adiós los barcos que partían,
calló también el mar hasta los confines del golfo,
y las olas se marcharon con peces
que callaron hacia las profundidades.
Entonces,
algo cruzó tu frente como un relámpago,
se agitó tu sangre dentro de ti,
y una conmoción de signos bajaron en tropel hacia tu ser,
con voces que pronunciaban tu nombre
con la fuerza de antiguos vendavales,
viniendo hacia ti desde los siglos.


II

Cuando el leve beso de tus pasos
alzó tu cuerpo de ángel por encima de las piedras,
misteriosas ondas como corrientes telúricas
recorrieron los fundamentos de la tierra,
desde el Policastro
hasta más allá de las cimas apeninas,
con vapores y crujidos de lozas en los camposantos
de ciudades eternas y de aldeas sin nombre,
desde donde tus ancestros esperaron en el sueño
que el mar te devolviera,
jugando sobre las crines de caballos alados.

Sí,
la propia sangre siempre es un enigma,
lloviendo en la memoria con ojos de fuego,
con garras afiladas pulsando en nuestras sienes,
con líquidos que brillan entre las grietas del mundo,
y es voz rasgando el velo de gigantescas sombras,
llamándose a sí misma,
llamándose;
llamándonos.

Y es verdad que el hombre es solo un sueño.
Un sueño de la tierra,
pero al fin, es sólo un sueño.
Desde que llega, habitando los altares
para sentir los cantos como viniendo de la piel,
arrullándolo sin prisa entre aguas salobres,
hasta que retorna como azogue a la tierra,
entre piedras humeantes y con sus nuevos brillos,
como una pieza más de un gran rompecabezas,
armándose por siempre en el azul de siglos.



III

En un rincón la tarde me hizo llegar tu pena
escondida entre las hojas de los restos de un libro,
que me hablaba de ausencias,
con uvas,
nocheviejas,
y extrañas soledades,
de tristezas volando a oscuros cementerios,
para velar los labios cerrados de la madre.
Mi calle de ciruelas, de jobos y almendrones,
la que habitó mi infancia perdida en el recuerdo,
con los ojos poblados de amarillas cometas,
me trajo tu secreto aquella tarde,
brillando entre los resplandores de un sueño.

Y antiguos caminantes salieron en tropel desde la sombra.
Llegó hasta mí tu canto;
prendió tu angustia en mí.

Ignoro qué misterio se esconde a mi intelecto
oculto en cada hora, detrás de cada paso,
A veces llega a mí la certidumbre
de designios del cielo alcanzándolo todo,
envolviéndolo todo con su aliento de estrellas.

Mi lento exilio de la tierra nace en ti;
en tu palabra grave que, señalando el día,
en aquellas horas tempestuosas de mi juventud,
me iluminó un camino en la oscura penumbra,
como la luz de un faro en medio de mis soledades.
En este exilio eterno hacia la luz,
a orillas de la noche también yo me detengo
a entregarte los versos que sembraste aquella tarde,
son tuyos,
los devuelvo.

Ellos crecieron debajo de estas islas,
en su limo brillante, como crisálidas del mar.
Crecieron hacia el fondo de la sangre,
hasta tocar sus cuerdas más primitivas.
Crecieron en las alas y los trenes del exilio,
aun en el rumor de las olas de playas del olvido,
crecieron sin saberlo.
Crecieron en los muros de antiguos campanarios,
y fueron poblándolo todo,
hasta que ardió en el pecho su lamento solitario.

Enciéndelos tú,
haz que iluminen tus huellas
hacia las profundidades del universo.

viernes, 26 de diciembre de 2008

CARLOS EDUARDO FUENMAYOR GARCÍA


VOLVER A LA VIDA


Hoy tengo tanta muerte en mi
que aterrado agarro un lápiz

Y pongo a hablar
a la mesa, las sillas, los cuadros

Que comienzan a danzar frenéticamente
al rededor mio

A cantar

Para traerme a la vida


TU

De nuevo estas aquí
corro pero no consigo huir de tus ojos

Extiendo mis alas y vuelo
pero tu mirada las quema

Caigo
me levanto en mis cuatro patas
te muestro mis fauces, te rujo
pero soy quien tiembla

Ante este niño
que me pregunta por nuestros sueños

Soy quien tiembla
ante mi


ANTE EL ESPEJO

¿ Quien soy ?
¿ El milagro de un error?
Hanni Ossott

¿ Que decirle ?
¿ que las paredes tiemblan?,¿que siento frió?

¿ Que camino de un lugar a otro de esta casa
tras mi tranquilidad ?

¿ Que no me encuentro ?

¿ Que no se que soy ?

¿ Existo ?

¿ Que decirle ?
¿ que tengo miedo, miedo ?

DE MI

lunes, 22 de diciembre de 2008

ELIANA DUGARTE


Otro yo mío

Al verlo sentado
me alivia saber que vaga algo sobre mí
un cortesano parásito
que cargo en mi costado

se trata de otro yo mío
bufón en duelo
ebrio perpetuo
que convierte el pavor en desastre alegre
me pisa los pies
y divide mi lengua

trato de escapar en su silueta
atando su verdad con remiendos
pero el amanecer se me hace escombros
y el silencio persiste

vive bajo la sombra que se desdobla
como ángel adulón que besa mis zapatos
ya no basta con colgar los sentidos
pues en el corto parentesco
somos tan simples
y a la vez postizos





Antes de morir, le reveló su secreto:
- la uva – le susurró – está hecha de vino.
Libro de los abrazos
Eduardo Galeano


Viña y memoria

Para transformar la uva
busca una copa y un sillón sereno
afila bien el delirio
y en la frágil cordura
abraza un buen libro
como memoria en racimo
deja que caigan recuerdos
deja que broten en el esparcido desvelo
y si entre los surcos te pierdes
atrapado en los besos de merlot
recuerda
que de la uva
vino





He perdido un pensamiento
lejos va
semejante a un caballo desbocado

como un túnel frío y doloroso
pude sentir que rondaba entre mis ojos
se asomó al oído y lentamente
empezó a mover mi boca

más abajo
sobre la barbilla
alrededor del cuello y los hombros
las manos lo abarcaron ligeramente
mordió los dedos
y se guardó en mi ombligo

lo pude ver
y sentir
pero ya no lo recordaba

ahora camino con los dedos metidos en las orejas
para no perder aquellos nombres
donde dejé volando ideas
cuando pasé de niña a ignorante

jueves, 18 de diciembre de 2008

LA PARADA POÉTICA EN VINARTE


Nos mareamos en sabores esta noche
aquí, la gota de vino hace palabra y amo
sordo, merodeando el sinsentido y alegre
siempre soledad, siempre tú
hacemos de cada palabra nuestro universo
hoy me desnudo de amor por ti y no tengo miedo
rozaron tus manos con el nacimiento de mi espalda
noche de luna a la elevada potencia
en la trama de la noche hundo mis miedos
y pico cada parte de tu cuerpo en trozos pequeñísimos
volví del vino y hacia el blanco voy
mi boca que siente la noche
donde abrevan tus párpados enfermos
la noche se hace eterna…contigo…y sin ti
hoy abro mi alma buscando mi paz
la vida es un aroma, hoy el aroma me huele a ti
me siento y no me siento…no se que siento!
un sutil aroma a ti
manjar de versos noche divina
por el oro del alma
la dicha que acompaña, el amor, la dulzura, ojos soñadores que no brillen de amargura
dime cuando, llega el cadáver, espejo sin tregua
cada encuentro es un misterio que incendia
el viento del otoño ignora el corazón
y en el verso de tu boca, el vacío
no recuerdo si ya llegué porque no me hallo
pero aquí estoy y me convertí en poema.

Cadáver Exquisito, creado a 27 manos “La Parada Poética en VinArte"
16/12/2008

miércoles, 10 de diciembre de 2008

VERSOS DE MORAL ETÉREA



Los poemas de la venezolana Eleonora Requena sirven para construir una Ética del aire, libro bautizado el pasado sábado con la presencia de Rafael Cadenas
Douglas Gómez Barrueta

El volumen recoge dos poemarios de Requena: Mandados , publicado en 2000, y Ética del aire, inédito hasta ahora
L os versos de Eleonora Requena no pudieron contenerse en las páginas de Ética del aire y abarcaron todos los espacios de la librería Lectura de Chacaíto el pasado sábado al mediodía. "No avizores, no te líes,/ no te mientas, no demandes,/no enumeres,/ no reiteres, no te culpes/ si estás feliz, /si estás severamente triste" leyó en voz alta el poeta Rafael Cadenas durante la presentación del libro, editado por bid & co. editor, que contiene dos poemarios de Requena: Ética del aire, que da nombre al volumen, y Mandados, ganador en 2000 del premio de la V Bienal Latinoamericana José Rafael Pocaterra, mención poesía.Las palabras flotaron, como minutos después lo harían las burbujas de jabón con las que culminó la ceremonia, ayudadas por la voz del poeta Cadenas: "Cuida al corazón/ de los desfiladeros,/ de caer en el precario/ goce de caer/ en los desfiladeros,/ cuida al corazón/ profundo de caer/ piedras abajo,/cuídalo/ de los tropiezos,/déjalo/que caiga/ sin remedio". Minutos antes, Harry Almela, antiguo editor de la Liebre Libre y también poeta, recordó que durante su labor de jurado en la Bienal José Rafael Pocaterra fue sorprendido por los versos de Requena. "Pensé que era de una escritora extranjera, porque rompía con todo lo escrito por mujeres en el país".
Almela rememoró que después que algunos de los versos de Requena fueran publicados en Papel Literario, el desaparecido Salvador Garmendia escribió una nota llena de elogios a la poeta. Este texto, junto a otro del propio Almela, forma parte del epílogo de Ética del aire. También trajo a la memoria que durante la presentación de Mandados, "durante una de las ferias del libro de antes", estuvieron presentes Elizabet Schön, Eugenio Montejo y Rafael Cadenas "premios nacionales de literatura".Acontecimiento poco usual, tomando en cuenta que "apenas" era el segundo libro de una joven poeta.Requena nació en Caracas en 1968, desde su primer libro Sed, editado por Eclepsidra hace diez años, se convirtió en una de las protagonistas de la poesía femenina que irrumpió en la literatura venezolana a finales del siglo pasado. Sus poemas forman parte de las antologías Las voces de la hidra, la poesía venezolana de los años 90 y El hilo de la voz, antología crítica de las escritoras venezolanas del siglo XX.Además ha publicado Es de día (2004) y La noche y sus agüeros (2007), ambos editados por El Pez Soluble. También ganó el Premio Italia 2007 para la poesía en el certamen "Mediterráneo y Caribe", auspiciado por el Centro de Poesía Contemporánea de la Universidad de Bologna.EL OTRO EN LA POESÍA AMOROSA
Almela explicó que un poema amoroso sólo puede presumir de serlo si se mueve entre dos espacios: el del acontecimiento y el del sentido. El primero, "ocurre en el poema como cosa vivida, y pertenece a la experiencia del sujeto hablante en ese desplazarse hacia el otro". El segundo, sucede "en la poca o mucha capacidad que tenga de convertirse en sentido para el lector. Cosa que sólo puede ocurrir gracias al sobrenombre, o la sinécdoque, figura retórica donde una parte de algo es usada para representar el todo o, viceversa, donde el todo es usado para representar una parte".Según Almela, el centro del poema amoroso no es el sujeto que canta sino el ausente, pero también el lector: "recreador del imaginario expresado ahora en palabras, desprendidas ya de la experiencia que lo motiva". A su juicio, en Ética del aire se mueve "la hendidura que queda entre el espacio del acontecimiento y el espacio del sentido".Requena tuvo palabras de agradecimiento para el editor Bernardo Infante Daboín, por arriesgarse a la publicación de libros de poesía; para Cadenas, por la generosidad de leer sus poemas y acompañarla; para Almela, por estar siempre motivándola a escribir y ser un "tutor"; para "Salvador Garmendia, el gran ausente", por las palabras que la estimularon a seguir explorando el camino de la poesía; y para el poeta y científico Jesús Alberto León, quien fue al autor del texto de la contratapa, donde afirma que: "En esta poesía se advierte que no hay lugar. La remota pedagogía del aire, los giros titilantes de los pájaros, sólo ofrecen enigmas elusivos: ningún resguardo para el desmedro. El desamparo, el trémulo riesgo, la intemperie, son las certezas prometidas, las quemaduras inevitables de un erotismo herido que es doliente gozo, jadeo que gime bajo el aliento, en el borde mellado de la respiración..." Ya el aire de la librería Lectura, espacio dirigido por Walter Rodríguez y ubicado en el sótano del Centro Comercial Chacaíto, estaba repleto de los versos de Ética del aire, pero eso no impidió que Requena cerrara el evento leyendo el poema "Kit de palabras conjuro para sacarte de mi cabeza": "sacacorchos, tirabuzón, tachadura/ eclipse de sol, raticida, licor, disolvente,/ ángel exterminador, papelera, catapulta,/ armadura, congelador, tippex, jabón/espadrapo, delete, delete, se acabó".


Lunes 08 de Diciembre de 2008
24
TalCual

jueves, 4 de diciembre de 2008

miércoles, 27 de agosto de 2008

El Nacional, Todo en Domingo 24/08/08


LA PARADA POÉTICA EN LA FACTORÍA DEL ENANO

La Parada Poética,
tiene el honor de publicar en este espacio
los poemas leídos en nuestra primera parada,
efectuada el miércoles 30 de julio en la Factoría del Enano

lunes, 25 de agosto de 2008

AYMARA LORENZO


San Bambino

De espaldas
cadenas a cuestas
una por cada pecado expiado
con la mirada perdida
buscando descifrar el cerrojo
de la ausencia de fe

Tu cabeza inmóvil
tallada en hueso frío
sin sangre
sosteniendo en equilibrio
el reino de la Nada

**********

¿Fue de Jesús Santa Teresa?

