viernes, 15 de marzo de 2024

Mona Van Duyn / AMOR TARDÍO

 


AMOR TARDÍO

 

“Lo que Dios estaba diciendo, a lo que se refería [en la historia de María y de Martha] era que los placeres de ese cabello, de ese perfume, deben de ser tomados. Porque los accidentes de la muerte nos privarán de ellos demasiado pronto. No debemos privarnos nosotros mismos, ni a nuestros amados, del lujo de nuestros extravagantes afectos. No debemos tratar de ponerlo en duda, negándonos a amar a aquellos a quienes amamos…”

Mary Gordon, Final Payments

 

 

Si en mi mente me caso contigo cada año

es para calmar una extravagancia del amor

con costumbre apagada, pues él se enciende feroz

y salvaje cuando olvido que vivimos

en habitaciones dobles cuya temperatura es controlada

por el termostato apagado del matrimonio.

Necesito la mnemotecnia, ahora que estamos viejos,

de juramentos y ley para rememorarlo.

Nuestros perros están muertos, nuestro hijo nunca se volvió realidad.

Podría acabarme, en mi falta de juicio, todo

el suministro humano de calor en ti

antes de poder pensar en los otros y desviarme.

“El amor” es encontrar querido lo familiar.

“Enamorado” es que te tomen desprevenido.

Una vez, en la sospechosa cara que usas,

y otra vez, en la valoración de tus ojos,

tú cambias, y con una nueva dulce o hiriente palabra

encuentras nuevas entradas a mi más recóndito nervio.

Cuando te paras frente a la estufa, soy yo quien se revuelve.

Cuando terminas de trabajar yo descanso sin reservas.

En el día, algunas veces, nuestra carrera con tres piernas parece lenta.

Discusión adelante, nos fastidiamos por estar tan cerca.

Pero durante la noche nos recostamos como cuartos crecientes de Velcro,

volteándonos juntos hasta que nos re-adherimos.

Desde ti, con pasos largos y una mejor visión,

me apuro a mí misma, para mantenerme en condición,

con luz y renunciando de por vida a comidas de humo.

Como cuando un coleccionista atrapa dos Monarcas de una

sola vez, cuyos frescos vuelos van de una hacia la otra

debajo de la red, así en nuestros votos yo re-imagino

y re-invoco aquello que nos mantiene juntos ya viejos.

Lo que intentas dar es más de lo que yo quiero recibir,

aún así cada mes cuando sostienes las tijeras para nuestra cita

y mi cabello recortado cae y cubre tus pies, yo creo

que la casa se ha llenado de nuevo con el olor del perfume.

 

Traducción por Andrea Muriel





 Mona Van Duyn, Waterloo, Iowa, Estados Unidos (1921-2004) . Ganadora de los premios de poesía más importantes de su país como el Bollingen Prize (1971), National Book Award (1971) y el Pulitzer por su libro Near Changes(1991). De 1992 a 1993, fue Poeta Laureada, siendo la primera mujer en conseguir dicho reconocimiento. Murió de cáncer a la edad de 83 años.