jueves, 6 de enero de 2022

Fernando Pessoa / Inscripciones ( 9 poemas) Versiones de Lázaro Álvarez

 




I


Pasamos y soñamos. Sonríe la Tierra. La virtud es rara.

Edad, deber y dioses pesan sobre nuestro éxtasis consciente.

Espera lo mejor, y para lo peor prepárate.

La suma de la sabiduría anhelada aquí te habla.

 

III

 

Desde mi villa, en la cuesta, largamente he mirado

La murmurante urbe.

Después, un día levanté

(harto de lo mirado, de la torpe esperanza desprendido)

Sobre mi cabeza la mortaja

(en lo más grande el más simple gesto convertido)

Como se alza un ala.

 

V

 

Fui conquistador. Conocido es mi nombre entre remotos bárbaros.

Simples dados fueron los hombres en mi lance.

Más, en mi turno, así de baja ha sido la jugada:

Yo lancé dados. El Hado hizo la suma.

 

VI

 

Han sido amados unos como los que son amados.

Otros premiados como los que han de serlo.

Esposa natural para mi compañero ya saciado,

Bastante fui para aquel a quien basté.

Anduve, dormí, parí

Y envejecí, sin un destino.

 

VII

 

Puse aparte el placer como una copa ajena.

Distante, austero, mío, miré donde los dioses no miran.

Pero detrás de mí se hurtó la sombra de la pena.

Soñando no dormir, dormí mi sueño.

 

IX

 

Hay un silencio donde la ciudad fue vieja.

Crece hierba donde ya no yace la memoria.

Los que cenábamos ruidosamente, polvo somos.

La historia está contada.

Callan las cabalgaduras a lo lejos. Y se apaga

La postrera luz de la posada.

 

X

 

Aquí yacemos los dos que nos amábamos. Y eso nos niega.

Donde falta su pecho, mi mano perdida se deshace en hueso.

Famoso es el amor, los amantes anónimos.

Hermosos nos sentíamos. Besa, tú, como era nuestro beso.

 

XI

 

Porque mi ciudad lo exige, luché lejos y caí.

Decir yo no sabría

Lo que necesitó de mí, sólo que me necesitó.

Que sus muros sean libres,

Que se hable su lengua como yo la hablé.

Y que mueran los hombres para que ella no muera,

Como yo.

 

XIII

 

Hecho está el trabajo. El martillo descansa.

Los artesanos que hicieron lentamente a la ciudad,

por los que todavía construyen, han sido sustituidos.

Todo como algo que la falta de algo va tramando.

La intención de todo carece de sentido

Pero yace en el muro del tiempo como un jarro volcado.

 

Fernando Pessoa (Lisboa, Portugal)  Fue un poeta y escritor portugués, uno de los más brillantes e importantes de la literatura mundial y, en particular, de la lengua portuguesa.

 

Lázaro Álvarez (San Felipe, Venezuela) Profesor de Filosofía, de Literatura y de Lengua y Tradición Cultural en la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela.

 

 

 

 

 

 

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