lunes, 15 de noviembre de 2021

Juana Bignozzi (13 poemas)

 




LA VIDA PLENA

 

A algunos les han quitado las ganas de hablar,

pasan mudos por el amor, aman perros vagabundos

y tienen una piel tan sensible

que nuestros pequeños saludos cotidianos

pueden producirles heridas casi de muerte.

Nosotros, seres amables e inofensivos,

miramos los gatos enfermos, las mujeres con collares

que pasan por la calle

y sentimos un desamor agradable,

casi suficiente.

 

Que necia salir por esa ciudad

a recoger mis confidencias entre adúlteras

poetas de diarios pueblerinos

burguesías napoleónicas y analizadas

solitarios a los que no recuerdo en sus actuales escenarios legales

salvo algunas soledades de domingo a la tarde en la provincia

alguna etapa antes de volver al verdadero destino ignorado

 

que necia creer que siempre más allá

había un imperio con toda su fanfarria

y el exotismo de sus colores

y no sólo este trabajo mínimo y constante

ser armonioso sin conciliar unir sin renunciar


Supiste quién era

antes de que yo empezara a sospecharlo

ahora caminando por lejanas y míticas ciudades

soy tu triunfo

vos hiciste esa figura que recorre lugares que nunca conocerás

pero son sólo tuyos para siempre

vos los soñaste yo los conozco

para mí las fachadas

para vos el deseo

lo único posible de ser llamado eternidad

 

LE ENTREGO MI NOMBRE A LA VIDA QUE SUBE

 

Detrás de estos juegos de inteligencia

detrás de nosotros, que estamos en lo que podemos,

que sólo manejamos vasos al borde de la lluvia

vinos amicales,

fosforescencias del mar tienen su nombre,

que yo sólo puedo decir a través de ojos lánguidos,

sonrisas tristes mi amor devastado.

Tan pobres que éramos,

y ahora los que vienen de Cuba, los que van hacia Cuba,

entran en mi lenta ternura de mujer que vive junto a un río

hacen insoportable nuestra miseria.

 

 

LUZ DE GAS

 

Todos pudimos apagar y encender las hogueras

digamos, las luces

los más inconscientes lo hicimos

pero yo pregunto

quién tuvo la valentía de verlas agonizar

y siguió hablando moviéndose

pensando en las celebraciones

sonriendo ante las consecuencias del cambio de estación

la luz que agoniza era una obra que amaba mi madre

en su fantasía del teatro

pero aquí no habrá salvadores

lúcidos detectives jóvenes enamorados

sólo héroes que miran cómo agonizan

y simulan vivir una vida

¿quién la llamó vida?

sin revolución

 

SOY UNA MUJER SIN PROBLEMAS

 

Todos lo saben

y entonces buscan mi compañía para charlar por las noches.

Sin embargo yo conozco a alguien que quiere morir en paz consigo mismo

y me produce estremecimientos, insomnio, soledad,

porque la paz conmigo misma sería una guerra sin fin,

dos o tres asesinatos inevitables y alguna entrega desmedida

que no entra en mis planes.

Sin embargo yo sueño por las noches

con un jardín inmenso donde los muertos se levantan para saludarme;

yo sueño con un hombre que me inquieta y como lo ignora

me habla amigablemente del resto del mundo

y de mis múltiples amores, tan simpáticos,

tan apropiados como tema de conversación.

 

Tantas flores a la madrugada tanto vino blanco con los amigos

íntima perdida última

tanta vida para la literatura

tanta hermosa fantasía desplegada

corazoncitos en los vidrios empañados en vez de amor

tanto lúcido ascendente iluminista buen alumno

aquellos mis amiguitos con su pacífico partido de izquierda

tanta prueba de amor colgada de un clavito

tanta vida tirada a los perros y a los cobardes

el recuerdo de algunos que en lo mejor de mi vida

en fin cambiemos de tema

después de besar a los íntimos todos los días

como si fuera la despedida del alma

puedo asegurarles que no les crearé ningún problema

soy muy inofensiva

no me pasearé por el mundo con plumas doradas

ni gritaré a destiempo

sólo que tal vez consiga un bote al exilio

o todo termine en un claustro con una labor de petit point.

 

DULCE POST ART NOUVEAU

 

Desde este balcón miro llover sobre el mar

-Europa provee las imágenes de afiche I ,

cumple los sueños de barrio

su realidad aumenta la cursilería y la verdad-

yo hago una lista donde objetos amados

se mezclan con objetos necesarios

a los que el agua y la distancia confunde y a veces ni rescata

 

todos vuelven sobre esta calmísima agua

que llega hasta el pie de mi casa

pocos logran tener una cara

 

si la palabra tiene valor

esta distancia lo probará

si la palabra es vida y los que la manejan viven en ella

ésta es la prueba

 

si ya pensé mi vida o sea ya la viví

el agua de este mediterráneo tan muerto

es prueba y respuesta

 

DOMINGO A LA TARDE

 

Cuando se sientan frente a frente

amores imposibles, quincallería amistosa,

tipos que se atrevieron y esa mujer intensa

que lleva augurios a felicidades que nunca entenderá,

la buena gente desecha las malas palabras,

la buena gente dice todos tienen posibilidades en la vida,

sienten crecer su amor por esa mujer intensa,

tan sola, que vivirá siempre detrás de una ventana

y todo lo que le ofrecen está demasiado azucarado.