No fue suficiente silicio
cinturón de castidad
para probar
capacidad de amar
devoción

Sangrantes surcos
por su espalda
la de Jesús

también sangraba la de Teresa
hilos rojos
en una fina trama
a él ella se entregaba

Quinientos años
después
sin autoflagelación
sin contricción lacerante
encuentro en el amor
con cada piedra
tu paciencia me alimenta
fortalece mis pies
sobre guijarros de rutina que acechan mi equilibrio

No hace falta sufrir para vivir el amor

**********

Realidad Monocromática

Se mira al espejo
desnuda
huesos en blanco y negro
la sangre brota como un río
turbio

La gota última
arrastra sus miedos
la obscuridad pobló
las cuencas de sus ojos
no pudo llorar su dolor

La miseria no siente
No siente su miseria


**********

Diario de un limón

Día 1

Es el olor de tu piel fresca
lo que me ata a tu mundo
es la oscuridad
oportuna
en la que pienso
si es hueco o no mi corazón

Día 2

En el silencio de la luz no hay brillo posible
sólo la certeza de la huella áspera del tiempo
donde antes la savia de vida
ahora el guijarro que anuncia un paso a la muerte

Día 3

En silencio te consumes
preservando la vida misma
Tu cuerpo
un decálogo sinuoso
guarda el misterio de la vida

Día 4


He visto a otro
para evocar tu lozanía
He dejado correr sus jugos por mi boca
pecado ácido que desboca fantasías

Día 5


Te abandoné
en la oscuridad del silencio
no pude verte secar en mis manos
El desespero me lanza a la calle
corro sin rumbo fijo
trato de borrar la voracidad de tiempo
que te marca

Aymara Lorenzo





GEORGINA RAMÍREZ


AVISO CLASIFICADO


Vendo corazón en mal estado
oxidado por la lluvia
de unos ojos cerrados

Lo vendo por motivo de viaje
salida obligada de este cuerpo

desgastado
corroído
vencido

se incluye:

Dos manos que huyeron
pegadas a su pecho
Unos labios sangrantes
de morder recuerdos
Dos piernas abiertas
salida de emergencia
Un par de senos saciados
de sus dedos

Se vende corazón
que aun no muere
dentro de un cuerpo
mutilado de ausencias

**********


no me gusta saberme
entre objetos ausentes
Edda armas


Hay una filtración
en mi cama
no hay materia que resista
tanta humedad

humedad si te nostalgio
humedad si te deseo

No fue posible
dos idiomas
más disímiles
en este
Adiós.


**********

BAJO EL SOL DE TOSCANA

He caminado
con tu bota puesta

de verde toda
me pintaste

respiro la mañana
con tu racimo de flor
recién parida
aroma dulce silvestre

tu falda de agua salada
baña mi entrega
amanezco en tí
poseída
embriagada

me propago
en tus campos
irrigada de colores

una lágrima dejas caer en mi pecho

y vuelvo en arco iris.


Georgina Ramírez

viernes, 22 de agosto de 2008

ELEONORA REQUENA


el silencio
se quedó enramado
en la fronda del caobo,
medra entre los nidos,
se cubre con follaje
yo le digo:
baja que peligro,
déjate girar
como las semillas leves,
pero en las alturas
la contemplación
es un deleite
y ahora está posado allá,
a salvo
de mi garra

**********



Kit de palabras conjuro para sacarte de mi cabeza

sacacorchos, tirabuzón, tachadura
eclipse de sol, raticida, licor, disolvente,
ángel exterminador, papelera, catapulta,
armadura, congelador, tippex, jabón
espadrapo, delete, delete, se acabó


poemas del libro Ética del aire, en proceso de edición.


Eleonora Requena

jueves, 21 de agosto de 2008

GONZALO HIMIOB SANTOMÉ


Dionisiaca

Me rehago

Y de nuevo te convoco

En ti se que estoy perdido, huir no es posible
se que debo detenerme ante tus puertas
antes de embriagarme en sobras y retazos
antes de perder el nombre
antes de dejar de ser
pero no me hago caso

Ruidos terribles e irresistibles te preceden
nacen de tu aliento de oleajes perturbados
y de esos juegos que te definen
vistes de sol tu palidez
te disfrazas de faro y de serena bahía,
y mi barca avanza ciega hacia las rocas

La quilla de mi barca se destroza
y no veo los barrotes, ni las rocas, ni despojos,
mis entrañas tiñen de rojo el suelo
pero dibujo sonrisas en las otras calaveras
tus fauces hacen crujir mis huesos
pero imagino que ese ruido es un aplauso

Y no estás, nunca estuviste,
mi osamenta se confunde entre las rocas
ahora soy calavera, soy despojo,
pero otro dibuja en mi mueca una sonrisa
sordo al ruido de sus huesos masticados
e imagina que un lamento es un aplauso

Eres la llama que seduce
la maestra de la intensidad
eres vulva y clítoris ansiosos
que derraman sus licores y su humedades
en las bocas de arenal de las conciencias

Pero no apagas la sed, sólo la luz

Me rehago

Y de nuevo te convoco


****************


Apolínea

No te busco

Siempre estás

Tu piel se contempla a sí misma
en la bruma que al reposo nos invita
y el silencio al que convoca tu mirada
deja una caricia que no se comparte
y se hace nuestra

Tu sonido es el de la mar profunda
no lo es del oleaje arrebatado
y tu voz hecha de brisas del ocaso
no hace coro a los furiosos vendavales
que me azotan y desgarran mi velamen

Eres pensamiento y palabra
eres tardes de domingo y de café
ella no está cuando me contemplas
yo no soy cuando no estás
y lo sabes

Te abres de brazos, no de piernas,
no me quitas, me das,
eres puerto y lecho suave
eres verso que me llama por mi nombre
y eres paz

No te busco

Siempre estás


**********


Hoy es uno de esos días

A Eugenio Montejo
“…ninguno cabe en el tamaño de su muerte…”

Hoy caminan hasta los árboles
ya no estás vestido de ellos
y las piedras son sólo piedras
y las nubes, sólo nubes

Se detuvo el minutero
pero las horas siguen

En la última vez que muere el rezagado
(o la segunda, según se vea)
¡cómo fuiste visionario!
este entierro seguirá sin ti su rumbo

Pues no hay tierra suficiente en el planeta
para cubrirte la voz

El que te llevó, mortal,
no pudo llevarte
no pudo siquiera dejar de ser el signo y la huella

Hasta en eso uniste a las estrellas con tus trazos
y con líneas que quedaron hoy borrosas
de humedades que en el tiempo desvanecen
nos dejaste tus albores a trastiempo
y a destiempo

¡Quédate acá, rezagado!
Te rogamos los que han sentido tu palabra
siendo parientes desconocidos
sin estar hemos estado
y sin saber hemos sabido

Aún sin vida ¡cómo vives!
compañero


**********


Pírricos

Mientras gozan de pírricas victorias
se enmascaran de viento poderoso
¿sementales? no llegan ni a rencoso
animal del que no hablará la historia

Pírricos de ceguera y de ficciones
pírricas de sonrisa mal habida
holgada su idiotez en mi caída
tientan de mi selva a los leones

Creen suyo el poder desaforado
y que siempre se oirá este mismo tono
que al justo lo mantiene encadenado

Sin voz propia, ni luz, ni valentía
sólo son marionetas de este trono
ignaro a lo fugaz de su valía

Gonzalo Himiob Santomé

miércoles, 20 de agosto de 2008

EDDA ARMAS


EL ARCÁNGEL

El arcángel visitaba nuestro cuarto
cuando nuestros padres se dormían

pactábamos los juegos

nada de desollar
las almohadas
y mucho menos las ovejas

ni abrirle un piquete a las sábanas
con el desorden de las piernas

nada de llenar los medios vasos
con agua de lluvia


Lavar las heridas no nos salva.


NUNCA RUINA

debe ser pecado (…) que
no dejes de dolerme
Luz María Jiménez Faro


El amor los deja huérfanos
No te vayas, se dicen
igualados, el uno con el otro

la casa que no existe para ellos
la buscan en su propio cuerpo
herida en él podrá ser
pero nunca ruina.


MUDANZA

Mi casa mudaré. Lanzaré
sus objetos al espacio
en la primera nave
que despegue

no olvidaré la estrella Adara
ni la antología francesa
del verso único, ni
las hojas secas de tabaco
compañías palpables
a la hora del insomnio

Mi casa mudaré. Dejaré
una ala rota
amarrada en el tronco
mutilado del único árbol
que encontré de pie
en la ciudad que ahora
abandono

Edda Armas

RUTH HERNÁNDEZ


Textos tomados del poemario Baúl (2008)

Hoy mi madre llamó

le dije
he estado enferma
me dijo
salimos de viaje la semana que viene
le dije
aumenté de peso
me dijo
cómo van las cosas con tu esposo
le dije
me divorcié hace más de un año mamá
me dijo
dile del sábado

no dije nada

los espero
que te mejores

***
El horóscopo anuncia cuadraturas andariegas
Desato las amarras de mi cama y salgo a la calle
dejando con esmero que me lleve el viento
Cada migaja de pan es un mensaje cifrado
Dejo sobre su tumba mi collar de abalorios
Regreso a casa
sin haberme ido

***
a veces
la vida se detiene
en el lugar más oscuro del abismo
cuando aún caes
y el fondo
no llega

***
Hay noches en las que a la gata del jardín
le da por hacer el amor
Lanza chillidos desfachatada
que en nada dicen del macho diminuto
Despierta un niño y pregunta qué le pasa
Su madre nerviosa le responde un sinsentido
La yesca se enciende en cada una de las camas
Todos saben
ruegan por prisa
hacen que duermen
sienten
y callan


Ruth Hernández

martes, 19 de agosto de 2008

ALEJANDRA BLANCO VIDAL


Rompo el tacón
de mis zapatos de bailarina
subo las cumbres
colmadas de lágrimas
y arranco los afiches de mis penas
Me atraganto de rosas blancas
para mirar el mundo
de otra manera

************
Divide tus fracciones en pedazos
fracciona tu lujuria en abrazos
que en mi santuario no entras.

El mar reflejo de mis dudas
animales
arrancan las telas
de los vestidos deprimidos
mientras
lloro por el negro
que el blanco destiñe


Alejandra Blanco Vidal

ZULEMA CENDÓN


Del Libro "POESÍA" publicado por MONTEÁVILA

LA VERGÜENZA ORIGINAL

Senderos de esclavos
piel de tinieblas
que solo el cazador ve
con la pupila instruida,
el negro no entiende
pero pregunta
el Dios escindido no responde
mas, atrapado, acepta

Mucho ha llovido,
lágrimas que ablandan la tierra
para amansar el paso
que te ha traído
con tu historial de Santos

La mirada se te quedó
en el último camino
donde la piel era caliente
y el río fresco,
por eso me ves
sin tener pasado
los Dioses escondidos
ahora en caracolas
te susurran lo que aún no escucho,
igual creo que adivinas mi pequeñez

Dame un solo caracol
dame un beso
grueso
y perdóname
----------------------------------------------------
LOCURA (o la psiquis global)

Deambulan con los ojos mirando al cerebro
pero no lo saben
o yo soy quien lo ignora.

Otros rastros de gloria
huidas y defensas
que no conocen tiempo
se confunden entre la boca y los gestos.

Lo verde vive con ellos
tanto como los muertos
que aparecen tras generaciones de duelos
que no encontraron una mano.

Hacia dónde irá el abrazo inútil,
qué restará de la palabra
que ya no tiene sentido
¿Cuál es el sentido?

Y los muy brutos se burlan
y la locura se burla de la burla
al dejar ventanas entreabiertas,
cazador que en cualquier sitio
es cazado.

No hay diferencia
cuando se viaja a pie y sin equipaje
sólo quedo yo por entender,
ellos entendieron
hace siglos.
-------------------------------------------------------------------
“el vago azar o las precisas leyes
que rigen este sueño, el universo”

Jorge Luis Borges

YO ONÍRICO

Alguien me soñó dormida
pero escapé
y me hice sueño

cambié de forma
metamorfosis mimética
que me dio olor a bosque
y tierra fermentada

volé como todas las aves
las ardillas me dieron su alimento
dejaron de atacarme las hienas
calmé la sed de los caballos

al descansar
pinté los azules moteados en blanco
y la luna saltó a mi antojo

la regla del universo
dejó de ser azar

había llegado mi hora

metida en los sueños
de muertos de siempre
me alcé redentora entre los vivos

De pronto
fue como un golpe
desperté
dejé de ser
para volver a ser el sueño de alguien

y heme aquí
de nuevo azar
para quien me sueña.


Zulema Cendón

lunes, 18 de agosto de 2008

BEATRIZ CALCAÑO


PAN Y TULIPANES

El sol ardiente
alerta

avisa que me desdoble
en la mujer que cuida
que nutre
todo lo demás
queda en pausa

mis manos desnudan
verduras pudorosas
cocinan perlas enmascaradas
lavan secretos de las sábanas

las palabras se escurren
por el colador
con mis ganas y mis sueños

al día siguiente
el sol
de nuevo
avisa que me desdoble
y me quemo

del libro Expediciones a ser publicado por Monte Avila Editores)


PENSAMIENTOS MARIPOSA

Ciertos días
los pensamientos
escapan de mi boca
como mariposas suicidas

llevan rumbo impreciso
revolotean
buscando estrellarse heroicamente
sobre inocentes y culpables

es un viaje sin retorno
ellos
lo saben

si corren con suerte
logran sobrevivir
en alguna hoja de papel

Beatriz Calcaño

(Del libro Expediciones a ser publicado por Monte Avila Editores)


Renacer
Toma
el ave
la fuerza para renacer

indaga dentro de sí
los desconcertados recuerdos
interroga a sus antepasados
busca el sentido

sabe que al sacudir
las cenizas
inquisidores ojos
cuentan sus plumas
escudriñan
huelen sus alas
esperan que su color los encante

el ave
los complace
sólo ella
sabe de las heridas
que los otros intuyen
y ella esconde
para renacer de nuevo
cuando sea el tiempo


Beatriz Calcaño

viernes, 15 de agosto de 2008

DALIA MARGOT


Hipótesis I

Acaso los amantes no sean más que metáforas.
Un tramado de caricias,
una rítmica de palabras húmedas
La inquietud explosiva del instante (que los deja)
y sin embargo …

Retornan


Hipótesis II

Todo indica que permutamos
en compases disonantes
dentro de ciertas abreviaturas
cuyas fórmulas se escapan
entre los deseos rizomáticos

Somos fórmulas confusas
tasajeadas por las corrientes marinas
de los sexos

Somos elementos consumibles
reemplazables, intercambiables
Si…
permutamos

Dalia Margot

RUBÉN ACKERMAN


TRANSNISTRIA

A la memoria de la abuela Raquel Vaisman

"El hombre no soporta tanta realidad"
T. S. Eliot

I
Conchas de papa para el desayuno
dos tíos muertos para el almuerzo
y oscuridad, mucha oscuridad para la cena

II
Sin casa
ni vida
el abuelo cavó un enorme hueco en el suelo para protegernos de la intemperie y dijo
vamos a dormir hasta que termine la guerra

mientras un tío muerto cavó una enorme tumba en las nubes por si el destino era aciago y dijo
vamos a dormir hasta que termine la guerra.

Papá solía levitar entre Europa y América con su ajedrez lleno de presagios y su gambito indescifrable y nos decía,
vamos a dormir hasta que termine la guerra.

Mamá cocinaba una sopa para los vivos y los muertos y guardaba en su mesa de noche los lentes de la abuela Raquel y una fotografía de mi hermana Silvia y nos decía
vamos a dormir hasta que termine la guerra.

