Pájaros
negros de alas relucientes
Elizabeth
Rifo
La
Parada Poética Ediciones, 2025
Hay
libros que llegan como un presagio, como si se anunciara desde antes su
necesidad. Pájaros negros de alas relucientes, primera publicación de
Elizabeth Rifo, no es solo el registro de una escritura afilada por la
intensidad emocional: es también la apertura de un imaginario poderoso, íntimo,
ferozmente femenino.
Esta plaquette reúne 17 poemas escritos con una
pulsión casi vital, que atraviesa cada verso. La autora nos entrega aquí una
voz que emerge desde la herida, pero no se queda en la fragilidad: la
transforma en vuelo. Hay dolor, sí, pero también lucidez, deseo y un urgente impulso
de verdad.
Siempre, siempre volveré /como el correr del río
que no espera nada, escribe Elizabeth en uno de los primeros poemas de
esta plaquette. Y ese regreso —obstinado, dolido, pero firme— define con
nitidez el pulso que atraviesa su primer libro: una escritura que insiste, que
vuelve sobre sí misma, que se levanta desde las ruinas del amor, de la
infancia, de la pérdida, para cantarse a sí misma y así, poco a poco,
reconstruirse.
La poeta nos entrega imágenes tan potentes como
desoladoras: Suspiro, un pájaro muerto sobre mi mano, dice, en uno de
los versos más memorables. Y más adelante: el pájaro no resucita entre mis
manos / en vez de llorar / lo acaricio. Ese gesto, el de acariciar la
pérdida en lugar de evadirla, es la esencia de este libro. Elizabeth no escribe
desde la queja, sino desde una ternura feroz, desde una observación aguda de
sus propios límites: Es un perderme dentro / de límites que yo no dictaminé
/ o quizás sí.
Cada poema es una escena contenida, una fotografía
emocional donde la palabra hace las veces de refugio, de espejo, de nido y a
veces también de puñal. Hay una conciencia clara de lo que se ha perdido —la
voz, el deseo, la ilusión— y una lenta pero firme recuperación de la propia
identidad: Ahora me miro y definitivamente soy otra / busco palabras de
honestidad / de reencuentro con mi palabra / con mi pulso / con mi ser.
La poesía, para Rifo, no es consuelo: es destino.
Como lo dice citando a Enrique Lihn: La poesía es como un enorme pájaro
muerto colgado al cuello. Y sin embargo, esta autora primeriza no se
detiene en el peso. Libera al pájaro. Lo mira con compasión. Le lustra las
alas. Lo deja volar.
Pájaros negros de alas relucientes es el
inicio luminoso de una voz que, aunque aún en construcción —como toda voz
verdadera—, se muestra ya plena de autenticidad. Hay una búsqueda lúcida por
habitar la palabra, por hacer de la poesía no un refugio, sino una herramienta
para la comprensión de sí misma. El lenguaje aquí no adorna: revela. Una
aparición necesaria en la escena poética actual. Con valentía y belleza,
Elizabeth Rifo nos invita a asomarnos a su abismo luminoso, y a acompañarla
—como lectores cómplices— en este primer vuelo.
Georgina Ramírez
La Parada Poética Ediciones