viernes, 4 de agosto de 2023

Adrián Chaurán / Colaboración Poética

 

I

 

En la agonía del clavel

mis manos son breviarios,

sed, terrenal de toro,

mi cuerpo de fría lanza

se deshace de memorias.

 

Desnudo, con las venas sin bocas

para besar la tierra,

hierbas o el amor

como un filo de puñal sin curso.

 

II

 

Desde el sueño hasta mí

tu aliento trae espinas,

trae cobija de amapolas,

y huellas de mi tristeza;

es tu silueta azul

quebranto de mi cielo

 

se irá tu vestigio lejos,

lejos de mis recuerdos

 

Yo iré a la noche desnuda

muriéndome de anhelo.

 

III

 

Se extiende mi cuerpo

en el arrecife de tu boca,

aún hay primaveras que nacen con tus uvas

en los incendios

de tu débil aliento, en la espuma

de tu regazo, mía; ausente

en mi sed, en el hambre

de mis soledades. Y te he buscado

por cárceles de azufre,

en la figura del próximo adiós;

acompañado por la estéril queja,

y estas enredada en mi pecho,

desnuda, tersa, haz ido, adolorida,

por las hierbas golpeando mi rencor;

como huye las colinas y las cigarras de ti;

y mi sudor fue creciendo

por tus palmas; por lo profundo del lecho;

aquí en la yerma agonía

mi lumbre te pertenece, hasta la lluvia

que ha resbalado por nuestro silencio

y por mis pies,

por alacranes, hirsutos, de sequías,

de escondida esperanza, ven, abrázate

a mi sombra, a mi lucha, a mi muerte.

 

 

Adrián Chaurán, Venezuela, Lechería (Estado Anzoátegui) 17 de diciembre de 1999

 

 

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