Los acreedores llegaban puntualmente (debían mucho)

el acreedor del aire nos dejó asfixiados

el acreedor de luz nos dejó en tinieblas

el acreedor del hospital nos dejó enfermos en la calle

el acreedor de vida nos dijo que teníamos varios giros vencidos que si no creímos en dios que por lo menos nunca dudáramos de nuestras deudas.

El abuelo Isaac todos los días se olvidaba de la muerte y resucitaba a la abuela Brane y se sentaba en un café a esperar a los espectros de sus amigos muertos y nos decía

vamos a dormir hasta que termine la guerra.

La abuela Raquel siempre acunaba a los tíos muertos, mientras preparaba una sopa para indigentes pero los tíos nunca pudieron probar la sopa de la abuela porque los muertos de hambre suelen ausentarse y pierden el apetito y siempre nos dicen

Vamos a dormir hasta que termine la guerra.


"ALGUIEN TIENE QUE QUEDARSE A REDACTAR LOS EPITAFIOS"
Joguinhes

Hay que volver la página
recuperar el gesto perdido de los ausentes
ser los redactores de epitafios
hay que sentir más allá de nuestra precariedad (el pan nuestro de cada día)
alzar las manos aun sin fe...resucitar a nuestros muertos
hay que aprender a alucinar en pleno día, para poder ver lo que nadie ve
hay que recuperar nuestra ración de fe, nuestro plato de sopa para indigentes
tenemos que convertirnos en lápida (esta escrito en el talmud)
para que se pueda ver en nuestras pupilas los rostros ausentes de nuestros muertos
hay que regresar al desierto, enmudecer en la arena, restituir el antiguo pacto entre los vivos y los muertos
hay que volver la página

PLEGARIA

Dios de la melancolía
elige alguna vez a algún otro devoto


Rubén Ackerman

miércoles, 13 de agosto de 2008

HILDEGART ACOSTA


TIEMPO REFLEXIVO

En ese instante recorrí mi vida.
Sentada bajo aquel árbol
perdida y desolada
no me reconocía.


¿Qué de nosotros se queda
en las páginas ya escritas?
¿Qué lo que se escapa de ellas
buscando otro destino?


TIEMPO SIN HUELLA

Pasas
como siempre
sin dejar huella:
tiempo rutinario.

Aplastando,
atormentando
las horas
que también pasan
y se quedan vacías
de lucir mi palabra.

TIEMPO DE DUDAS

Sucede
cada vez que el pensamiento
se desata.

Descontrola la razón
y si le das terreno
establece su reino
y te carcome.


TIEMPO DE FUEGO

Cuerpo indefenso
me encuentra la noche
con esta insoportable canícula

Alíviame Abrévame

Devuélveme Retórname


( Tiempo de ) PRELUDIO

Una caricia de oro
que traspase
las fronteras de tu piel
para iniciar el minucioso
recorrido de tu cuerpo.

TIEMPO DE AMOR

Tu amor me baña como una cascada
Plétora
Torrente de mi sangre
Y yo germino como la tierra húmeda

TIEMPO FURTIVO

Hacían el amor
tu mano y mi mano

Allí
delante de todos
En la oscuridad
Furtivamente

¿Ellas?

¿Nosotros?

Bien, da lo mismo
total, eso es cosa
sólo de humanos.

TIEMPO DE DESENCUENTRO

No siempre
estar en un mismo lugar
en un mismo tiempo
y vernos frente a frente
es un encuentro.

A veces nos separan
barreras invisibles
las conciencias de los otros
que nos convierten
en un anacronismo.


“Seremos lo que somos
cada uno más allá los dos”

(“Exaltación”, de Alfredo Chacón)


TIEMPO EXISTENCIAL

Frente a frente

sin otra luz que la nuestra
con sólo una verdad expuesta.

Sin linderos.

Con todo el espacio contenido
con todo el tiempo detenido.

Dejándonos el ser
completamente

pero sin borrarnos
para seguir siendo.


Hildegart Acosta

BEATRIZ ALICIA GARCÍA


"Vendí mi alma al diablo, al insaciable
diablo del poema. Fue como cambiar el
oro de mis días por pequeños abalorios"
Juan Manuel Roca

Caracas amor y muerte

a Belkys Arredondo

A pleno sol
la ciudad quema
en la piel
se abre a mis pies
-amante inhóspita-
su boca de humo
me besa
su llaga
me besa
flor de sangre y cemento caliente
en la memoria
de la crónica roja
sus brazos me acogen
en el miedo punzante
de la multitud ansiosa
su vocación de sobrevivencia
me conmueve
hasta lo hondo
—"Te quiero, le digo,
a pesar de todo"
como acariciando su lomo
-su verde montaña, su exiguo
pulmón-
sus monumentos en ruinas
sus viejas melodías
____________________

Vivir
bajo fuego cruzado,
con el alma en vilo,
un silencio
que estalla en la garganta
impronunciable.
Vivir
con miedo de morir
sin verte en la refriega,
atravesando la incertidumbre
de cada día
como una oscura puerta
que cae al abismo.
Vivir
bajo el fuego cruzado
de tus ojos,
buscando un lugar
para encontrarnos
bajo el fuego cruzado
de nuestros cuerpos.
____________________

Puerta adentro
mirar la vida de reojo,
tomar el tiempo a mi medida,
detener presencias
y pasar.

Esta calma
no me engaña,
el teléfono callado, la pavana
de Hubert Laws para sumergirme
en la quietud.

Los periódicos viejos
ya no me toman por sorpresa,
tampoco las cartas, las fotos,
las deambulaciones.

La memoria,
a veces,
es un truco que se usa
contra el tedio,
puerta adentro.
____________________
Aún

A veces,
la vida es un cerco,
estás en ella
como María Estuardo,
esperando el día de tu sentencia.
O es como un zoológico,
donde eres el mono,
-se ríen de ti, no contigo.

Y aún cantas
en tu jaula, mi amor.
Sin saber por qué.

Aún
tantas cosas,
deseos, sueños, apetitos.

No te explicas cómo

aún.
____________________

Me veré
en la luz que no cesa,
aún en medio
de las ausencias repetidas,
la oscura esperanza
que toma su barco,
bebiendo lejanías,
tallando sus adioses.

Voy a verme en esa luz
que había en los ojos
que alegres sonrieron para mí,
instantes robados
para la dicha merecida
(la pagamos con creces).

Volveré a decir
de huidizos dones
que me amoldan,
cincelan grietas,
por donde el viento pasa
y respira,
así en mi casa entra la luz.


Beatriz Alicia García

martes, 12 de agosto de 2008

HÉCTOR VERA


PERSONAJE

Huyo de mi
un día del año
a la máscara torva

Almendra tostada la tez
ojo desorbitado
larga y torcida nariz

el de la tienda afirma
-la más bella

El animal fabuloso
que ahora soy
cuerpo de hombre, cabeza córvida

camina la vía a San Marcos
donde abierta
la primavera de canales

Paseo el nuevo semblante

Detrás del antifaz
respiro aire de góndola

Oigo un quejido
el soplo de un oboe
un trazado de adagio

En el Puente de los Suspiros
aún
el lamento del condenado

quizás por eso lo fétido
pero la careta me protege
sigo de largo con la Historia

Entro al séquito de custodios
donde todos rodean al nuevo Papa

él
en el traje blanco
ribetes púrpura
tiara dorada
finge
semblante majestuoso

Ordena la ceremonia

vino y panecillos para todos

Brindo por Baco y me santiguo
Huyo el pecado

Una procesión de ángeles me rodea
cada una de las caras informes
hace su giro mortecino
resplandeciente
para la pose

En medio de ellos
el punto negro de mi pico corvo

El flash me enceguece

Ahora
como parte de una postal Veneziana
me preocupo porque nadie lo sabe

reconozco lo que soy
es la hora de volver a mi rostro.

____________________

BAUTIZO

Para el bautizo del niñito
piel de nocturna manzana
una camisita ensalmada
por Andresito

Contra el mal de ojo
un rezo que dirá él
a las 7 ánimas invocadas
al Arcángel San Gabriel

Y un ojo negro azabache
nervio de plata caliente
colgajo de cuero de gato
como gancho
en ramillete

Tronquito de hojitas tiernas y un velón
para el altar de su rancho

Nadie cree
todos lo hacen
de visita el circo
el que recién nace
a la carroza
del chamán bendito

El pago, tu bien, cualquier cosa
para vivir entre bahareques
techo de zinc por cielo
el alma pura no requiere
más que la colcha de sombra
agua de lluvia para tomar, té de cayena roja
y un pedacito de pan.


____________________

LA ADIVINA

Los gitanos han llegado
desarman el tarantín
los trucos se van regando

Noche de cueva corva
cutis amasado
con aceituna y jazmín
una morisca ve
detrás del ensortijado
su suerte

-leo en el surco de la palma, el poniente

Con cautela el invitado
no da reflejo de nada

El arco de la ceja
en el gesto de las doce
como entrada de templo aguarda

sentencia

Los ancestros han susurrado
la carta fatal acierta

Ojo entornado
que llora sin consuelo
el desventurado.

_______________________


GREGARIO

Buscas el soplo
de la espiral de dedos
que envuelva esa angustia de soledad
que eres

¿Para qué el fardo
de la conciencia?

¿A dónde llegará
tu línea vacía

cuando cada estrella
se cuele

por el vértice de la sombra de Dios

y termine de hilar
tu tiempo?



HÉCTOR VERA

miércoles, 23 de julio de 2008

La Parada Poética sale a la calle

En esa incesante búsqueda que tenemos quienes hacemos de la poesía una forma de vida, La Parada Poética te invita el próximo miércoles 30 de julio a La Factoría del Enano donde haremos un espacio para la poesía. No tienes que ser poeta consagrado ni tenerle miedo a la crítica. Abrimos un espacio en este lugar, en medio del caos caraqueño, para compartir nuestros textos y dejarnos escuchar. Lo único que debes llevar son tus poemas para ser leídos por tí y la disposición para compartirlos con un grupo de personas que como tú conviven a diario con el verso.

Lugar: Calle Newton, detrás de la Alcaldía de Baruta, Colinas de Bello Monte.
Tlf. 7530521

lunes, 7 de julio de 2008

IGOR BARRETO


Igor Barreto nació en Venezuela, en 1952, y residió varios años en Rumania; a su regreso se incorporó al taller Calicanto. Luego cofundó, tras su ruptura, el conocido Grupo Tráfico.

Realizó estudios de cine y dramaturgia, y ha escrito libros como Tiempo de ausencia (1971), Y si el amor no llega? (1983), Soy el muchacho más hermoso de esta ciudad (1987, Premio Municipal de Literatura), Crónicas llanas (1989) y Tierra negra (1994, Premio Universidad Central de Venezuela), entre otros. Destacado escritor de nuestro país, Igor Barreto ha desarrollado una importante carrera durante la cual ha sido editor de catálogos de arte para diversos museos de Venezuela, colaborador como articulista de prestigiosos diarios y revistas literarias nacionales e internacionales; Es profesor de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, y ha representado al país en diferentes encuentros internacionales en Rumania, España, Estados Unidos, Colombia, Cuba y Argentina. Sus poemas son incluidos en las antologías de poesía venezolana contemporánea y algunos de ellos traducidos al inglés y al francés.



BIG BANG

Cuando un vaso
se rompe,
ya no es posible.
Cómo juntar0
aquellos trozos
si aún después
de unas horas
encontré fragmentos
de cuarzo
al pie de una silla,
y pasados los meses
adosada a la pared
había una escarcha
brillante,
y un año
luego
el universo
de afiladas nostalgias
continuaba.

EL BURDEL

Era un recinto de ahilaradas habitaciones
muy cerca de la Imprenta de los Niños Huérfanos.

Al redoble del ángelus llegaban los comensales:
el fogonero de un barco de sal

un general
de negra perilla y voz de órgano:

el mismo que baña en vasos de aguardiente
sus riñones de toro viejo.

Desde los cuartos de las meretrices
se veían las casas de San Fernando

como granos de arroz
en el barro hediondo de los esteros.

En noches de chubasco
y de música de mabil

el sigilo afiló mi mano hasta la Media Morocota,
La Caimana o La Garza

aprisionadas en las verdes sales de cobre
de los alambiques.

Ellas fueron:
sobre breñales la fragancia del nardo

la oscura sabia que cintillea mi vida
y se pierde entre ciénagas.


NATURALEZA DEL EXILIO

Unas reses llegaron del boscoso anhelo,
de unas calcetas añoradas.

¿Qué sentido tenían aquellos animales
de rostros humanos?

La cocina era una hoguera
a media noche.

El acallamiento
vegetal del balcón

donde unos helechos
aletean como esfíngidos.

¿Qué fue de la quietud de unos parajes
que conocía tanto?

No encontré barriales constelados,
ni la camisa azul.

Era la naturaleza del exilio,
un río de nada.

Algo que corta una cebolla en pequeños trozos,
blanca, como un farol bajo un árbol marchito.


CELEBRACIÓN DEL COLOR NEGRO

Brilla la luz, festejando la pureza del color negro:
el azabache negro,
el origüelo negro,
el que celebra el hocico del puerco en mitad del bosque.
Lo canta el grillo
inmóvil y orgulloso
bajo su dura piedra.
El espacio negro donde mi corazón palpita:
esponjado fieltro
en el que soy plena duración,
lento movimiento de aires y emociones.
El jervedor
ama lo intenso de sus plumas negras:
la pura forma
sin sombra de luz.
La que anida en intrincado nido la coitora.
El negro profundo
de donde penden las galaxias
como adornos
en el pelo
de una mujer oculta.


ESTAS GARZAS


A la memoria
de José Natalio Estrada.



Estas garzas
deben ser castellanas
porque forman una V al volar.

Abajo

los ríos se represan
y se hacen cada vez más anchos.

Dos manatíes afloran
y lanzan tenues chorros de vapor blanquecino.

La vieja casona del puerto:
bisagras, cerraduras de bronce.
En el meandro constelado de uno de sus cuartos
los pezones negros de una mujer.

La cúpula
de la iglesia.
En un nicho de su fachada
el enyelmado guerrero
pregunta al ya caído en el hondón:
¿Quién como Dios? ¿Quién como Dios?
¿Quién como Dios?

Y más allá la sabana,
el polvo con el viento tras los viajeros
y el ganado,
y tras ellos el tardío anhelar del corazón.

Que sople fuerte el viento del idioma
para que estas aves lleguen lejos.



CARMELITAS

En una casa cercana
unos perros sufren
cual monjes Carmelitas.
Un perro de sayal amarillo
de lomo engusanado
y una perra pequeña sin orejas.
Los he visto padecer
mientras una lechuza los observa
redonda y emplumada de fría tranquilidad.
Entre maderos apilados
y potreros renegridos de cálida bosta
reposan la vigilia nocturna:
la pureza mayor
es la intemperie mayor.
Así se purifican ellos mismos.
¡Qué santos son!


EL ARBOL DE MANGO


"Para venir a poseerlo todo,
no quieras poseer algo en nada".

