jueves, 24 de diciembre de 2020

Gilberto Owen Estrada / (2 poemas)

 




Allá en mis años...

 

Allá en mis años Poesía usaba por cifra una equis,

y su conciencia se llamaba quince.

¿Qué van a hacer las rosas

sin quien les fije el límite exacto de la rosa?

 

¿Qué van a hacer los pájaros (hasta los de cuenta)

sin quien les mida el número exacto de su trino?

Ahora pájaros y rosas tendrán que pensar por sí mismos

y la vida será muchísimo más sin sentido.

Como la esclava que perdió a su dueño

(y tú eras su amo y él tu esclavo),

así irás Poesía por las calles de México.

 ...

 

Booz canta su amor

 

Me he querido mentir que no te amo,

roja alegría incauta, sol sin freno

en la tarde que sólo tú detienes,

luz demorada sobre mi deshielo.

Por no apagar la brasa de tus labios

con un amor que darte no merezco,

por no echar sobre el alba de tus hombros

las horas que le restan a mi duelo.

Pero cómo negarte mis espigas

si las alzabas con tan puro gesto;

cómo temer tus años, si me dabas

toda mi juventud en mi deseo.

 

Quédate, amor adolescente, quédate.

Diez golondrinas saltan de tus dedos.

París cumple en tu rostro quince años.

Cómo brilla mi voz sobre tu pecho.

óyela hablarte de la luna, óyela

cantando lánguida por los senderos:

sus palabras más nimias tienen forma,

no le avergüenza ya decir "te quiero".

Me has untado de fósforo los brazos:

no los tienen más fuertes los mancebos.

Flores palúdicas en los estanques.

de mis ojos. El trópico en mis huesos.

Cien lugares comunes, amor cándido,

amoroso y porfiado amor primero.

 

Vámonos por las rutas de tus venas

y de mis venas. Vámonos fingiendo

que es la primera vez que estoy viviéndote.

Por la carne también se llega al cielo.

Hay pájaros que sueñan que son pájaros

y se despiertan ángeles. Hay sueños

de los que dos fantasmas se despiertan

a la virginidad de nuestros cuerpos.

Vámonos como siempre: Dafnis, Cloe.

Tiéndete bajo el pino más erecto,

una brizna de yerba entre los dientes.

No te muevas. Así. Fuera del tiempo.

 

Si cerrara los ojos, despertándome,

me encontraría, como siempre, muerto.


Gilberto Owen Estrada (Sinaloa, México 1904 - Filadelfia, Estados Unidos - 1952)

Fue un poeta mexicano de padre irlandés y madre mexicana. Ocupó cargos diplomáticos diversos. Estudió en el Instituto Científico y Literario y fue subdirector de la Biblioteca Pública de Toluca. Fue autor de Desvelo, La llama fría, Novela como nube, Línea y Perseo vencido.

No hay comentarios: