lunes, 16 de agosto de 2021

Maria Wine / 10 poemas

 




En algún lugar

 

tiene que haber un rayo de luz

que disipe las tinieblas del futuro

una esperanza

que no se deje matar por el desencanto

y una fe

que no pierda inmediatamente la fe en sí misma

 

En algún lugar

tiene que haber un niño inocente

al que los demonios no han conquistado aún

un frescor de vida

que no espire putrefacción

y una felicidad

que no se base en las desgracias de los demás.

 

En algún lugar

tiene que haber un despertador de la sensatez

que avise el peligro de los juegos autoaniquiladores

una gravedad

que se atreva a tomarse en serio

y una bondad

cuya raíz no sea simplemente maldad frenada.

 

En algún lugar

tiene que haber una belleza

que siga siendo belleza

una conciencia pura

que no oculte un crimen apartado

tiene que haber

un amor a la vida

que no hable con lengua equívoca

y una libertad

que no se base en la opresión de los demás.

 

Bendita sea la ira

 

Bendita sea la ira

la pálida ira silenciosa

que tiembla igual que un arco demasiado tenso

o la ira colérica

que grita con voz resonante

y la oscura ira abismal

que retumba en la campana de alarma de la tormenta

 

Bendita sea la ira

que con su guadaña de luz

despierta al indiferente

y con su fuego

oscurece la sonrisa del tramposo

la ira que desenmascara

al ostentosamente dadivoso

y al que acepta con avidez

 

Maldita sea la ira

que habla con la lengua del odio

sólo para extender más odio

Huye de esta ira engañosa

como si de una serpiente venenosa huyeras

 

Pero no huyas de la ira

que embriagada de furor

tropieza con sus palabras

préstale

la oreja redonda de la paciencia

Y tu propia ira contenida

que se retuerce como un sacacorchos

en tu corazón

o susurra como una abeja

encerrada en tu mano:

libérala

reparte contigo mismo

las frutas de tu ira

 

Bendita sea la ira

que con su discurso brillante

agudiza y se yergue

haciendo huir a la maldad

al igual que las sombras

huyen de la luz-

Bendita sea la ira que lucha

por más vida en la vida

más amor en el amor

más justicia en la justicia.

 

Desolación

 

Ella siguió viviendo su vida

en la habitación donde él había muerto

para seguir respirando siempre

sus últimos suspiros

reflexionar sobre las últimas

ideas que él pensó-

Se metía en sus ropas

se sentaba en su sillón

y leía una y otra vez

el último libro que él había leído

pero nunca pasaba de la página

a la que él había llegado-

 

Llevaba en la muñeca

el reloj de pulsera de él

que había hecho tic-tac a la velocidad de su pulso vivo

y ahora lo hacía débilmente al compás

del pulso renuente y triste de ella

Comía con los cubiertos de él

bebía de su taza favorita

Se peinaba con el peine de él

delante de su espejo

Se quedaba largo rato mirando

al espejo buscando inquisitiva

como si esperase que la profundidad

le fuera a devolver por compasión

el rostro de él.

 

Expedición de descubrimiento

 

Si no tuvieras

tantísima prisa

(a tu muerte llegarás en todo caso a tiempo)

podrías darte cuenta de muchas más cosas.

Podrías por ejemplo descubrir

que la yema de tu dedo

tiene la misma forma abovedada

que un grano de uva

que su piel tiene el mismo dibujo

de pequeñas estrías acanaladas

que la piel de la uva

y que cuando aprietas la yema de un dedo sobre otra

la sensación de blanda dureza es la misma

que cuando la aprietas sobre la uva

 

Descubrirías

que los párpados de los ancianos

bien están toscamente arrugados como piel de higos

bien tenues y transparentes

como la película del ojo de un pájaro

Tendrías tiempo de ver

que en el esmalte brilla una sonrisa

que el cuchillo en realidad es un rayo capturado

y que la caballa ha sido asada a la parrila por la sombra

 

Descubrirías que

a menudo una piedra dura protege

un secreto blando

y tendrías tiempo de escuchar la melodía

que suena dentro de cada pelo

Podrías leer el mensaje de la escarcha

en el cristal de tu ventana

y asombrado descubrirías

lo difícil que es llorar

bajo un sol deslumbrante

así como que se necesita coraje para atreverse a reír

en la oscuridad nocturna

 

Si fueras un hombre

descubrirías

que la mujer que llevas dentro ansía

permiso para echarse a llorar

y si fueras mujer

que el hombre que llevas dentro ansía

permiso para dar cuenta

de tu malgastada debilidad

Descubrirías

que casi todo lo que les reprochas a otros

es un reproche que has evitado hacerte

 

Si te dieras tiempo para contemplar

la alfombra del paisaje que has tejido con tu vida

podrías descubrir muchos senderos que te has saltado

a los que nunca podrás volver

Y quizá gracias a tu descubrimiento

dejarías de saltarte el día

para alcanzar rápidamente la noche

dejarías de saltarte el invierno

para llegar rápidamente al verano

y con este conocimiento

alargarías tu vida considerablemente.

 

El dictador

se ahoga tarde o temprano

en sus botas demasiado grandes.

 

¿Sería acaso en el mismo instante

en que el humano comprendió

que alguna vez debía morir

cuando él mismo tuvo el deseo de matar?

 

Desnudar de su sombra al desgraciado

con tu luz

¿es un acto de amor

o solamente impertinencia?

 

Somos muchos

los obligados a convertir la curiosidad del pie

en un ala fugitiva.

 

Por la justicia luchan ambos

pero lo que es justicia para el uno

es injusticia para el otro

y a causa de esta discrepancia

se combaten el uno al otro

con el arma mortal de la injusticia

y se despojan con ello de todo derecho

a llamarse defensores de la justicia.

 

¿Siempre hay alguien

que se atraviesa en el camino

o soy yo

que me atravieso en mi camino?

 

 

María Wine (Copenhague – Estocolmo)  

Trabajó como oficinista. En 1936 se casó con el poeta Artur Lundkvist y se trasladó a Estocolmo donde ha pasado su vida. Toda su amplia obra está escrita en sueco, escribió fundamentalmente poesía, aunque ha publicado libros autobiográficos en prosa y otros de prosa poética. Escribió más de 30 poemarios. Falleció en Estocolmo a la edad de 90 años. En Suecia se la considera como la poeta del amor, según la autora el amor debe estar basado en la libertad, en la responsabilidad y en la confianza mutua.