SAN JUAN DE LA CRUZ



El árbol de mango
es inmortal
y no necesita de lo humano.
Forma umbríos claros
en lo denso del monte
y ahí perdura.
La palma
podrá sostener al mundo,
pero el mango
ha aceptado
la oscura llamada del bien.
Porque no quería tener
algo en nada
se ha ido:
más allá de las dunas azules,
entre madroños y píritus
de negra espina.
Allí
donde dos ríos se unen
como semblantes de soledad.


NOCTURNO

Durante las noches de mi infancia
mi madre
saca una silla frente al portón
y duerme
con el abanico de palma moriche sobre las piernas.

El técnico del taller donde reparan radios
está aún
bajo una lámpara de luz muy pálida.

Durante las noches de mi infancia
los bulbos de una radio desarmada
vuelven a encender su voz
y de nuevo la voz desaparece.

Entre las ramas de un samán
transcurre el río;
se diría que esa noche
da a su paso
un tono más lento.

Durante las noches de mi infancia
escucho el rugido de los tigres
de la casa de los ingleses:
pobres animales enjaulados en torno a una piscina.
Yo sé
que tras el muro
lamen sus garras
y amurrungan los ojos.

Mi padre ha llegado en su jeep
y unas lechuzas lo sobrevuelan.

El único ratón de la casa da las nueve

porque a esa hora corre
y atraviesa la sala.


REGRESO

A San Fernando quiero ir en el vapor Delta.
Desde las escalerillas ver cómo el barco separa
las cargas de troncos de los aserraderos
y los lomos florecidos de los caimanes.
Llegar a su puerto de tablones
donde el río entrega las aguas de cien barrancas
y el recuerdo de algún pueblo orillero.
Cuando la lluvia descuelga sobre mi cabeza
angostas calles enhebran la cifra de tu nombre.
El río crecido roza la capilla del anima salvadora
donde iré a dejar unas cuantas monedas
por los amigos que enfermaron de distancia.
Al pasado quiero ir en el vapor Delta,
a los burdeles, a las galleras del traspatio,
donde Dios habita la plenitud de su tristeza.
Que todos los sabanales reblandezcan con su brillo.
Yo me voy por esta senda donde el rayo se enmantilla.
Amo las noches lenguarases de sus muelles,
el sucio butacón de las nubes en los días de invierno
con marineros apoyados a sus palancas de anoncillo.
El lirio viejo de sus bosques.
A San Fernando quiero ir,
quiero volver,
ahora que el paisaje ha muerto de alabanza.


CARAMA
(fragmento)

Vi a los otros, y esa luz
en sus ojos cerrados era una costra de serenidad.
¡Virgen de las siete piedras, se quedaron dormidos!
¿Qué se hizo el aguaviento y la palmera doncella
mientras la vida era bañada por un gélido escozor?
Las hojas cayeron
al pie del árbol del "he llegado".
Tan fríos estaban
que casi sentí su color azul en la yema de mis dedos.
Allí quedó el vendedor de biblias
con los ojos nublados como escama de pez;
traía una botella de ron blanco en el bolsillo de su pantalón,
donde guardaba también unas monedas.

Allí quedó Antonio José Orasmas
vestido de caqui, de pie
bajo el madroño,
con fusil y charreteras de cincuenta balas
y un cuchillo cacha de venado
y su sombrero
de pluma colombiana de gavilán
colocada en la cinta de la copa.
Y en la barranca más cercana
los pasajeros de un vapor
que extendían sus manos a la orilla
para tomar algunos frutos
se quedaron inmóviles,
suspendidos en una calina entumecida.

Dime luna, ¿qué haces en el cielo?,
tus zarcillos de plata negra
colocan sus rosas
contra mi sudor.

Pasaron cien, doscientos instantes secándome la boca,
y por última vez
miré la fachada
de la antigua casa de gallos Los Marañones,
en el friso habían pintado un ave
que sostenía en sus patas una copa licorera
y debajo la inscripción
que apenas podía leer:
Brindo por todas las aves.

Yo tenía un mapa de esta ciudad,
mi corazón de recién llegado
lo fue trazando en el enlucido de las ventanas.

San Fernando, aquella ciudad pequeña como Martinica.

Hoy, mis palabras se han excluido.
El paisaje ha desarmado sus piezas
y el árbol y un trozo de río
han vuelto a ser sólo partes.
Hay un punto de llanto,
una mancha blanca
que ha tomado el lugar del todo armónico.

Aquí estoy entre la utilería de antiguas representaciones.
En las noches, cuando recuerdo a ciegas un lavamanos
suelo beber un tazón de leche
para matar el tedio.

Sólo el oído trae noticias de tiempos que desconozco,
el oído es mi salvación:

Laguna de Mateo, campos de La Baisera,
Mata de Santa María, Mata de Sánchez,
Mata de Gutiérrez, cementerio de Cunaguaro,
cerros de Aragualluna, lagunazo del Congrio Solo,
caminos de Las Camazas, caño Las Hormigozas,
ora pro nobis, ora pro nobis…

De: Carama, Sociedad de Amigos del Santo
Sepulcro, San Fernando de Apure, 2000

EL CENTAURO

Atado a una soga
llevé al centauro
hasta el galpón
trasero de la casa.

Fuiste el sabio
maestro de Aquiles
y de Esculapio
y de un tajo

corté su cabeza
colocándole
una trompa
con sus belfos.

Susurré en su oreja:
La sabana es la nada
donde el caballo
es lo único que existe.

Vendrán
vulgares jinetes
a robar
tu trascendencia.

Al final
espera la tristeza,
el mal
y la derrota.


*Apure, 1952




ENTREVISTA A IGOR BARRETO POR STEFANIA MOSCA


Stefania Mosca: Carama es un largo poema publicado impecablemente por una, para mí y hasta ahora desconocida, Sociedad de Amigos del Santo Sepulcro.. Todos los detalles (las ilustraciones, los editores, la ciudad y hasta el colofón) delatan cierta intencionalidad. ¿Hay algo que sea inocente en la edición de este libro?

Igor Barreto: Nada. Yo pensé hasta en el formato del libro: es como un cuaderno donde doy rienda suelta a la memoria, a las voces de mi tradición.

SM: ¿Pero existe esta Sociedad de Amigos del Santo Sepulcro?

IB: Es una sociedad que he ido rehaciendo en el tiempo. Unipersonalmente claro. Mi familia, durante todas las Semanas Santas, se encargó de cuidar, pintar, arreglar, redecorar la imagen del Santo Sepulcro donada por mi tatarabuelo a la Iglesia de San Fernando, cuando decidió abandonar la masonería. Había una conseja en el pueblo: se sabía que la masonería tenía en su seno una suerte de ley vengadora para los desertores que estuviesen tentados a revelar los secretos de la orden. A esas personas las seguía una suerte de "bola negra" que generalmente terminaba con la muerte. Mi tatarabuelo, sabiamente, para evitar esa "bola negra" de la muerte, les regaló a los masones una estatua de Bolívar y el Santo Sepulcro a la Iglesia. Desde entonces, en mi familia, el Santo Sepulcro es un objeto de devoción enorme. Yo no recuerdo un momento de mi vida que no estuviese asociado a esa imagen.

SM: ¿Qué es el Santo Sepulcro exactamente?

IB: El Santo Sepulcro es el Cristo ya muerto, en su urna, o sea, que es un hombre muerto. Tiene mucho que ver con Carama: en este libro sólo mueren los hombres. A medida que mi familia fue desarrollando el culto al Santo Sepulcro, los hombres de mi familia iban muriendo. Muere mi tatarabuelo, mi bisabuelo y muere el único varón, el único hijo asesinado a manos de sus compadres. Se consolidó así el culto por esa figura masculina muerta trágicamente. Yo retomo eso en el libro: el lamento del pasado por la muerte, el lamento por la muerte de aquellos hombres.

SM: ¿Pero son muertos o son fantasmas?

IB: Bueno, para ser fantasmas se requiere primero que sean muertos, ¿no?

SM: Supongo…

IB: Esos muertos son fantasmas, como debería ser toda presencia de pasado útil sobre la tierra. Fantasma es, digo yo, un estado más trascendente. Un fantasma puede pasar del pasado al presente, está más relacionado con la memoria que con la historia.

Muertes equiparables

SM: Me parece que en Carama, como apuntaba Alejandro Oliveros cuando presentó tu libro, está claro, hay un relato. Pero el relato que podría ser una simple representación del pasado, tiene, gracias a los matices de la ironía pero también gracias a lo evanescente de los personajes, una profunda gratuidad. No es edificante. No hay una épica. El personaje es la disolución que permite más o menos recuperar como la aguada que dejó ese paisaje en sí, como una marca, como una huella, ¿verdad?

IB: Sí. No hay una épica. Estas son muertes civiles, no son muertes militares. No son muertes heroicas. Ellos no son héroes de nada.

SM: Pero te ayudan a representar como la pérdida de un punto…

IB: De una ciudad. Sus muertes ayudan a representar la memoria de una ciudad, o la reconstrucción de una ciudad. Son muertes también equivalentes. Todas son una sola muerte que ocurre en distintos escenarios, siempre los escenarios de la ciudad. Siempre es un hombre el que muere. Es por esto que son muertes equiparables.

SM: Muy bien, son muertes del hombre común. Pero, sin embargo, tocan casi lo real maravilloso, son muertes atípicas. No sabes si está muerto, si lo enterraron o no, uno muere por un gallo… No son muertes heroicas pero tampoco son muertes cotidianas. Pero claro, tienen la prueba de lo real, la historia como argumento, tienen un origen. Son, me imagino, crónicas recuperadas.

IB: ¡Claro! que partí de unas crónicas que comencé a desarrollar mientras escribía el poema. Algunas son crónicas de Pedro Laprea Sifontes, aparecidas en un diario de San Fernando llamado El Llanero (que ya no existe). Otras fueron recolectadas en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, en la prensa publicada en San Fernando a principios del siglo XX y a finales del siglo XIX. Son crónicas recreadas. He tratado de transmitir una visión de la historia desde una perspectiva civil, colocando el acento en lo personal y lo regional. De esta manera el dato histórico no tiene por qué sujetarse a la estricta realidad. Va mucho mas allá. La memoria siempre agrega, siempre adosa algo de fábula a las cosas que retiene y, bueno, quizá por eso sean personajes digamos atípicos. Estas son muertes que ocurrieron en la cotidianidad más absoluta. En el llano el que maten a un hombre y lo metan dentro de su caballo no es cosa insólita. Yo creo que (para mí) aquí se cuela otro tema: el del exilio. Si estas historias están, digamos, un poco fuera de lo convencional, es debido a la distancia con que se nos imponen esos lugares y esas gentes, evocados desde una ciudad como Caracas.

El paisaje recuperado

SM: Una de las cosas que me afectó mucho en la lectura fue que, a pesar de estar evocando la pérdida o lo perdido, espacios, hombres, casas desoladas, cuando el lector termina de leer Carama ha recuperado un sitio. Relatando la pérdida, el poema te da el espacio de ese paisaje que, creo, tú logras recuperar. ¿Cómo lo recuperas?, porque no es una imagen intimista tampoco.

IB: No, para nada. El relato de estos sucesos intenté hacerlos con conciencia de la distancia, con sobriedad. También pienso que la poesía comparte con otras artes la obsesión de crear dobles.

SM: ¿Y cuáles serían los otros en Carama?

IB: Bueno, todos estos personajes son dobles.

SM: ¿Son dobles a su vez del Santo Sepulcro?

IB: Son dobles del Santo Sepulcro, también son personajes, pero, ¿Quién es el personaje? ¿Es una figuración, es uno mismo, es una colectividad? No lo se. Ese es un terreno donde las identidades son mutables. Por eso son dobles. En el cine la presencia de los dobles está más clara. Los dobles están animados, se mueven, lo sobreviven a uno. Es algo que señalaba Edgar Morin, de pronto uno se adentra en el tiempo y envejece, mientras esa imagen en el cine continúa, te tiraniza durante toda la vida. Esos dobles te devoran. Las imágenes de esos personajes son, de alguna manera, estos dobles que no sé si me pertenecen a mí o pertenecen a la comunidad. Son los emblemas de una comunidad a los que traté de darles sobrevivencia. A lo mejor mueren y la palabra no dura lo suficiente como en otras oportunidades.

La irresponsabilidad ante el olvido

SM: Carama, según tu defines en una nota a la entrada del libro, son árboles derivados por los ríos que se entrelazan y sobresalen en los bajíos del cauce. Para construir ese paisaje perdido,¿ por qué necesitas apelar a la Carama, a lo devastado?

IB: La carama es un paisaje que se anuda y esconde su sentido. Al igual que estas muertes. Muertes anudadas, que se confunden entre ellas. En el libro hay un entrevero de textos, de voces. Hago un esfuerzo por entender el significado de estas muertes. Ahora bien, ese sentido lo entiendo desde la devastación. El llano es una cultura de la devastación, una cultura que no tiene fijeza material.

SM: ¿ Una cultura de la devastación o del olvido?

IB: Del olvido también, en el sentido de la irresponsabilidad frente a eso que llamamos "el olvido" ¿Quién tomó la decisión para que estos seres, para que estos hechos fueran olvidados?, ¿por qué la comunidad no se organizó para defenderlos del olvido? En Carama quise preservar esa memoria. Ha sido un intento muy personal. Esta es una edición de 250 ejemplares. La trascendencia de lo que yo pueda decir, no va mas allá de 250 ejemplares, yo quise escribir un poema social, yo quise escribir un poema para los habitantes de San Fernando. Pero estoy tan alejado de éllos. Coloqué unos ejemplares en una librería de la ciudad y no se vendió ninguno. No hay, digamos, un puente, una comunicación, un canal a través del cual me pueda vincular. Unos amigos allá lo han leído, te digo que hasta con cierta indiferencia. Quise hacer una suerte de reclamo por estas muertes civiles. Reivindicar el espacio de la vida civil.

SM: Pero todo eso está hecho, y sin patetismo ni sentenciocidades ejemplarizantes.

IB: Tal vez con ironía. Hay un momento, cuando se va Cipriano Castro del pueblo, en el que se habla de la raíz de cierta "tristeza común", de la tristeza pueblerina. Esa cosa miserable que uno termina por aceptar. Llega el extranjero, y lo celebran y se divierten con las estupideces que por momentos dice. Cuando el extranjero parte, el mundo se diluye y sobreviene una enorme tristeza.

SM: O el fracaso.

IB: Un fracaso común. Yo creo que el problema central de ese fracaso está en la irresponsabilidad frente a eso que llamamos "olvido". Tener responsabilidad también frente al olvido, tomar decisiones frente a eso que ocurre y no estamos dispuestos a olvidar.

Ser urbano frente a la naturaleza

SM: ¿Cómo empieza tu desplazamiento de la avenida, del muchacho de la fuente de soda, el muchacho más bello de la ciudad al muchacho que colecciona espuelas de gallo? ¿Es una transfiguración?

IB: Yo no hablaría de una transfiguración. Sino de centramiento y adentramiento en la memoria. Ha sido un destino que yo elegí. Si la poesía sirve para algo es para empezar a abrir esos espacios interiores, romper esos muros interiores detrás de los cuales uno se escapa de la individualidad, del cerco del yo y entra en contacto o abre los canales para escuchar las voces de la tradición, como Blaga las llamaba, las voces de las madres. Por otro lado, toda la poesía sobre la tierra, pienso en Wordsword, por ejemplo, es una poesía escrita desde la ciudad. Una poesía descolocada cuyo origen está en un cierto estado de contingencia. A mí me interesa mucho la idea de ser urbano frente a la naturaleza. Estar descolocado frente a la naturaleza. Por supuesto, esto conduce a una serie de laberintos, de espejos: la naturaleza ya es un hecho descolocado. Es una imagen cultural. ¿Cuándo no fue una imagen cultural? Siempre. En el momento de su organización racional, la naturaleza se convirtió en un hecho cultural y se planteó esa distancia de la que hablo.

SM: Todo eso que se llamó la poesía de la tierra, el costumbrismo, etc…, ¿no les tienes miedo a esas cercanías?

IB: No, para nada. El costumbrismo representa muy bien un momento en el desarrollo de nuestras ciudades y nos habla de una capacidad de representación de la naturaleza. Esta es una sociedad que ha ido creando sus propios iconos y el costumbrismo hizo sus aportes a esta imagen final que tenemos de la naturaleza, que es nuestro icono más sagrado. Lo que ocurre es que esta imagen sagrada de la naturaleza ha entrado en crisis y ya resulta intolerable representarla liricamente.

SM: Probablemente, el ángulo urbano desde donde ves el paisaje, no sólo lo hace más complejo y evidencia nuestra distancia, los rumores de la tradición que perviven al olvido y la ausencia de nosotros mismos que ejercemos rutinariamente sin percibirla. ¿ La naturaleza existe o es sólo un tema de la literatura?

IB: Creo que han ocurrido señales de un cuestionamiento de la imagen arcádica de la naturaleza, por ejemplo, en la fragmentación que se enuncia en la poesía de Enriqueta Arvelo Larriva. En Enriqueta comienza a deconstruirse ese paisaje exaltado, heróico, que heredamos desde Andrés Bello. En Luis Alberto Crespo también ocurre, aunque la fragmentación no es la única manera de poner en cuestión esa imagen arcádica. Hay otras formas.

SM: Esa intertextualidad que tú usas, busca la crónica...

IB: Intento sincerar una visión urbana de la naturaleza, donde estos temas como la memoria, el olvido, el juego de las representaciones dentro de una cultura comiencen a ser planteados como temas poetisables.

lunes, 30 de junio de 2008

MIYÓ VESTRINI


Miyó Vestrini

nació en Francia en 1938 como Marie-Jose Fauvelles y emigró siendo niña a Venezuela, con su madre, el segundo marido de ésta, el escultor italiano Vestrini, y su hermana mayor.
El desgarro entre la cultura latinoamericana y la francesa aparece en su obra de la mano siempre de la ríspida voz materna, cuya idiosincrasia “Marie Claire” pronto se transforma en lo más repudiado por la joven escritora.
Desde muy joven se dedicó al periodismo cultural, y en los años sesenta formó parte del grupo Apocalipsis de Maracaibo, (única mujer del grupo) el Techo de la Ballena y la República del Este, entre otros. Dirigió la página de arte del diario El Nacional y también la revista Criticarte. Mereció en dos oportunidades el Premio de Periodismo (1967 y 1979). Más tarde trabajó como guionista en la fuerte industria televisiva de Venezuela.
Era una magistral entrevistadora. Bajo esa modalidad escribió un libro sobre el fecundo escritor Salvador Garmendia, uno de sus más próximos y viejos amigos. Salvador Garmendia, pasillo de por medio (1994) es al mismo tiempo una suerte de compleja autobiografía que editó póstumamente Grijalbo.
Publicó también Las historias de Giovanna (1971), El invierno próximo (1975) y Pocas virtudes (1986), tres poemarios que la colocaron entre las voces incuestionables de Venezuela.
Al suicidarse en 1991, dejó inéditos dos libros, Valiente ciudadano (poesía) y Ordenes al corazón (cuentos cuya segunda edición acaba de publicar Blanca Pantin Editora). Ambos libros expresan en dos registros formales distintos las mismas dolorosas vivencias.
Fue una mujer intensa y directa, y así es su poesía, una experiencia tensa y casi explosiva.
Si su poética tiene un importante sesgo narrativo, su prosa es densa y magnífica, se mueve en varios niveles conflictivos, y su clave, polifónica, hay que buscarla en la poesía. De manera que ambos géneros se bordean o, como espejos, reflejan el mismo carácter despojado y agreste, la misma lúcida y audaz escritura, la misma biografía cargada de dolor, dolor que la autora aborda con, a veces, ríspida ironía. “Lenguaje directo, descarnado, alejado con intención de toda metáfora: economía de palabras que muchas veces puede proporcionarle al texto una gran dosis de cinismo”, afirma Silda Cordiolani, al prologar sus cuentos.


La poesía de Miyó Vestrini, (…) configura una obra que la coloca “entre las voces incuestionables de Venezuela”, a juicio de Claudia Schvartz, confesa interesada en la experiencia creadora, “casi explosiva”, de Vestrini


Claudia Schvartz. Poeta argentina
Con información de Verbigracia
No.7 Año V
Caracas, sábado17 de noviembre de 2001


Su Poesía:


Zanahoria rallada

El primer suicidio es único.
Siempre te preguntan si fue un accidente
o un firme propósito de morir.
Te pasan un tubo por la nariz,
con fuerza,
para que duela
y aprendas a no perturbar al prójimo.
Cuando comienzas a explicar que
la-muerte-en-realidad-te parecía-la-única-salida
o que lo haces
para-joder-a-tu-marido-y-a-tu-familia,
ya te han dado la espalda
y están mirando el tubo transparente
por el que desfila tu última cena.
Apuestan si son fideos o arroz chino.
El médico de guardia se muestra intransigente:
es zanahoria rallada.
Asco, dice la enfermera bembona.
Me despacharon furiosos,
porque ninguno ganó la apuesta.
El suero bajó aprisa
y en diez minutos,
ya estaba de vuelta a casa.
No hubo espacio donde llorar,
ni tiempo para sentir frío y temor.
La gente no se ocupa de la muerte por exceso de amor.
Cosas de niños,
dicen,
como si los niños se suicidaran a diario.
Busqué a Hammett en la página precisa:
nunca diré una palabra sobre tu vida
en ningún libro,
si puedo evitarlo.


(Valiente ciudadano, 1994)


LOS PAREDONES DE PRIMAVERA

No enseñaré a mi hijo a trabajar la tierra
ni a oler la espiga
ni a cantar himnos.
Sabrá que no hay arroyos cristalinos
ni agua clara que beber.
Su mundo será de aguaceros infernales
y planicies oscuras.

De gritos y gemidos.
de sequedad en los ojos y la garganta.
de martirizados cuerpos que ya no podrán verlo ni oírlo.
Sabrá que no es bueno oír las voces de quienes exaltan el color del cielo.

Lo llevaré a Hiroshima. A Seveso. A Dachau.
Su piel caerá pedazo a pedazo frente al horror
y escuchará con pena el pájaro que canta,

la risa de los soldados
los escuadrones de la muerte
los paredones en primavera.

Tendrá la memoria que no tuvimos
y creerá en la violencia
de los que no creen en nada.

VALIENTE CIUDADANO

A María Inmaculada Barrios

Morid con el pensamiento
cada mañana y ya no
temeréis morir.
(Tratado Hagakuse)

Dame, señor,
una muerte que enfurezca.
Una muerte tan ofensiva
como a los que ofendí.
Una muerte que soporte la lluvia
de Santiago de Compostela,
y de paso,
mate a los que me ofendieron.

Dame, señor,
esa muerte de la intemperie
que sorprende y tranquiliza.
Haz que esté largando mocos y lágrimas,
suplicando piedad
y deseando muerte ajena.

Haz, señor,
que aquel hombre con piel inédita
reconozca en mí al animal de los olivares.
Que su cuerpo pese sobre el mío
y haga dulce
la entrada al fuego.

Te prometo haberlo visto todo.
La misma culpa con la que nací,
el mismo furor.
Haz, señor,
que esté escuchando a Vinicio de Moraes
y a María Betania
y prometiendo que mañana,
lunes,
me inscribiré en un curso para aprender brasileño.

Que venga la muerte
cuando descubras en mí
alguna oculta intención de poder
y cuando sepas,
por tus informantes,
de mis maniobras para pasar la historia.
Cuando te digan, señor,
que he agotado todos los recursos de la fatiga
sin pedir clemencia,
entonces, señor,
dame duro.
Haz que este golpe que tengo en la frente
por abrir puertas a cabezazos
se ponga
rojo,
latiente,
doloroso.

Supongamos, señor,
que eres el bing-bang.
Que ningún territorio escapa a tu vigilancia.
Que los hots-dogs son tema de tu predilección.
Que tu deseo de mí es parte obscena
de tu personalidad.
Entonces, señor,
examina mi estómago abultado
por los espaguetis de Portofino
por las favadas del Guernica
por los pasteles de coliflor de mi madre
por los largos tragos de cerveza y ron.

Espía, señor, los rostros de mi espejo en el espejo,
yo, la pusilánime astuciosa
la del dedo en el aire
abanicando a la aburrida concurrencia.

Podrías venir al cine, señor.
Veríamos Brazil,
La vaquilla,
Un día de campo,
El cartero y Gatsby.
Me escucharías
sacudida por la risa
y el temor.

Permíteme, señor,
contemplarme cómo soy:
el rifle en la mano
la granada en la boca
destripando a la gente que amo.

Acuéstate conmigo en la madrugada, señor,
cuando mi respiración es un golpe de piedras
en la corriente del río.

Y verás como nada,
ni siquiera la leche de tus cantares,
puede darme una muerte que me enfurezca.


Todos los poemas, publicado por Monte Ávila Editores en 1994.


Poema

Frente al dinosaurio de ojos pardos supe que
el retorno de mis antepasados se acercaba.
A su costado el anciano moribundo encendía
una hoguera de azufre.
Llovía
Apoyé mi mano sobre su boca húmeda de ternura presintiendo en la piedra
el paso de un cascabel infantil
y habló el dinosaurio de ojos pardos:
«Llévate la lluvia que apaga mi fuego ancestral y camina hacia el país de los eternos ahorcados.
El perro negro clavado en el centro de cuatro árboles
te hablará del hombre de tu única noche muerto
sobre la ebriedad de las puertas del mal cerradas»
Detrás del anciano moribundo sonrió mi abuelo
apretando contra sí su reloj de oro.
Sentí nostalgia por las doncellas misteriosas.
Todo había muerto.
A mis pies quedaba la herrumbre del dinosaurio
de ojos pardos y se acercaba inevitable,
el grito de mis antepasados.
A mis espaldas silbó un gato negro.
Era el ojo lunar de mi primer aullido frente al dolor.

Maracaibo, Abril 1956
Tomado de la Revista Arquitrave nº 21

lunes, 23 de junio de 2008

RAFAEL CADENAS


Rafael Cadenas

Poeta, traductor y catedrático venezolano nacido en Barquisimeto, Lara, en el año de 1930.
Desde muy joven se inclinó por la literatura y acogió tempranamente el riesgo político. Por su militancia comunista se exilió en Trinidad y sólo regresó a Caracas en 1957.
Trabajó como profesor de literatura inglesa y española. Ha viajado además por diferentes países de América y Europa y ha traducido a Lawrence, Nijinski, Whitman, Cavafy y otros.
Dueño de un lenguaje mágico y depurado, su obra lo sitúa como uno de los grandes exponentes de la poesía modernista hispanoamericana.
De sus libros de poesía y ensayo merecen destacarse, "Los cuadernos del destierro" en 1960, "Falsas maniobras" en 1966, "Memorial" en 1977, "Intemperie" en 1977, "Anotaciones" en 1983, "Amante" en 1983, "Dichos" en 1992, "Gestiones" en 1992 y "Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística" en 1995.
Recibió la beca Guggenheim en 1986 y el doctorado Honoris Causa de la Universidad Central de Venezuela.
Su obra ha sido galardonada con premios importantes entre los que se cuentan el Premio Nacional de Ensayo en 1984, el Premio Nacional de Literatura en 1985, y el Premio San Juan de la Cruz en 1991.


Su Poesìa:

De "Una Isla" 1958:

1. Coney Island

Rosa de claras risas
que golpea siempre
un mismo jirón de luz
y a un blanco río
de trópico que duerme
va girando,
girando
en la noche
amante.


2. Escribiste: "Estos muros se hacen transparentes cuando te siento.
Mañana traigo los libros.
Te besa".
Mi libertad había nacido tras aquellas paredes. El calabozo núm. 3
se extendía como un amanecer. Su día era vasto.
El pobre carcelero se creía libre porque cerraba la reja, pero
a través de ti yo era innumerable.


3. Vengo de un reino extraño,
vengo de una isla iluminada,
vengo de los ojos de una mujer.
Desciendo por el día pesadamente.
Música perdida me acompaña.

Una pupila cargadora de frutas
se adentra en lo que ve.

Mi fortaleza,
mi última línea,
mi frontera con el vacío
ha caído hoy.


4. Sola,
insegura,
apremiante
palabra,
casa sin atavío.

Para ella desearía
la fuerza
de los árboles.



5. Te extiendes, camino de arena, más suave que la memoria de un ciego.

Salimos a recorrer la ciudad.
Tú te tiendes sobre una tibia hojarasca,
Más tarde me encuentras, tocas mi hombro y te vuelves noche.

8. You

Tú apareces,
tú te desnudas,
tú entras en la luz,
tú despiertas los colores,
tú coronas las aguas,
tú comienzas a recorrer el tiempo como un licor,
tú rematas la más cegadora de las orillas,
tú predices si el mundo seguirá o va a caer,
tú conjuras la tierra para que acompase su ritmo a tu lentitud de lava,
tú reinas en el centro de esta conflagración
y del primero
al séptimo día
tu cuerpo es un arrogante
palacio
donde vive
el
temblor.


