Enamorado del silencio,
el poeta no tiene más remedio que hablar
Octavio Paz
Aquí, ahora, en mi país
a merced de la crueldad
este cielo eclipsado
este olvido de lo humano
una
inexactitud en el dolor
que nos aflige sin retorno.
Con la
muerte regresa el olor.
Trae
la noticia. La angustia.
Golpeo
fuerte con los nudillos de los dedos
toda
superficie que pueda contener una llama ardiente hincando los tuétanos
pero están alejados en ese más allá
delirantes, con la cabeza abierta.Llegó el hombre accionando la palabra guerra.
Náusea demencial.
La boca púrpura los nombra
y los condena.
Edda Armas
*****
Nuestros muertos
Que
no lleguemos a sentirlos ajenos,
como
si ocurrieran en otro país de nombre impreciso,
como
si no tuvieran que ver con nosotros.
Nuestros
muertos están cerca, nos pertenecen,
los
llevamos sobre la espalda, nos pesan sus huesos,
nos
punzan, nos duelen.
Nuestros
muertos cenan en nuestra mesa,
comparten
nuestro sofá y nuestro cansancio,
leen
en la cama nuestras novelas
y
se quedan dormidos a nuestro lado,
como
niños.
Y
es que son niños.
Nuestros
muertos
se
ponen nuestros zapatos,
y
salen al mismo tiempo que tú y yo,
en
la mañana, tan cansados,
tan
heridos y golpeados como nosotros.
Que
no lleguemos a olvidarlos. Son nuestros muertos.
Nos
los mataron en los caminos, como perros.
Y
después, después se burlaron de ellos.
No
son nuestros héroes,
son
nuestros muertos.
Nuestra
vergüenza,
nuestro
amor,
nuestro
odio.
Que
no lleguemos a sentir que se alejan,
que
se han ido a la muerte, que no se queden
en
simple oración de beatos.
Están
desnudos, tienen frío, dale sábanas,
y
luego llévalos contigo a la gran autopista
donde
pides el fin de las tiranías.
Son
tu sombra estos muertos,
y
no hay nada más vivo que una sombra.
Fedosy Santaella
*****
cuál es
la música que escuchan los verdugos
bailan
grotescos
sobre
la sangre derramada
ensayan
sus repugnantes pasos
no ven
los jóvenes cadáveres
ni el
río de lágrimas
ni las
huellas lacerando el asfalto
no
escuchan el gemido de las madres
huérfanas
en los umbrales
sus
rezos en la noche
las
agónicas velas sin destino
no
escuchan la letanía del hambre
qué
música apaga los llantos y los gritos
qué
música envuelve la pestilente danza
qué
alegría infame les hace mostrar la dentadura
nauseabundos
bufones de la muerte
un
abismal horror me embarga
de
dónde viene la música que bailan
Ana María Hurtado
*****
Me hablas de política internacional
mientras penetras mi cuerpo
eres un falso activista por la paz
tú a mí me destruyes
afuera un país se quiebra
yo me salvo en tu espalda
me tienta la sabiduría de la entrepierna
miles de personas queman Kiev
la plaza enorgullece los egos
yo te habito en la desnudez
País gigante
continente absurdo
hoy el coño nos ha llevado a un exceso de tristeza
repitiendo la historia de una raza lastimada
huimos de una crisis ajena a nosotros
yo te penetro para alcanzar mi nuevo hogar
aprieta mi sexo hasta escapar del país
esa noche televisamos La Primavera Árabe en tu cama
tratados de Paz nos quitan el sueño
mientras el Dólar aumenta y tu cuerpo enferma
mi Madre cansada nos ruega alivio fracasamos
en el intento de la cura del Cáncer
Facebook no cesa
ella descalza camina hacia cualquier frontera donde
el placer exista
fantasma te logro agarrar
me hice hombre de tanto buscarte para darme cuenta
que:
ya Papá y Mamá no existen
reproduzco en Youtube una manifestación en
Kiev
mis lágrimas carecen de Azúcar
cruzan el Atlántico en mis sueños
el Petróleo corre por tus venas
actualizas tu estado de Facebook
esperas comentarios de lastima
rezas a quienes no te escuchan
cegado ajeno fastidiado de la política me llamas a
tu pecho
y un rio se rebosa
los niqueles de mi cuerpo te sostienen
mientras un País entero Duerme
José Miguel
Navas
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La determinación no tiene edad, rostros infantiles junto a piernas
cansadas practican la danza de la muerte
el enemigo es una paradoja
un hermano disfrazado de verde
lluvia de gas
asesino
la vida pende de un hilo en esta extraña lotería que
canta libertad.
El sentido se esconde buscando argumentos
la muerte lo encuentra
uno a la vez
La sangre inunda la razón
lubrica el proceso pero ahoga el sentimiento
muta en maternales lagrimas
el país se extingue a pedazos
carente de justificación alguna
Inventario de epitafios infinitos
solo quedan sueños huérfanos
Ángel
Moreno Stopello
*****
Que conste
Aquí
no hay fallecidos.
Aquí
nadie se muere.
Las
piedras nos encuentran en los parques estériles.
Las
balas nos acuestan a dormir sin canciones.
Las
bombas nos dan cita en las cafeterías rotas.
El
hambre nos entretiene sin horario.
El
dolor nos confunde a fuerza de dolor.
Somos
asesinados en el aire caliente.
Somos
acribillados entre el agua y el sol.
Caemos
fulminados bajo el polvo mugriento de un duro atardecer.
Que
conste
Aquí
no hay fallecidos.
Aquí
nadie se muere.
María Dolores Ara
*****
Plan
Ya
muerto
me
cuesta construir la casa
ya
destruida
me es
difícil juntar a mi familia
ya
separada
me
cuesta sentarlos a la mesa
ya sin
comida
me
resulta incierto dejarlos satisfechos
ya sin
futuro
me
cuesta que me sigan creyendo
ya la
torturadora bota
me
vuelve a dejar sin dignidad
anunciaron la nueva fase del plan
aún
muerto me aniquila esta tragedia
aún sin
vida espíritus civiles siguen dando su aliento
Héctor Aníbal Caldera
*****
País
Manos atadas
Bocas entumecidas por el frío de
hospital
Ácido corre por el cuerpo
Queda
furia e impotencia
Queda
burocracia de balas y uniformes
No hay regreso
Tina
Oliveira
Fotografías tomadas de la web, las mismas están enmarcadas en las protestas llevadas a cabo por los venezolanos en el año 2017, en contra de las irregularidades del gobierno.
La Parada Poética, a través de sus diferentes redes sociales, y con el apoyo de varios poetas venezolanos se ha sumado a este sentir, teniendo como recurso de protesta la palabra.
La Parada Poética, a través de sus diferentes redes sociales, y con el apoyo de varios poetas venezolanos se ha sumado a este sentir, teniendo como recurso de protesta la palabra.
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