 

EDUCADA EN EL VICIO DE LOS HOMBRES

 

voy a la cocina y me siguen

voy al baño y golpean la puerta

me despiertan en la noche para preguntarme si duermo

llaman por teléfono en todas mis ciudades

para avisarme cuidado con el vino y la vida literaria

no he perdido padre ni tíos ni ahijado ni amigos de juventud

por no perder no he perdido ni editor

ni ese hombre

que ya sombra aún cuida mi paso en las esquinas

 

no me han dejado caer de su mano de su vicio

de su peso de mi corazón

 

EL SUJETO DE LA IZQUIERDA

 

educada para ser

la magnífica militante de base de un partido

que por no leer la historia de mi país

se ha convertido en polvo no enamorado sino muerto

preparada para una eterna carrera de fondo

tengo ante los ojos una pared impenetrable

detrás de la cual sólo hay

otros 50 años de trabajo y espera

 

Esperé ser la anfitriona elemental

de una estructura no corrompida

ofrecer entregas y apuestas

abandonar mi ciudad sin la sombra de la sal

ni de su adiós y memoria viva

ahora soy dueña de un sistema de condenas y salvaciones

de aceptaciones y rechazos

de una lista de buenos trabajos

de un lejano sabor a vida

de una única forma de limpiarme

en soledad

 

EXTRAÑAS PAREJAS

 

siempre volví en olor de bienvenida

flores animalitos de mis colores

corazones de papel que son los que me importan

y ahora entro en una casa donde

hay que dar la luz y el agua

y no buscar bebida en vaso limpio no la hay

sólo una voz por el teléfono

 

he aceptado entrar en una casa a oscuras

para que en mi vida no echara raíces el patetismo

 

INTERIOR CON POETA III

 

Desde mi ventana

silencio de verano silencio de invierno

veo servir la comida

encenderse las luces

lámparas del atardecer mesas del mediodía

¿acogerían ellos a una sin patria?

¿no estaría mi corazón para siempre en otra tierra?

soy ajena a las ceremonias de la costumbre

que suelen acogerme para señalarme extranjera

vidas de espaldas al mar que es el camino de mi vida

 

Juana Bignozzi (Buenos Aires, Argentina) fue una traductora, periodista y poeta argentina.​​​Residió desde 1974 al 2004 en España. Trabajó como traductora.Fue galardonada con el Premio Municipal de Poesía 2000, Premio Konex y Premio Rosa de Cobre de la Biblioteca Nacional Argentina en 2013.

 

 

 

 

 

 

 

Adélia Prado ( 11 poemas)





CHORINHO DULCE


Ya tuve y perdí

una casa,

un jardín,

un umbral,

una puerta,

un marco de ventana con un perfil.

Sabía una modinha y no la sé más.

Cuando la vida da descanso, vuelvo a querer

el umbral,

el portal,

el jardín

más la casa,

el marco de la ventana y aquella cara abandonada

Todo imposible, todo de otro dueño,

todo de tiempo y viento.

Entonces me da por llorar, horas y horas,

el corazón ablandado como un higo en almíbar.


CASAMIENTO


Hay mujeres que dicen:

Mi marido, si quiere pescar, que pesque,

pero que limpie el pescado.

Yo no. A cualquier hora de la noche me levanto,

ayudo a descamar, abrir, cortar y salar.

Es tan bueno, nosotros solos en la cocina,

de vez en cuando los codos se tropiezan

él cuenta cosas como “éste fue difícil”,

“plateó en el aire dando coletazos”

y hace el gesto con la mano.

El silencio de cuando nos vimos por primera vez

atraviesa la cocina como un río profundo.

Por fin, el pescado en la bandeja,

vamos a dormir. Cosas plateadas estallan:

somos novio y novia.


METAMORFOSIS


Fue así que mi padre me dijo una vez:

estás hecho un caballo viejo buscando la gruta.

Las cigarras aferraban las patas a los troncos

y zumbaban con decisión su silbido.

Los árboles cantaban en el patio,

renovadas las hojas de un verde novísimo.

Expandí las narinas y fui a pastar

con mi cabeza minúscula.

Lo más caliente y amarillo que puede ser,

era el sol, un día de pura luz.