De "Los cuadernos del destierro" 1960

1. Yo visité la tierra de luz blanda.
Anduve entre melones y hierbas marinas, comí frutas traídas por sacerdotisas adolescentes, palpé árboles de savia roja como ladrillo que moraban junto a la tumba de un príncipe, vi
viejos catafalcos de gobernadores guardados por lentas palmas. Por los contornos había raíces en forma de tazones donde los monos mitigaban la sed.
Pasé un día cerca del lugar donde duermen los ahorcados.
Era la época en que los brujos habían partido a los campos de arroz destruyendo todos los talismanes.
En las calles vistosas doncellas oscuras danzaban.
Entonces los capitanes bajaban de los ojos para explorar la ciudad.
De este viaje más allá de los presuntos límites sólo conservo alguna que otra estrella de mar, varios retratos -ella y yo- y un peregrino cofre que encontré en el barco durante la travesía.
De aquel idioma y de mis pasos por la tierra dicha no existe imagen que esté hoy extinguida. Los veleros tocan a las puertas del aire donde persisto. La luz me trae delfines muertos. Tu
olor reconquista el estremecimiento.


2. H e entrado a región delgada.
Todo lo que canta se reúne a mis pies como banderas que el tiempo inclina.
Aquí el mundo es una estación amanecida sobre corales.
Ésta es la morada donde se depositan los signos de las aguas, el légamo de los navíos,
los mendrugos cargados de relámpagos.
Éste es el huerto de las especias clamorosas, la temporada de arcilla que el océano erige.
Ésta es la fruta de un piélago muerto, la columna desesperada del hambre.
Ésta es la salobre campana de verdor que el fuego crucifica, la tierra donde una tribu oscura
embalsama un clavel.
Ésta es la tinta trémula del día, la rosa al rojo vivo inscrita en los anales de la selva.

3. Pero el tiempo me había empobrecido.
Mi único caudal eran los botines arrancados al miedo.
De tanto dormir con la muerte sentía mi eternidad. De noche deliraba en las rodillas de la belleza. Presa de tenaces anillos, a pesar de mi parsimonioso continente de animal invicto
me guardaba de la transitoriedad ínsita a mis actos.
Magnificencia de la ignorancia. Brujos solemnes habían auscultado mi cuerpo sin poder arribar a un dictamen. Sólo yo conocía mi mal. Era -caso no infrecuente en los anales de los falsos desarrollos- la duda.
Yo nunca supe si fui escogido para trasladar revelaciones.
Nunca estuve seguro de mi cuerpo.
Nunca pude precisar si tenía una historia.
Yo ignoraba todo lo concerniente a mí ya mis ancestros.
Nunca creí que mis ojos, orejas, boca, nariz, piel, movimientos, gustos, dilecciones, aversiones me pertenecían enteramente.
Yo apenas sospechaba que había tierra, luz, agua, aire, que vivía y que estaba obligado a llevar mi cuerpo de un lado a otro, alimentándolo, limpiándolo, cuidándolo para que luciera
presentable en el animado concierto de la honorabilidad ciudadana.
Mi mal era irrescatable.
Me sentía solo. Necesitaba a mi lado una mujer silenciosa, paciente y dúctil que me rodease con una voz.
Yo era un rey de infranqueable designio, de voluntad educada para la recepción del acatamiento, de pretensiones que hacían sonreír a los duendes.
Un rey niño.
Cuando advino, inopinadamente, una era de pobreza, perdí mi serenidad.
Mis pasiones absolutas -entre ellas el amor, que para mí era totalidad- fueron barridas.
En suma, yo era una pregunta condenada a no calzar el signo de interrogación. O un navío que se transformaba en fosforescente penacho de dragón. O una nube que se demudaba
conforme al movimiento.
Habitaba un lugar indeciso.
Mi historia era un largo recuento de inauditas torpezas, de infértiles averiguaciones,
de fabulosas fábricas.
Un dios cobarde usurpaba mis aras.
Él había degollado el amor frente a una reluciente laguna, en
un bosque de caobos. Huía mugiendo sábanas ensangrentadas. Escapaba del recinto feliz. Las nubes eran símbolos zoológicos de mi destierro.
El amor me conducía con inocencia hacia la destrucción.
El odio, como a mis mayores, me fortalecía.
Pero yo era generoso y sabía reír.
Como no soportaba la claridad, dispuse entre anaranjados estertores de sol mi regreso hacia el final. Las aguas me condujeron como el sensitivo lleva la pesadilla. Volví insomne al lugar de la ficción.


De "Falsas maniobras" 1966

1. Beloved country

Cuánto tuyo no se desenvuelve como música perdida en mí.
País al que regreso cada vez que me he empobrecido.
Sello, fasto, bóveda de los cofres.

Nunca me has negado tu leche de virgen.

Mi reflujo, mi fuente secreta, mi anverso real.

Ignoro el alcance de tu olor, pero sé que has estado
en todos mis puntos de partida, envolviéndome,
Oriente solícito, como una ceremonia.

País donde van las líneas de mi mano, lugar donde soy otro,
mi anillo de bodas, estás cerca del centro.

2. Desolado

De tanto imaginarte, sonreírte, esperarte, me canso. Te veo y pregunto ¿eres tú?
Respiro tu llegada; ya sin creer.

No me pidas explicaciones.
No me quites la idea que tengo, tan vaga.
No me pruebes, por favor, en terreno firme (me harías a un lado).

Algunas veces de ti no queda nada, una pequeña lámina.
Si llegas, te aproximas, te parece bien, sencillamente será otra cosa, otra cosa, cosa de delirio.
Tendrás magnitud y calor.

Eres el otro lado del botín.
¿Comprendes?


3. Rutina

Me fustigo.
Me abro la carne.
Me exhibo sobre un escenario.
Allí no ofrezco el número decisivo.
Devorarme ¡mi gran milicia!, pero soy también un armador tenaz.
Sé reunirme pacientemente, usando rudos métodos de ensamblaje.
Conozco mil fórmulas de reparación. Reajustes, atornillamientos, tirones, las manejo todas.
A golpes junto las piezas.
Siempre regreso a mi tamaño natural.
Me deshago, me suprimo, displicente, me borro de un plumazo y vuelvo a montar,
montar al carafresca.
(No se trata de rearmar un monstruo, eso es fácil, sino de devolverle a alguien
las proporciones.)
Planto mi casa en medio de la locuacidad.
Me reconstruyo con un plano inefable.
Calma. Ya está. Entro a la horma.


De "Intemperie" 1977

1. ¿Cómo pudo
volverse tribunal
de su vida
(no es sino la sala
donde se reúne
a rumiar fallos)
el
que menos juzga,
el
que existe desde su cuerpo,
el
menos concluyente
de los nacidos?

2. Puesto que estás aquí,
tienes que

Aquí se camina
sin preguntar.

Tienes que
No precisemos.
Haz como que entiendes.

Ya sabes:
sin interrogar.
(Todas las preguntas caen
a los pies de tienes que.)

¿Angustia?
Nada de eso,
quédate tranquilo
en tu silla, contando las horas.

3. Vida
arrásame,
barre todo,
que sólo quede
la cáscara vacía, para no llenarla más,
limpia, limpia sin escrúpulo
y cuanto sostuviste deja caer
sin guardar más.


De "Memorial" 1977

1. Mal

Detenido, no sé dónde, mas es un hecho que estoy, detenido.
Llevo años en el mismo lugar, al fondo. ¿Vivo? Funciono, y ya es mucho.

2. Angst

No es nada, nada
algo sin trascendencia,
nada.
Una dificultad leve
en la respiración.
Problema de angostura
parece.
¿Acaso no sabías
que la puerta es estrecha?

3. As if

Es como si amáramos. Es como si sintiésemos. Es como si viviéramos.

Esto fatiga. Hasta se ansía un error. Puede que al equivocarse,
los actores rocen la verdad.
4. Deseo

Asciende por mi cuerpo como otra sangre
más cálida
que en mi boca se muda,
se vuelve la que no es
y se extingue
como un rumor más de la noche.
Río
que repite nombres.

5. Despilfarro

Es recio haber gastado días, meses, años en defenderse sin saber de quién.
Recio no poder ver el rostro del que asedia.
Recio ignorar lo que nos devasta.


7.
que si no llego a ser nadie
habré perdido mi vida.

De "Amante" 1983

1. Eludías
el encuentro
con el tú
magnífico,
el que te toma
y te anula como tempestad
y de ti arranca al que busca.

2. Cómo pudiste vivir
de la idea
que la ocultaba,
con un sabor
que no era el de ella,
huyendo
de su aparecer
que era también el tuyo?

3. Llegas
no a modo de visitación
ni a modo de promesa
ni a modo de fábula
sino
como firme corporeidad, como ardimiento, como inmediatez.

4. Llevas el amante
al lugar
del acontecer

-el lugar del asentimiento.

5. Él abre los ojos,
siente,
se abandona.
Sabe ya que nada, nada
le pertenece,
salvo su dependencia,
y acata
el extraño señorío.

6. Se creyó dueño
y ella lo obligó a la más honda encuesta,
a preguntarse qué era en realidad suyo.
Después lo tomó en sus manos
y fue formando su rostro
con el mismo material del extravío, sin desechar nada,
y lo devolvió a los brazos del origen
como a quien se amó sin decírselo.

7. Misión
del amante:

arder
fuera del camino.



De "Gestiones" 1992

1. Lo que miras a tu alrededor
no son flores, pájaros, nubes,
sino
existencia.

No, son flores, pájaros, nubes.

2. ¿ Quién es ese que dice yo
usándote
y después te deja solo?

No eres tú,
tú en el fondo no dices nada.

Él es sólo alguien
que te ha quitado la silla,
un advenedizo
que no te deja ver,
un espectro
que dobla tu voz.

Míralo
cada vez que asome el rostro.

3. Matrimonio

Todo, habitual,
sin magia,
sin los aderezos que usa la retórica,
sin esos atavíos con que se suele recargar el misterio.

Líneas puras, sin más, de cuadro clásico.
Un transcurrir lleno de antigüedad,
de médula cotidiana,
de cumplimiento.
Como de gente que abre a la hora de siempre.

4.
dependes
pero
¿lo sabes
a fondo,
con tu cuerpo,
lo puedes vocear,
se ha vuelto carne fascinada?

5. Quién es ese que dice yo
usándote
y después te deja solo?

No eres tú,
tú en el fondo no dices nada.

Él es sólo alguien
que te ha quitado la silla,
un advenedizo
que no te deja ver,
un espectro
que dobla tu voz.

Míralo
cada vez que asome el rostro.


Otros poemas:

DERROTA

Yo que no he tenido nunca un oficio
que ante todo competidor me he sentido débil
que perdí los mejores títulos para la vida
que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme
es una solución)
que he sido negado anticipadamente y escarnecido por los más aptos
que me arrimo a las paredes para no caer del todo
que soy objeto de risa para mí mismo
que creí que mi padre era eterno
que he sido humillado por profesores de literatura
que un día pregunté en qué podía ayudar y la respuesta fue una risotada
que no podré nunca formar un hogar, ni ser brillante, ni triunfar en la vida
que he sido abandonado por muchas personas porque casi no hablo
que tengo vergüenza por actos que no he cometido
que poco me ha faltado para echar a correr por la calle
que he perdido un centro que nunca tuve
que me he vuelto el hazmerreír de mucha gente por vivir en el limbo
que no encontraré nunca quién me soporte
que fui preterido en aras de personas más miserables que yo
que seguiré toda la vida así y que el año entrante seré muchas veces
más burlado en mi ridícula ambición
que estoy cansado de recibir consejos de otros más aletargados que yo
("Ud. es muy quedado, avíspese despierte")
que nunca podré viajar a la India
que he recibido favores sin dar nada a cambio
que ando por la ciudad de un lado a otro como una pluma
que me dejo llevar por los otros
que no tengo personalidad ni quiero tenerla
que todo el día tapo mi rebelión
que no me he ido a las guerrillas
que no he hecho nada por mi pueblo
que no soy de las FALN y me desespero por todas esas cosas y por otras
cuya enumeración sería interminable
que no puedo salir de mi prisión
que he sido dado de baja en todas partes por inútil
que en realidad no he podido casarme ni ir a París ni tener un día sereno
que me niego a reconocer los hechos
que siempre babeo sobre mi historia
que soy imbécil y más que imbécil de nacimiento
que perdí el hilo del discurso que se ejecutaba en mí y no he podido encontrarlo
que no lloro cuando siento deseos de hacerlo
que llego tarde a todo
que he sido arruinado por tantas marchas y contramarchas
que ansío la inmovilidad perfecta y la prisa impecable
que no soy lo que soy ni lo que no soy
que a pesar de todo tengo un orgullo satánico aunque a ciertas horas
haya sido humilde hasta igualarme a las piedras
que he vivido quince años en el mismo círculo
que me creí predestinado para algo fuera de lo común y nada he logrado
que nunca usaré corbata
que no encuentro mi cuerpo
que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme,
barrer todo y crear de mi indolencia, mi flotación,
mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente
me suicido al alcance de la mano
me levantaré del suelo más ridículo todavía para seguir burlándome de los otros
y de mí hasta el día del juicio final.

Extraído de "Obra Entera, poesía y prosa" 2000


DICHOS

Vivir en el misterio: frase redundante.

*
Todo es misterio, aun lo que la conciencia conoce en detalle en
su orgulloso penúltimo escalón-

*

Lo que tengo por novedad no es novedoso, es la novedad de la gota de agua.

*

¿Discutir para qué? Siempre es posible encontrar argumentos para defender esto
o aquello. De lo que se trata, y hay urgencia, es de inquirir.

*

En las universidades existe siempre el peligro de que la literatura deje de ser lo que es
-la manera más entrañable de habla- para volverse objeto de estudio, algo que será viviseccionado en lugar de ser vivido.

*

Con la palabra «materia» se le da otro nombre al misterio.

*

Cualquier hombre es una agresividad en busca de una bandera.

*

Lo más importante es lo que no puede ser hallado.

*

La razón se crea su propio coto para señorear allí. No le atañe pregunta que no lleve
en sí su posibilidad de respuesta. Su fuerza es falsa, pues se apoya en el límite
que ella misma se pone.

*

No hay diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario.

*

Quien no busca, es.

*

Nada hay más extraño que la existencia.

Extraído de "Poemas selectos" 2004


DISYUNTIVA

La naturaleza de la poesía
es inintencionada.
Goran Palm

Yo quería escribir
un poema,
luego tuve la intención
de no tener intención
y el poema se quedó allí
detenido,
atrapado,
carbonizado entre la chispa
de las dos intenciones
y aquí
lo dejo.

Extraído de "Poemas selectos" 2004


LAS PACES

Lleguemos a un acuerdo, poema.
Ya no te forzaré a decir lo que no quieres
ni tú te resistirás tanto a lo que deseo.
Hemos forcejeado mucho.
¿Para qué este empeño en hacerte a mi imagen
cuando sabes cosas que no sospecho?
Líbrate ya de mí.
Huye sin mirar atrás.
Sálvate antes de que sea tarde.
Pues siempre me rebasas,
sabes decir lo que te impulsa
y yo no,
porque eres más que tú mismo
y yo sólo soy el que trata de reconocerse en ti.
Tengo la extensión de mi deseo
y tú no tienes ninguno,
sólo avanzas hacia donde te diriges
sin mirar la mano que mueves
y te cree suyo cuando te siente brotar de ella
como una sustancia
que se erige.
Imponle tu curso al que escribe, él
sólo sabe ocultarse,
cubrir la novedad,
empobrecerse.
Lo que muestra es una reiteración
cansada.
Poema,
apártate de mí.

