en el pecho de cada hombre
Rafael Cadenas
Un país no es una trampa,
espacio oscuro para la omisión,
un terreno de depredadores.espacio oscuro para la omisión,
No tiene aristas devastando todo.
Tampoco es un himno,
ni la leyenda turbia de sus guerreros.
A un país no se le trata como a un objeto para desechar
una vez que agotó su utilidad.
Pero ellos vinieron
y desecharon todoy entonaron himnos y omitieron
y pusieron
tristes quesitos para ratones
después de agotar las provisiones de la alacena.
Ellos dijeron que no era un país
sino una patria
porque un país es una costumbre burguesa
como burgués es comer,
la dignidad.
Sentir dolor porque nos llenaban
la cabeza de tiros
y un país,
mi país,
cupo de repente
en el hambre.
Cupo de repente en el hueco de una bala.
No
reconozco
en
su mirada fríaen sus manos de hierro
su indiferencia metálica
no
reconozco
el
gesto hermanopor este rincón de selva,
por el verde caudaloso
y el azul atormentado
son
de otro lado
sus
alas cercenadaspor sus escudos y sus cascos
me hablan
de un lugar
donde no hay ángeles
o
a media noche
cuando
reposanles cambian el alma
por cenizas
suspendidas en la punta
de alfileres.
Inés Muñoz Aguirre
La hora
es débil
aunque
se llame desde el solpasa el viento
y tampoco explica por qué nos lleva
más abajo
hasta resistir
el
pasado mesiánico
que nos
cobra con muerte
gallinas
sin sus
hijosquedan
y
empieza la oscuridad
en la
mira del siguiente disparo.
Daniela Jaimes-Borges
La noche que no acaba
La
noche nos cayó encima
Un manto pesado y oscuro.En Palmira, mataron a un niño
Un proyectil que debía protegerlo
Le atravesó el cuello.
Un sueño que no fue sueño
Nos distrajo por unas horas.
Un mal dormir sin dormir.
Al despertar
El dolor seguía allí
Renovado.
Luis Alviarez se tornó en Yeison
Asesinado en Pedraza por una metra.
Metamorfoseada en proyectil de policía.
El luto siguió cerrado
La noche se negó a marcharse.
Un llanto ya sin lágrimas
Nos anegó el alma.
Pocas horas pasaron
A mediodía la noche seguía oscura
La noche sin luna ni estrellas,
Qué no parece tener fin.
A Diego Arellano, otra bala
La misma bala que nos asesina desde hace años
Le cegó la vida en San Antonio de los altos.
El dolor y el llanto,
como la noche,
No acaban.
No hay tregua
Es un luto por goteo
Drop
Drop
Drop
Uno a uno van cayendo
La gota de sangre
No hace ruido al caer
Pero, nos aturde.
Nos nubla el entendimiento
Seguimos contando muertos.
Clamando al cielo
La llegada del amanecer
Para que acabe
Por fin
Esta noche interminable.
que no se hable más paja
que vuelva la luz
más allá de la sangre.
Que la tortura
la cárcel
y la muerte
sean sólo un mal recuerdo
como Hiroshima
el Holocausto
Vietman
9/11
o aquel loco que entraba al palacio
con un tanque.
Enrique
Salustiana
Si te racionan la calma
por mandato superior
y presencias con horror
cómo desalojan almas;
si te borran de las palmas
de las manos tus historias
y te obligan que al ahora
el futuro se lo abortes;
mira siempre fijo al norte
el Ávila reconforta.
Si la duda se convierte
en el pan que cada día
se apoya de la vajilla
por falta de arroz y leche;
si no hay pecho que sujete
tanta angustia en una aorta
y ya se te quedan cortas
las plegarias por las noches
mira siempre fijo al norte
el Ávila reconforta.
Si llegas a Maiquetía
con la vida en dos maletas
y sobre la billetera
un pasaje de salida;
si comprendes que te exilian,
te privan y te deportan
de tu patria, y no hallas forma
que tu voluntad importe:
mira siempre fijo al norte
el Ávila reconforta.
Mas si clavas las rodillas
en las venas del país
y no existe algún desliz
que te anule la sonrisa;
si contemplas maravillas
donde muchos miran horcas
y sientes que te transforma
esta patria tan enorme:
miremos juntos al norte
el Ávila reconforta.
Gabriela
Cunemo
No voy a salvar a más
nadie, aquel que quiera salir ileso que
aprenda a respirar bajo el agua. No
voy a arriesgar el pellejo, carne, mi
piel, lo poco limpia que soy, para
insistirles que la redención es mirarse en el
espejo, aguantar y aguantar, siempre de pie,
descalza, aun cuando el espejo no te devuelva
absolutamente nada.
Albor
¿Cuánta luz nos hace falta
para opacar esta aberración?
¿Cuántas trampas
nos esperan antesde encontrar la luz?
El bastimento diario
dejó de ser esencial
Hay que procurar la vida
Acuarela
Martínez
Fotografías : Mariam Krasner, Mary Carmen Daza, Georgina Ramírez y Carmela Palacios, tomadas en Caracas Venezuela en los meses de abril y mayo del año 2017
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