miércoles, 31 de marzo de 2021

Daniela Jaimes-Borges / Poemas de una niña







QUISIERA


Quisiera entonar los himnos de Novalis.

Con tal consuelo avanza

la vida hacia lo eterno.

Recordar que la espuma es otra piel,

pero la vida avanza y mi eternidad es suya.

 

Si me quedo dormida escuchándote,

Rubén, si me recuerdas todos los días, estaré.

 

 Pero el olvido va hacia lo eterno

y la noche sin consuelo,

dejándonos atrás.


COLIBRÍ

 

Una vez tuve un colibrí al que conocí por sus vueltas, por sus regresos. Me percaté de que envidiaba su naturaleza. No me gusta lo permanente. Una vez sospeché si era posible retenerlo conmigo un poco más de lo que él podía darme desde su certero pico, desde ese vértice que negaba la quietud: colibrí-viento, colibrí-repentino-, colibrítan tímido. Una vez, después de tantas veces, me pregunté, ¿cómo duerme, acaso no se asienta nunca?, ¿su paseo en el aire sólo es una verdad suspendida en el paisaje? Una vez vino a mis manos y lo sentí cansado, lo tomé con doloroso miedo. A los pocos segundos, creí que dormía. No quise preguntar más.


UN HOMBRE

 

 No hay un hombre capaz de flotar en el universo

sin atajar los juegos infinitos que se hacen

 persiguiendo a la muerte.

 No hay un hombre capaz de vivir en un universo

 sin que se arrepienta de su realidad,

 de sus sueños,

 y su mazo de cartas.

No hay un hombre capaz de hacerse,

flotar otra vez,

rendirse,

sin haber perdido la mano de su madre

cuando la vio partir

 hacia el libro más profundo.

Resulta imposible entonces

 que esta sea una realidad

apenas,

 el hombre,

 intenta decir

y empieza a temer.

 

TEMO

 

Temo volver a mi habitación,

mi perro se acostará en la cama,

 lamiendo heridas que no le fueron fieles,

 escondiendo en cruz sus costillas

detrás de una piedra que sabe rezar.

En la cama,

acompañados de nuevos nervios,

moriremos a ratos

de desamor,

el tercer cuerpo.

 

DESCONOZCO

 

 Desconozco la brevedad.

He sido fuerte arrastrando el pasado,

 tanta longitud.

He alcanzado mi cuerpo para regresarlo a su sombra,

ya nada lo persigue.

Me sigo esperando en la continuidad del aire

junto a recuerdos felices que

me he inventado para no confundir la vida con la realidad.

He llegado.

Todas las maneras de volver o irse están ahí, pero

 inmóvil, reconozco el fracaso.

y en ausencia de todos, me pido perdón.

 

INERTE

 

 Inerte el cuerpo

las manos cerradas

como la primera vez que nací,

salivando todo

para darme cuenta

de que el dolor

es algo que ya no deliro.

 

Daniela Jaimes-Borges (Caracas, Venezuela, 1981)

 Profesora de Artes Escénicas (UPEL) y magíster en Estudios Literarios por la Universidad Central de Venezuela. Profesora de Lengua Española y Literatura en la Escuela de Idiomas Modernos de la misma universidad desde el 2008. Dramaturga, actriz. Merecedora del Premio de Autores Inéditos Monte Ávila Editores, 2009, mención Dramaturgia, por su libro Breves. Premio Municipal de Literatura, 2011, mención Dramaturgia, por el mismo libro. Ganadora de la beca Panorama Sur, Argentina, 2012. Su obra ha sido traducida al inglés y portugués. Su trabajo ha sido publicado en antologías nacionales y revistas digitales dentro y fuera de Venezuela. Desde el 2016 lleva a cabo el proyecto audio-poético Voz de otra Voz.

lunes, 29 de marzo de 2021

LA POESÍA / Liliana Bodoc



LA POESÍA

Recuerdo muy bien aquel mundo de agua donde empezó mi vida. Lo recuerdo porque puedo imaginarlo, porque puedo conjeturarlo. Ese mundo de agua, redondo y sin fondo, donde adquirí mi forma fue la metáfora primera que conocí. Y el canal entre mi madre y yo, fue el primer verso.

Porque la poesía es una conjetura acerca de lo inefable. Un modo, quizás el único, de acercarse a las quimeras.

Recuerdo también el día en que mi madre se quedó parada a mis espaldas, mientras yo subía las escaleras de la mano de una mujer vestida con guardapolvo blanco. La mujer me dijo que no llorara, que iba a enseñarme a dibujar la letra m. Entonces, llegó de nuevo la poesía. Y entendí que el lenguaje puede ser la extensión del regazo materno.

También recuerdo cuando ocurrió al revés, y fue mi propio vientre una metáfora de agua. Puedo recordar cuando yo fui la madre detenida a espaldas de mi niña. Aquella vez, regresó la poesía a explicarme los sentidos del tiempo.

Hoy recuerdo mi muerte.

Puedo recordarla porque puedo imaginarla, puedo conjeturarla.

Si en ese trance consigo aceptar que es nuestro deber dejar sitio a los otros, entonces la muerte no será más que la mejor metáfora del amor.


Liliana Bodoc

Liliana Chiavetta, conocida como Liliana Bodoc (Santa Fe, 21 de julio de 1958-Mendoza, 6 de febrero de 2018)

martes, 23 de marzo de 2021

EL HOMBRE QUE VIVE EN MI CASA CUANDO YO NO ESTOY / Eugenia Rico




EL HOMBRE QUE VIVE EN MI CASA CUANDO YO NO ESTOY

Hay un hombre que vive en mi casa cuando yo no estoy.
Encuentro colillas en los ceniceros, huellas de manos en la ventana,
vaho en el espejo del baño.
Oigo sus pasos. Se alejan cada vez que abro la puerta.
He visto cabellos suyos en mi almohada.
A veces me deja mensajes.
No los entiendo.
Hay un hombre que vive en mi casa cuando yo no estoy.
Lo peor es que creo que soy yo.

Eugenia Rico

María Eugenia Álvarez Rico (Oviedo, 11 de febrero de 1972) es una escritora española.

jueves, 18 de marzo de 2021

LAS ASESINADAS / Gioconda Belli




LAS ASESINADAS

El pequeño pie de la mujer
Sobresale bajo la sábana.
Bonito el pie, delicado.
De seguro le gustaría andar con las uñas pintadas
calzar altos zapatos elegantes.
El otro pie, todavía conserva
la sandalia de diario, de trabajo
ésa incluso tiene una pequeña plataforma.
No es difícil imaginarla contenta y dicharachera
vendiendo naranjas o verduras en el mercado
—¿Qué va a querer, doñita, le doy buen precio—
Hablando con la vecina del tramo
mientras se sopla con el trapo
porque hace calor
Es de las que llegan a la casa y sientan al hijo a hacer las tareas
-estudiá muchacho, si no nunca vas a ser nadie-
y lava y plancha
y ya cuando el hijo duerme
mientras ve las noticias en el pequeño televisor
frente a la cama,
saca la lima, la acetona, se saca la laca vieja de las uñas
y se las pinta con cuidado en lo que pasan los anuncios.
Al día siguiente,
el esposo, el amado o el descartado
llegará con los celos, la pendencia, el orgullo.
Será el grito, el manotazo
La matará hundiéndole un cuchillo en el pecho.
Todavía incrédula.
Ella caerá al suelo de espaldas
En la foto del periódico
nosotros veremos el pie delicado
asomar bajo la sábana que tapa su cadáver.
Veremos el otro pie todavía con la sandalia puesta.
Pies tristes. Ya sin dueña que les pinte las uñas.
Pies tristes. A diario.
Contando la misma historia.
Gioconda Belli

Gioconda Belli Pereira (Managua, 9 de diciembre de 1948) es una poeta y novelista nicaragüense

jueves, 11 de marzo de 2021

TESTIGO DE EXCEPCIÓN / Francisca Aguirre




TESTIGO DE EXCEPCIÓN

Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.
Francisca Aguirre

Francisca Aguirre Benito (Alicante, 27 de octubre de 1930 - Madrid, 13 de abril de 2019), también conocida como Paca Aguirre, fue una escritora española, nombrada Hija Predilecta de Alicante en 2012 y Premio Nacional de las Letras en 2018.

jueves, 4 de marzo de 2021

LA MANO EN EL ARADO / Ruy de Moura Belo

 



LA MANO EN EL ARADO

Feliz aquel que administra sabiamente
la tristeza y aprende a repartirla entre los días
Pueden pasar los meses y los años nunca le faltará
Qué triste es envejecer a la puerta
entretejer en las manos un corazón tardío
Qué triste es arriesgar en humanos regresos
el equilibrio azul de las extremas mañanas de verano
a lo largo del mar que nos transborda
en el demorado adiós de nuestra condición
Es triste en el jardín la soledad del sol
verlo desde el rumor y las casas de la ciudad
hasta una vaga promesa de río
y la vida pequeñita que se concede a las uñas
Mas triste es que tengamos que nacer y morir
y que haya árboles al final de la calle
Es triste ir por la vida como aquel
que regresa y entrar con humildad engañados muerte adentro
Es triste en el otoño llegar a la conclusión
de que el verano era la única estación
Pasó el viento solidario y no lo conocimos
y no supimos ir hasta el fondo del verdor
como ríos que saben dónde encontrar el mar
y con qué puentes con qué calles con qué gentes con qué montes convivir
a través de palabras de un agua ya dicha para siempre
Pero lo más triste es recordar los gestos del día siguiente
Triste es comprar castañas después de la corrida
entre el humo y el domingo en la tarde de noviembre
y tener como futuro el asfalto y mucha gente
y detrás la vida sin ninguna infancia
volviendo a ver todo esto un tiempo después
La tarde muere a lo largo de los días
Es muy triste andar entre la ausencia de Dios
Pero, poeta, administra la tristeza con sabiduría
Ruy de Moura Belo

Ruy de Moura Belo (São João da Ribeira, Rio Maior, Portugal, 27 de febrero de 1933 - Queluz, 8 de agosto de 1978) fue un poeta portugués.

lunes, 1 de marzo de 2021

SOBRE UN POEMA / Herberto Helder

 



SOBRE UN POEMA

Un poema crece inseguro
en la confusión de la sangre,
sube aún sin palabras, solo ferocidad y gusto,
tal vez como sangre
o sombra de sangre por los canales del ser.
Fuera existe el mundo. Fuera, la espléndida violencia
o los granos de uva de los que nacen
las raíces minúsculas del sol.
Fuera, los cuerpos genuinos e inalterables
de nuestro amor,
los ríos, la gran paz exterior de las cosas,
las hojas durmiendo el silencio,
las semillas a la orilla del viento,
- la hora teatral del posado.
El poema crece tomándolo todo en su regazo.
Y ningún poder destruye ya al poema.
Insustentable, único,
invade las órbitas, la cara amorfa de las paredes,
la miseria de los minutos,
la fuerza sostenida de las cosas,
la redonda y libre armonía del mundo.
- Abajo el instrumento perplejo ignora
la espina del misterio.
- Y el poema se hace contra el tiempo y la carne.
Herberto Helder

Herberto Helder de Oliveira (Funchal, Madeira, 23 de noviembre de 1930 - Cascaes, 23 de marzo de 2015)1​ fue un poeta, periodista, bibliotecario, traductor y escritor portugués.