Mugí entre las vacas, antediluviana,

sé de arbustos, agua que encontré y bebí.

Al volver sacudí el cuello y la cola.

Quedaron solo dos señales:

un modo goloso de olfatear lo verde;

un modo de pisar, solo pezuña y piedras.

 

 


FOTOGRAFÍA


Cuando mi madre posó

para éste que fue su único retrato,

no aceptó tener las sienes curvas.

Sin embargo, hay un deseo de belleza en su rostro

que una doctrina dura ha contenido.

La boca es conspicua

pero las orejas se muestran.

El vestido es negro y cerrado.

El temor de Dios circunda su semblante,

como cadena. Luminosa. Pero cadena.

Sería un retrato triste

si no viese en sus ojos un jardín.

No de aquí. Pero jardín.

 

NACIMIENTO DEL POEMA


Lo que existe son cosas,

no palabras. Por eso

te escucharé sin cansancio recitar en búlgaro

como miraré montañas durante horas,

o nubes.

Señales valen palabras,

palabras valen cosas,

cosas no valen nada.

Entender es un rapto,

igual que no entender.

Mi madre muriendo,

no faltó a mi llanto este arco iris:

el luto va bien con mi pelo claro.

Granito, lápida, crëpe,

¿son cosas bellas o palabras bellas?

Mármol, sol, lejía.

Entender me secuestra de palabra y de cosa,

arroja mi corazón de la poesía.

Por eso escribo poemas

para velar lo que amenaza mi debilidad mortal.

Me rehúso a creer que los hombres inventaron las lenguas,

es el Espíritu quien me impele,

quiere ser adorado

y sopla en mi oído este himno litúrgico:

baldes, escobas, deudas y miedo,

deseo de ver a Jonathan y ser condenada al infierno.

No construí las pirámides. Soy Dios.

 

EN PORTUGUÉS


Araña, corcho, perla

y cuatro más que no digo

son palabras perfectas.

Morir es insuperable.

Dios no tiene ningún peso.

Mariposa es asopiram,

un jabón hirviendo en la olla.

Ojalá estas rarezas

sean psicologismos,

desviaciones debidas

al pecado original.

Palabras, las querría antes como cosas.

Mi cabeza se cansa

en este discurso infeliz.

Jonathan me dijo:

 “¿Ya tomaste tu yogur?”

¡Qué dulzura me cubrió, qué consuelo!

Las lenguas son imperfectas

 para que los poemas existan

y yo pregunte de dónde vienen

los insectos alados y este afecto,

tu brazo rozando el mío

 

POEMA COMENZADO DESDE EL FIN


Un cuerpo quiere otro cuerpo.

Un alma quiere otra alma y su cuerpo.

Este exceso de realidad me confunde.

Jonathan diciendo:

parece que estoy en una película.

Si le dijera eres un estúpido el diría que sí.

Si él dijera vamos juntos al infierno a pasear

yo iría.

Las casas bajas, las personas pobres

y el sol de la tarde,

imaginen lo que era el sol de la tarde

sobre nuestra fragilidad.

Venía con Jonathan

por la calle más torcida de la ciudad.

El camino del Cielo.


 GREGORIANO


¿Hay algo más sensual?

Los monjes en el canto llano.

Me abro como solo lo puede hacer

una flor toda abierta,

despierta la espumilla rosa

contra lo melancólico y lo gris.

“Un día veremos a Dios con nuestra carne”.

No es el espíritu quien sabe,

es el cuerpo mismo,

el oído,

el canal lacrimal,

el pecho aprendiendo:

respirar es difícil.


MUJER AL CAER LA TARDE


Oh Dios,

no me castigues si digo

¡mi vida fue tan linda!

Somos humanos,

nuestros verbos tienen tiempos,

no son como el Tuyo,

eterno.


ASÍ EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO


En esta hora de la tarde

cuando la casa reposa

la obra de mis manos

es esta cocina limpia.

Tan fácil

un día después del otro

y pronto estaremos juntos

en las “colinas eternas”.

Recupera mi cuerpo

un modo de bondad,

la que me vuelve capaz

de producir un verso.

¿Me comprendes, Altísimo?

Él no responde,

también duerme la siesta.

 

EN UN JARDÍN JAPONÉS


Para el minuto de goce que llamamos Dios,

hacer silencio todavía es ruido.

 





 

Adélia Luzia Prado Freitas (Divinópolis, 13 de diciembre de 1935), más conocida como Adélia Prado, es una escritora, poetisa y profesora brasileña. En 1978 ganó por su obra O coração disparado el Premio Jabuti de Literatura. En 2007 recibió el Premio de Literatura Infantil y Juvenil de la Academia Brasileña de Letras por su libro Quando eu era pequena. En 2014 el Gobierno de Brasil le concedió la Orden del Mérito Nacional.