Extraído de "Poemas selectos" 2004


Contra la barbarie de la propia estimaciónEntrevista con Rafael Cadenas
Claudia Posadas*


Ante la violencia y la búsqueda de poder como impronta del ser humano, ante la fractura de la propia nación y el continente, la poesía y el pensamiento del venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, estado de Lara, 1930), se erigen como una referencia de análisis del hombre contemporáneo. Su crítica parte de un diagnóstico de la conciencia, estancia generadora de nuestro desgarramiento: para el autor, en su reconocido ensayo “Realidad y literatura”, existe una sola condición: “El ser humano víctima de su propia psique (…), de sus prejuicios (…); el ser humano que 'proyecta' su angustia en todo lo que hace creando división, sufrimiento, agonía (…); el ser humano atenazado por sus propios productos: odio, afán de notoriedad, deseo de poder (…); el ser humano consciente del desastre que ha creado y sigue creando, pero como imposibilitado para detenerse (…)”.
Frente a este diagnóstico, sus planteamientos apuntan a considerar “la vida como totalidad” y no a partir del fragmento que significa la visión del ego. Así, busca un equilibrio entre la psique, el espíritu y lo axiomático, afincado siempre en la realidad, para llegar a “la autocreación” de un hombre ético, vigilante “de los humos de la propia estimación”, como diría Teresa de Ávila, que reconozca y se reconozca en el misterio mismo que es la existencia.
De esta manera, su reflexión desemboca, como lo dice en un poema, en la práctica de un “ethos clásico de la gratitud y de la aceptación de la existencia finita (Schajowicz)”, es decir, un ethos real, tangible, humano, construíble, universal, que trascienda cualquier religión, cualquier moral, cualquier dogma, cualquier noción del orden sobre todo lo que conlleva el concepto de éxito.
Para Cadenas, la poesía ha sido la fuente dónde encontrar al ser en el lenguaje y dado que para el autor este proceso debe ser individual, en sus poemas no hay una intención de hablar en nombre de la humanidad. Su poesía, engarzada en la más absoluta honestidad, implica una revisión profunda y descarnada del yo. De esta manera, su creación es el sólo testimonio de un hombre interesado en encontrar el centro de quietud de la psique, centro donde la barbarie sea transfigurada.
Rafael Cadenas pertenece a la estirpe de esos “renovadores secretos” de la literatura de nuestro continente, como dice Juan Gustavo Cobo Borda. Por la trascendencia y profundidad de su obra, que ha sido recogida para Latinoamérica en el volumen Obra entera. Poesía y Prosa (1958-1995) -Fce, 2000-, merece un reconocimiento como el Premio Juan Rulfo de Literatura Latinoamericana y del Caribe.

