miércoles, 6 de junio de 2012

CADÁVER EXQUISITO JAMMING ERRANTE




Se remueven las emociones
Busco un Náhuatl  en las entrañas del tiempo
con la punta del lápiz
Sí, lo sé, sobre mí caerá un atardecer
El ajedrez de tu pecho se llora
y van ciegas las nubes, como barcas perdidas y la muerte del mundo cae sobre mi vida
No sé, tal vez, la herida vino y dijo lo que sin saber no podíamos escuchar ó
la palabra: principio y fin
perdida, pérfida, perdigón
están, ir, venir, sentir
busca en estas paredes tu palabra
envuelta en desnudo
vibrante, la miel viene a mis labios
cayendo por treguas inexistentes
y entonces me encontró la neblina
un pájaro que insiste en la cintura, levanta vuelo


Nota: Cadáver exquisito construido la noche del jueves 31 de mayo en el Ateneo de Caracas, por los poetas participantes y público en general

lunes, 4 de junio de 2012

Valeria Rodríguez


¿Por qué para ser feliz, es preciso no saberlo?
Fernando Pessoa

La pelota lo hipnotiza. Absorto la contempla como a una deidad. Sólo existen ellos: la grama, y un parque que aún huele a parque y sabe a verde. Su inocencia lo inmortaliza. En sus talones late el juego, sus zapatos amarillos amanecen en cada gol. En la cancha es gaviota y pez y gigante.

La ciudad ojerosa lo vigila en cada pase y se permite ser otro ser: lo vitorea, hace eco de su risa;
se recuerda feliz. Pero en Caracas, hay colmillos apostados en los huecos y monstruos viviendo en las alcantarillas.

En un segundo el juego se congela. La pelota enmudece, el niño ya no pertenece al parque, se pierde en manos ajenas, no ve colores, no entiende a esos hombres; pierde.

Y en treinta y seis horas,
vuelve a nacer.

Valeria Rodríguez