Un aspecto central de su pensamiento es la búsqueda del concilio con nuestra condición humana, que en los últimos libros se ha resuelto en el “ethos clásico”. ¿Cuál es el origen de esta búsqueda y cómo se fue conformando esta noción? En este sentido, ¿cuál es el balance de este proceso de existencia, cuál es la distancia entre el Cadenas del desasosiego al Cadenas de la gratitud?
El origen está en una especie de quiebra psíquica al comienzo de los años 60, la cual me llevó a hacerme preguntas que creía resueltas. Fue un despertar, pues hasta entonces yo había vivido conforme a ideas procedentes de un esquema que a todo responde, que todo lo explica, cuando en realidad no existe nada que esté fuera del misterio, de ese misterio de fondo que también nos constituye, y cualquier explicación no trasciende el campo de lo relativo donde sí puede tener validez. Es allí donde funciona el pensamiento, más allá no, más allá tiene que enmudecer, lo que no está mal pues es muy hablador, porque ha de toparse con lo desconocido, con la fuente infranqueable, con lo que ha recibido muchos nombres, pero en realidad no puede tener ninguno. Es asombroso ¿verdad?, que en rigor no podamos dirigirle la palabra a nuestro fundamento esencial. En cuanto al balance que me pides, no me atrevo a hacerlo, pues me parece que implica un cierre. Se asemeja a un inventario espiritual, lo que exigiría más espacio del que ofrece una entrevista. Espero, sin embargo, que mis otras respuestas complementen las que acabo de darte.
“No somos la fuente de nuestro vivir, pero por nosotros pasan las aguas”.
Una de las maneras de emprender esta búsqueda es a través de un cuestionamiento muy honesto del yo. Este proceso es paulatino: ante la derrota, hay un enfrentamiento muy crudo con los diversos yo (Falsas maniobras -1966-); después, un estado de vacío (Intemperie -1977-). En Memorial (1977) se estanca el proceso hasta llegar a Gestiones (1992) y Anotaciones (1983), donde se da un concilio. ¿Por qué este enfrentamiento como método? ¿Qué yo permanece?
Cuestionar el yo, enfrentarlo suena contradictorio. Es lo que suele hacerse, pero no creo que resulte difícil darse cuenta de que eso lo realiza el mismo yo. Así, además de dividirse, termina fortaleciéndose. Ésta es una lucha que se refleja, como bien lo señalas, en los libros que mencionas, todos escritos desde cierta depresión, especialmente Intemperie. En Memorial confluyen las diversas formas usadas en los libros anteriores. Gestiones también las mantiene, pero hay más despersonalización, un intento de expresarme indirectamente, mediante motivos, algo que, claro, tampoco estaba ausente en los demás libros. Yo no rehuyo la primera persona, ni creo que usarla signifique egotismo; muchos, en cambio, la evitan, pero carecen de humildad. Me preguntas qué yo ha quedado. Pues el actual, el que traza estas líneas para pasarlas a la pequeña Olivetti y enviártelas; el que se interrumpe para ir a comprar Tal cual, periódico que dirige Teodoro Petkof, periódico padrísimo, como dicen ustedes, los mexicanos; el que intenta darse al instante, habitarlo, pues sólo existe el presente y un incesante devenir, de manera que el que escribió mis libros es otro, el de ayer es otro, el de hace unos minutos, ya que cambiamos, es otro, otro y el mismo, pero ese mismo es sólo la sensación de ser, de sentirse siendo. “El presente es perpetuo”, dice un verso de Paz, quien siempre insistió en el valor absoluto del presente y del origen. ¿Habrá diferencia entre ellos? Estas dos constantes de Paz me parecen vitales para sus lectores, siempre que las tomen en serio.
Hace algún tiempo solía dividirme en innumerables personas. Fui sucesivamente, y sin que una cosa estorbara a la otra, santo, viajero, equilibrista…
…Era el desfile de los habitantes desunidos, las sombras de ninguna región.
El fracaso como lucidez
El cuestionamiento es de sí mismo pero también, del orden, y ambos aspectos están ligados al concepto de derrota: se parte de un sentimiento de no pertenencia (Los cuadernos del destierro -1960-), y este proceso se expresa en el famoso poema “Derrota”. Después, dicho sentimiento se convierte en un espacio de libertad que desemboca en un estado de permanente vigilancia de sí mismo y del sistema y que se manifiesta en el poema “Fracaso”, donde señala una actitud ética. ¿Qué significó ese estadio de tal modo que fue punto de partida? Actualmente, ¿se encuentra o no en los poemas citados? ¿Su actitud surge de la experiencia que vivió su país y de su exilio?
Los cuadernos del destierro es un poema en prosa sobre mi experiencia como exiliado en Trinidad (1952-1956), isla muy próxima a la costa oriental de Venezuela. Era entonces todavía colonia inglesa, de modo que durante cuatro años fui súbdito involuntario, pero gustoso, de la reina Isabel. A este periodo le debo un idioma que leo mucho, pero que hablo sólo cuando viajo a Estados Unidos o a Inglaterra. El libro recoge también mi situación íntima de los años 60 que te mencioné. Hoy no me encuentro en “Derrota”, pero no porque crea tener éxito, esta palabra no forma parte de mi vocabulario, lo que ocurre es que ese poema lo escribió un joven con quien ya casi no hablo, es decir, yo hace 40 años. Te daré un ejemplo: en el poema se aprueba en cierta forma la lucha armada y hoy la rechazo. Hace muchos años me di cuenta de que no es esa la vía para lograr determinado cambio social. Ahora pienso en términos de reforma, no de revolución. Ésta se me antoja, después de las experiencias del siglo que acaba de concluir, un sangriento anacronismo que en todos los casos terminó en dictadura. En cambio hay revoluciones que no suelen tenerse por tales como la que ha ocurrido en la física cuyas implicaciones filosóficas apenas comienzan a vislumbrarse o la comunicacional tan prodigiosa o la del movimiento ecológico, y tal vez estén en camino otras que no podemos anticipar. Mi atención está puesta en el individuo más que en lo colectivo. Siento más cercano el poema “Fracaso”; y actitud crítica siempre he tenido, sólo que ahora no procede de ninguna postura previa, sino del simple ver. Al menos me vigilo para que sea así. Cualquier ideología es perversa, aunque esté guiada por la buena intención, porque separa a los seres humanos. El bien que se busca termina trocándose en mal. Las revoluciones traen violencia, se vuelven sangrientas, instauran dictaduras, destruyen y se autodestruyen, todo por el bien del pueblo. Prefiero el sentido común, que es ajeno a carismas, redencionismos, salvaciones, a todas esas grandiosidades hipócritas cuyos promotores nunca se han visto a sí mismos. Si lo hicieran se darían cuenta de que el mal que pretenden combatir está también en ellos y eso es igualmente valedero para los que se les oponen, quienes sin embargo, por estar más cerca de la realidad -al menos su retórica no tiene pretensiones mesiánicas- podrían acercarse al autoconocimiento.
(Fracaso)
…Tú no existes.Has sido inventado por la delirante soberbia.
La posibilidad del “autohacerse” humano
Tanto en su poesía como en su ensayo, la crítica se centra en cualquier fundamentalismo ya sea económico, moral, religioso y está ubicada en la realidad. Sin embargo, tampoco se es fundamentalista de esta premisa porque se sigue abierto “al misterio de vivir”. ¿Por qué esta razón, esta crítica escéptica como método para su búsqueda e indagaciones?
Veo que amplías el término fundamentalismo sacándolo del campo de las religiones sobre todo monoteístas que es donde suele aplicarse. El politólogo alemán Thomas Meyer lo definió como “movimiento de exclusión arbitrario” muy opuesto a la modernidad y el cual “pretende ofrecer, en la medida en que condena toda posible alternativa, certezas absolutas, sostén firme, auxilio permanente y orientación incuestionable”. Esta definición que encontré en el libro El fundamentalismo religioso de Klaus Kienzler (Alianza Editorial) permite detectar dicho fenómeno en muchos otros ámbitos, como lo indica tu pregunta. En todo caso, su auge se debe probablemente a que suministra a la persona que elige una creencia cerrándose totalmente, una seguridad que ella siente como inexpugnable. En realidad, no se trata de una elección. La creencia procede inicialmente del hogar, la escuela, el ambiente, y es sólo más tarde cuando puede afirmarse con carácter absoluto, impermeable a todo interrogar. Aparte de la religión, donde hay más propensión a incurrir en fundamentalismos es en el terreno de la política. Los estragos que causa este fenómeno y su acompañante inseparable, el fanatismo, están a la vista con una contundencia inaudita debido al terrorismo que es en su expresión extrema. En cuanto a mi método, en realidad no tengo ninguno salvo la cautela de ese ver que te he mencionado.
¿Considera que esto debe ser un centro de reflexión contemporánea, dada la situación que vive Estados Unidos y su enfrentamiento con Medio Oriente?
En realidad todos los fanatismos son religiosos, pues entrañan una absolutización de lo relativo. En ellos subyacen las funestas deificaciones de causas. Fanático es el que extrema su adhesión a una ideología. Según Arthur Koestler “el problema de nuestra especie no es un exceso de agresión, sino una excesiva capacidad de fanática devoción”. El fanático se identifica totalmente con un credo, que puede estar representado por su tribu, patria, iglesia, Dios, historia, futuro, revolución, caudillo. Para reiterar lo que te he dicho sobre el condicionamiento, agrego estas otras palabras de Koestler: “Para una vasta mayoría de hombres a lo largo de la historia, el sistema de creencias aceptado, por el cual estuvieron dispuestos a vivir o morir, no fue de su propia factura o elección; fue impelido hacia sus gargantas por los azares del nacimiento”, lo cual nos dice cuánto peso tiene en la historia lo que se acepta sin examen. A propósito de lo que vengo diciendo, pienso en el peligro que encierran las grandes palabras, pues en su nombre se suelen suspender la razón, la ética y la piedad, y entonces todo desmán, toda inhumanidad, todo horror se tornan posibles. Pero siguiendo el hilo de tu pregunta, ¿qué hacemos con cavilar sobre lo que pasa en Estados Unidos, en Medio Oriente o en tantos otros lugares de nuestro amenazado planeta? Claro, es inevitable hacerlo, aunque eso a nada conduce. Las citas que he hecho de Koestler proceden de su ensayo “La explosión cerebral”. Este escritor, testigo y víctima de las tragedias del siglo XX, que se prolongan en éste, no creía posible un cambio en el ser humano. Confiaba sí en que la ciencia pudiera crear una sustancia que impidiese las locuras del cerebro arcaico, el reptiliano, pues sólo a él se las atribuye, librando así de responsabilidad a la neo-corteza, el cerebro propiamente humano, que para mí, al contrario, es el más acusable. También Peter Sloterdijk, apela a la tecnobiología con un fin parecido, en su libro Normas para el parque humano, refutado con abundancia de razones por el poeta, ensayista y profesor de filosofía Josu Landa, quien trae a colación la posibilidad del autohacerse del ser humano, debida al hecho de no estar predeterminado como el animal.
¿De qué manera refrenda esta visión al observar la situación actual de su país?
Me preocupa mucho la división del país. Estamos ante un gobierno que trata de fabricar una revolución que en ningún momento ha definido claramente, y ante una oposición que la rechaza por considerar que conlleva un propósito de dominación con miras a implantar un régimen hecho de retazos ideológicos de la vieja izquierda, militarismo y caudillismo, todo ello cubierto con el nombre de Bolívar cuyo uso desmedido da la impresión de que el gobierno ha literalizado el poema de Neruda a este héroe, ¿lo recuerdas? “Todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada”, etc.., lo que está bien en un poema, pero en la realidad resulta un exceso. En el país existe, sin duda, libertad de expresión, pero los llamados círculos bolivarianos -tenían que llamarse así, ¿verdad?- constituidos por el propio gobierno para su defensa, amenazan, insultan y agreden a periodistas y a manifestantes de la oposición. La justicia adolece de una falla radical: los poderes públicos -contralor, fiscal y defensor del pueblo- son personas que están al servicio del régimen y no al de la sociedad. También los magistrados del Tribunal Supremo fueron escogidos con la misma intención, pero últimamente dieron una muestra inesperada de independencia para consternación del gobierno que reaccionó inmediatamente con insultos y amenazas a los magistrados que no votaron como éste lo deseaba. En una democracia es esencial que los poderes públicos sean realmente autónomos. A mi ver tal ha sido aquí el problema central pues sin justicia la verdad es inoperante. La división de poderes ideada por Montesquieu tenía el propósito de cerrarle el paso al despotismo y moralizar el Estado, urgencia por la que claman en vano desde su nacimiento los países de nuestro continente. “Es una experiencia constante -piensa- que todo hombre que posee poder tiende a abusar de él y esto último es, precisamente, lo que hay que impedir”, dice José Luis Aranguren en su libro Ética y política (Guadarrama). Por eso dije en una declaración que ese francés ha sido muy infortunado en nuestro país, sobre todo en el actual periodo. De tal anomalía -a la cual se suma el control de la Asamblea Nacional por el gobierno- se derivan los otros males que no voy a mencionar para no extenderme, pero hay dos hechos que sí debo señalar. Uno es el que haya sido imposible crear la comisión que investigue el crimen del 11 de abril a fin de saber quienes son los responsables de semejante atrocidad. Sé que la verdad es un producto muy escaso, sobre todo en Latinoamérica, pero en este caso encontrarla es demasiado importante como para que se repita lo de siempre: dejar que el tiempo aporte el olvido cómplice. El otro hecho es casi inseparable del anterior: ante la corrupción también campea la impunidad. Finalmente, no puedo pasar por alto que la cultura ha estado muy relegada. Te daré un solo ejemplo: la Editorial Monte Avila tiene más de un año sin recibir el aporte del Estado para la publicación de libros. Es necesario sobre todo en Latinoamérica -permíteme insistir en esto- limitar el poder de los presidentes, tengan o no inclinación autoritaria, pues a veces actúan como reyes del periodo absolutista cuando simplemente son empleados públicos al servicio del país, y nunca al de una parcialidad, lo cual sería una aberración. Ellos son elegidos por el pueblo, denominación que incluye a todos los sectores de una nación, no por una divinidad. Ponerles coto mediante la constitución contribuiría a evitar que el poder los enloquezca, tal vez dejarían de sentirse importantes, y hasta se vuelvan humildes al perder los “humos de propia estimación”, para decirlo con frase de Santa Teresa. Después de todo, el brillo que presta el cargo dura poco, y al concluir, el mandatario pasa o debería pasar a ser un ciudadano corriente.
“En el mundo no señorea el ser sino otra fuerza. Existe una desconexión con el fundamento. Esta quiebra forma el telón de fondo del caos actual”.
La religiosidad del misterio
Hay cierta trayectoria “espiritual” que inicia con una negación “de los caminos de gracia”; posteriormente acepta un “hambre de gracia”, hasta que llega a la aceptación del fluir con la vida. Así, concilia dos aspectos, la razón ubicada en lo real y esta apertura “al misterio de vivir”, es decir, llega a una “mística personal”, como dice. ¿No le interesa una certeza religiosa como tal? ¿El concepto del ethos clásico es la manera de conciliar razón y misterio?
Sí, procuro ir con la vida sin oponerle resistencia. Casi me dejo llevar, aunque a veces me atasco. Dependemos de esa fuente, pero no la poseemos, más bien le pertenecemos. Ver, sentir eso es una apertura que puede significar mucho para quien esté muy envuelto por su ego. Debo decirte que siempre evito la palabra “mística” porque se presta a confusión, suscita prejuicios y está tan cargada de sentidos que terminamos por no saber qué significa. Al usarla conviene tener la precaución de precisar qué tratamos de decir con ella. Razón y misterio no se oponen, lo que pasa es que ella llega a un punto después del cual no puede seguir. Allí se encuentra con el espacio del misterio, palabra que por cierto tiene la misma etimología del término “místico”. Deriva como éste de mistés, que designaba en Grecia a la persona iniciada en los ritos secretos. Si lo que llamas certeza religiosa tiene que ver con creencia, pues no tengo ninguna. ¿Creer significa religión? Pienso que no, aunque es lo que piensan los más. Pero sentir el misterio que nos rodea y nos constituye sí me parece religiosidad.
Como se ha dicho, en sus concepciones hay un privilegio de lo existente, e incluso, el concepto del “misterio de vivir”, se afinca en la realidad (por ejemplo, niega cualquier mística que privilegie otra realidad más allá de ésta). Incluso, la apuesta por la por lo real en el arte, ha sido tema de un ensayo. ¿De qué manera esta concepción se fue conformando dentro de su proceso crítico? ¿Qué se deja de lado o qué se gana?
La palabra realidad para mí es otro nombre de lo desconocido, que nunca será conocido. Es todo cuanto sucede, pero también lo nouménico. Detrás de lo existente hay una especie de inteligencia ¿verdad? Marco Aurelio tiene una frase que me gusta y viene al caso. El habla de “la mente gobernadora del universo”. Piensa, por ejemplo, en nuestro cuerpo. Ahí tienen lugar innumerables y complejos procesos que afortunadamente no dependen de nuestra mente consciente. El yo no podría manejarlos, produciría un desastre como pasa con todo lo que toca. Es otra mente absolutamente impersonal la que los lleva cabo. Alan Watts tiene sobre esto páginas esclarecedoras. Preguntas qué se gana. Creo que nada y todo. Se deja de lado la mezquindad, y si aparece en nosotros nos damos cuenta. En realidad no somos dueños de nada. El yo se apropia de todo empezando por el cuerpo, lo que le es más próximo. Si alguien, pongamos por caso, tiene un don, cualquiera que sea, el yo se lo apropia cuando en rigor el mérito de éste estribaría en lo que haga con él, pero básicamente no le pertenece. Comprender esto puede ponerle fin a la vanidad. Acabo de notar que estoy hablando como alguien que sabe y eso me alarma; te pido que me disculpes.
“Callo. No voy más allá de mis ojos. Me consta este alrededor”.
De pronto vuelve la sombra, por ejemplo en Memorial: “hoy descubrí que el borde maligno aun existe”. Después escribe “Caemos, recaemos”. Una vez llegado al concilio con la propia condición, ¿éste permanece o la crítica, la vigilancia del yo, debe ser constante? ¿Qué es lo alcanzado entonces?
Porque no existe ninguna garantía. Podemos deprimirnos o sentirnos ansiosos o ser visitados por el miedo. Aunque se haya lidiado con el yo, es posible que esos estados se aparezcan y se trate de hacer algo, pero no creo que enfrentarlos con la idea de vencerlos sea lo más conveniente. Tal es el impulso habitual. Como si se tratara de una pelea, pero en este caso la inveterada agresividad de los humanos no tiene cabida. Ellos quieren siempre dominar, controlar, triunfar. Uno de los poemas de D.H. Lawrence que traduje hace tiempo es precisamente “Triunfo”. Te lo copio.
Me parece que durante cinco mil años por lo menoslos hombres han querido triunfar, triunfar, triunfar,triunfar sobre sus semejantes, triunfar sobre obstáculos triunfar sobre el malhasta que ahora la palabra misma es asqueante, no la podemos oír más.
Si miráramos en nuestros corazones, veríamosque detestamos la idea del triunfo,estamos hartos de eso.
El trayecto no es lineal. Tampoco la palabra resultado sería apropiada y nada tiene permanencia, como lo sabía bien Heráclito.
El erario del poeta
Una característica de su escritura es un discurso contundente, pero sobrio, temperado, ajeno a la “verbosidad abundosa”, como usted dice, que se da a la par de un proceso de escritura meditado, lento. Estos aspectos se reflejan en temas escritos a partir de una auto exploración honesta. ¿Desde qué convicción surge esta actitud de vida y escritura? ¿La asume como una estética? ¿Cuál sería su opinión de otras estéticas en la poesía latinoamericana que privilegian esa “verbosidad” y un discurso fundado en ésta y no en la honestidad con el yo?
Hoy pienso más las palabras, lo que tal vez no sea conveniente para la poesía, pero ¿qué puedo hacer? En su reino no caben las decisiones. Los cambios se dan un poco solos. Van apareciendo sin que uno se dé cuenta aunque están vinculados con nuestro movimiento interior. Mi actitud no es estética, si bien le doy, claro, mucha importancia a la forma, sin ella no hay poema ni nada, y lo que haya de ética en mi trabajo nace de un sentimiento de unidad, de esa unidad que subyace en todo lo existente. Uno puede rechazar posiciones ideológicas de otros sin perder de vista que son seres humanos, y lo más importante es esta condición. Percatarse de que ella está por encima de todo es muy saludable en este mundo tan lleno de violencia. El crimen en política comienza con la palabra “enemigo”. Usarla es ya prepararla.
Su escritura tiene varios registros: el poema breve y metafórico del principio, los poemas en prosa, abundantes y plenos de imaginería, y por último los aforismos, donde sintetiza su pensamiento y sus preguntas. ¿De qué manera este proceso estético se ha desarrollado a la par del proceso existencial? ¿Qué trayectoria de decantación implica el haber llegado a los aforismos de Anotaciones?
Trayectoria existencial y proceso estético son inseparables. Los cuadernos del destierro fueron escritos desde la depresión, luego, poco a poco, iba saliendo de ella, lo cual se puede palpar en los libros siguientes. Junto a los de poesía fueron surgiendo los de prosa y por eso están como entrelazados. Las lecturas han sido vitales para mí. Me interesa mucho el pensamiento vedántico, el taoísmo, el zen, y del lado de acá Whitman, Rilke, Lawrence, Pessoa, Ungaretti, Milosz (Czeslaw), Michaux; antes de experimentar con la droga, han sido una presencia constante en mí. También Jung, Watts, López Pedraza. He leído mucho a los clásicos, sobre todo los españoles, y de los modernos a Ortega, Unamuno, Machado, Salinas y Guillén. De Hispanoamérica me han acompañado siempre sus maestros, Reyes, Henríquez Ureña (Pedro), Sanín Cano, Borges, Paz, pero en fin sólo puedo mencionarte algunas de mis lecturas. Es cierto, me atrae el apunte como el de Anotaciones, la forma gnómica de Dichos (1992), el aforismo. Tal vez eso se deba a cierta urgencia por ir derechamente al blanco sin todo el acompañamiento explicativo que suelen llevar los escritos más completos. Tal vez influya también mi gusto por leer, que no me deja salir de la escritura breve. Tal vez mi propia limitación, no sé, pero te confieso que admiro a los poetas abundantes, mis opuestos, aunque los leo poco. Los veo como a príncipes que hunden sus manos cada vez que quieren en su erario verbal y de ahí sacan toda clase de joyas. Yo soy más bien lento, paso semanas, meses, años revisando un poema, indeciso, avergonzado, pobre.
Un tema constante a lo largo de sus libros, es una revisión del lenguaje, del poema y del poeta. Para usted, la poesía es contrapeso y contraste del poder, una ofrenda. En cuanto al autor “uno sólo espera de los poetas un óbolo que sirva para el trayecto”. Pero ante la barbarie, ¿el poema y poeta tiene algún sentido frente a esta realidad?
La poesía, el arte, el pensamiento son como contrapeso del poder y de la sociedad. Aquél tiende a volverse perverso y ésta a aletargarse. Se requieren antídotos fuertes para contrarrestar esas calamidades ¿y dónde encontrarlos sino dentro de la cultura? Se suele pensar que la poesía puede muy poco frente a la barbarie porque sólo le interesa a una ínfima minoría, pero ésta es una legión del espíritu y a través de ella actúa la poesía llegando así a ámbitos más amplios. En todo caso, lo más importante es el desarrollo de la conciencia; en tal sentido la lectura, pero no sólo de poesía, es decisiva.
Los hados nos dieron una lengua noble,como un buen vinode bodegas medievales….
Una labor sin pretensiones,un trabajode taller que preservael bien recibidoy lo entrega a otras manos en el estrépito.
¿Cómo se puede conciliar esta búsqueda de la dignidad, aunque sea personal, con el escepticismo que siente hacia el ser humano? ¿Éste es permanente y definitivo?
Escepticismo, para lo que uno siente en este momento, es un término eufemístico. Basta ver lo que ocurre todos los días en el mundo para no incurrir en optimismos ingenuos, que nos colocan, voy a usar una frase que le robo a Juan Goytisolo, en las afueras de la realidad. La verdad es que nos hemos acostumbrado al horror. Ni siquiera el más extremo, el de los genocidios, no conmueve a la mayoría de los seres humanos. Voy a citarte sólo uno. Según Mathieu Ricard, en un diálogo con su padre Jean Francois Revel, los chinos asesinaron un millón de tibetanos además de destruir seis mil monasterios y oprimen el Tibet, todo ello ante la indiferencia mundial. En casi todos los países se violan los derechos humanos. Los más civilizados son los que fabrican más y mejores armas. El último aporte de Italia a la cultura, por medio de la Fiat, es el haber perfeccionado las minas antipersonas. Ahora no las hace de metal sino de plástico para que no puedan ser detectadas. Mujeres y niños seguirán siendo las víctimas de esas bombas. Las armas atómicas y químicas continúan siendo una amenaza. No se le ve fin a la insania antirreligiosa de las religiones más mortíferas. El más inteligente de los depredadores sigue hiriendo la tierra, que es como si hiriera su propio cuerpo. Los brotes de violencia aparecen en cualquier parte, cesan en un lugar y surgen en otro. La delincuencia, el terrorismo y la corrupción son enfermedades endémicas y a todo lo anterior se añade el crecimiento desmedido de la población, que reproduce sin cesar los problemas; pero no seguiré esta enumeración. Son tan sabidos los males que nos rodean. En cuanto a los países hispanoamericanos, parecen destinados a no acertar. Suelen ser víctimas de caudillismos militaristas o de regímenes democráticos que terminan destruidos por la viveza criolla. En nuestras naciones lo único que parece prosperar es el ego. ¿Cuándo tendremos gobiernos donde realmente prevalezca la honestidad, una honestidad que sea inexpugnable? Yo siempre espero que aparezca el hombre ético. Sin embargo a la democracia, aunque siempre nos deja insatisfechos, hay que cuidarla; esto se lo digo, con abuso de confianza, a mis queridos mexicanos, y la mejor manera de hacerlo es ampliándola, despojándola de sus vicios, haciéndola socialmente más justa y por tanto más sólida. Casi siempre es posible mejorarla, a menos que haya fuerzas diabólicas que lo impidan. Termino, a modo de desquite, con una pregunta. ¿Cómo anda la de ustedes?
* Esta entrevista fue realizada con el apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fonca, 2002-2003, México.

© Claudia Posadas 2003Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid