Poema de Thomas Spink
Estuve a punto de probar el bistec de
Thomas Spink
En la mesa, cuando trajeron su plato
Y él se había ido a fumar afuera un minuto
antes.
No era yo exactamente un invitado, solo
rumiaba
El hambre que siempre tienen los muertos.
Su esposa Laura esperaba que Thomas Spink
volviese
Con los pulmones orlados de alquitrán.
Unas glicinias caían como adorno sobre un
mantel
De burbujas azul celeste.
A esta pareja amiga la conocí en otro
tiempo.
(Para tener verdaderos amigos, uno debe
sentir
La amistad sincera y ofrecerla a otros)
Laura observaba el bistec de Thomas
Y yo recordé que mi esposa
También esperaba por mí en otro lado.
La gente cree que el tiempo pasa, cuando en
verdad
Siempre permanece allí
Y somos nosotros quienes lo atravesamos.
(Lo que ha sucedido una vez puede volver a
ocurrir)
Solo necesito una taza de café en mi vida,
dijo Thomas Spink
Cuando largaba una bocanada de humo.
Había salido a fumar para soltar el tedio,
la rutina.
Las mujeres son peces, le oí murmurar.
Peces que resisten, esperan y aman, también
murmuré.
Santos López Poeta, editor, gerente cultural y
periodista. Ha publicado 13 libros de poesía. Premio Municipal de Poesía de
Caracas en 1987 y en 2001.
La voz
hace su entrada
rompiendo el tacto de
los in-justos.
asume las distancias
rodeándonos
con la silueta de la garra.
Escuchamos,
nos arañan,
siempre ahí,
donde la queja es
inevitable.
Te visita el sueño
de siempre,
estremece,
pero lo tomas
de
frente
sofocándolo
para elevarte
del agua
y de su dolor.
Daniela Jaimes-Borges (1981) Magister Scientarium en
Estudios Literarios, escritora y dramaturga. Premio Municipal de Literatura
mención Dramaturgia (2011)
Sentados sobre hielo
Me subo a la muralla porque ya no veo la ciudad.
Piedras,
almenas oscuras, grandes portones espigan por el valle.
Así
estamos, cada uno en su celda, repleta de grumos la boca,
sentados
sobre hielo, mirando al vacío.
Samuel González-Seijas Caracas, 1971.
Es editor y poeta. Ha colaborado en medios impresos. Ha publicado Espesa marea (2015) y Salmos de la penuria (2018).
Volteo
a mirar la sombra que crece desde mis pies a ver si sigue allí en este nuevo
clima que me enfría los ánimos y zarandea, no hay épica en este trance, dejar
hacer hacia adentro mientras las calles se van mostrando, al fondo un atadito
de palabras se secan al sol en mi ventana, otras siguen escondidas, aplastadas
entre las hojas de algún libro, tanto ojo azorado, tanto pie adolorido, nadie
me entiende cabalmente, aquella aspiración de lengua ajena y ahora alcanzada
sirve de poco, todo mi penar, todo mi asombro se macera como un fruto seco
dentro de un frasco en la heladera, un sonido medular, un tono sistémico hace
las veces de casa, es una caricia breve en voz muy baja, también este texto se
resiste a salir a flote, en su latencia busca guarecer algo perdido, escribo
huyendo, no puede ser que con dolor sigamos.
Eleonora Requena Autora de los poemarios Sed (1998), Mandados
(2000), Es de día (2004), La Noche y sus
agüeros (2007), Ética del aire
(2008) y Nido de tordo (2015).
tan acá se vive
una mujer pinta su boca de
rojo
para resistir en la celda del
chipote
#soypicorojo allá
otra pica las pastillas
toma sus dosis en cuartos o
medias
para mantenerse en pie aquí
tan acá las palabras resistidas a la
pérdida
todo es política una quebra/dura
y escribo
todas las cosas pequeñas
las nuevas rutinas
que definen lo atroz
digo
la vida normal
María Antonieta Flores. Caracas,
1960. Poeta, ensayista, magister en literatura latinoamericana. Ha publicado 13
poemarios y un libro de ensayo. Aparece en más de 20 antologías. Premio de
Honor Naji Naaman’s Literary Prizes 2016.
Resistir
Dime soldado ¿a quién le debes
lealtad?
La sombra en la hora del espanto persigue
a los rostros que cubre el polvo blanco.
Quien padece espía el origen del miedo
la crueldad que le inflige su torturador.
Pero al resitir ¿cuál lugar es benigno,
cuál
el sostén promesa para la humanidad?
Quiero creer que no nos harán trizas. Que
superaremos este horror; las tantas
muertes.
Que las semillas de vida y razón florecerán
en jardines que tantas almas viejas
cultivan.
El aprendizaje al resistir afila la mente.
Sabiduría para quién pela capas a la
cebolla.
Ardemos el dolor propio como el ajeno:
convertidos en resilientes vértebras
andantes.
Flota, actúa, resiste. No te sueltes, caída
libre.
Los capullos afuera empujan otras flores.
Siémbralas. Dale nombres a la
rabia. Ejerce
ciudadanía. No calles. Resiste; forja
ideas.
Inquietos, encandilados entre heridas
seguiremos siendo pulsión de vida, sangre y
memoria, al despertar.
Caracas, octubre
2018.
Edda Armas. Escritora con 17 publicaciones
entre 1975 y 2017. Psicóloga social, gestora cultural, dirige Dcir Ediciones de
poesía. Presidió PEN Venezuela.
Entre las paletas de la espalda
me cercenaron las alas
el dolor es de magulladura vieja
sin sanar
acaricio las cicatrices
en un abrazo de nostalgia
hallo fuerza en la fe
de mi sobrevivencia
Kira Kariakin. Venezuela, 1966. Poeta y gestora
cultural. Ha publicado Nuevos Arbitrios (2011), y En medio del blanco (2014).
Escrito un 18 de
diciembre
Supongamos que un músculo se piense.
Supongamos que se sepa fibra, gelatina carnosa. Supongamos que de la sístole
acceda a la diástole. Supongamos que a veces se contraiga, dé pie a un respiro,
objete la blancura espectral del hueso más cercano. Supongámoslo matriz
momentánea de la risa o punta de lanza de la boca que busca otra boca.
Supongámosle también la desazón cosechada a lo largo de un latido, la
crispación última con que se tuerce para hallar de golpe su cara oculta…
Supongamos que –como un abrir y cerrar de puño– un corazón deje de pensarse.
Antonio López Ortega. Narrador, ensayista y editor.
La sombra inmóvil (2013) y La gran regresión (2017) son sus dos
últimos títulos de relatos y ensayos.
DESISTIR, RESISTIR
Subí al mediodía
para recaer en la
clavícula del año.
No sé si me oyen.
No sé si soy visible.
Hay días que coinciden
con un baile de piltrafas.
Días de una tristeza
noruega,
más bien veneciana,
con neblina y párpados
de trapecio.
Umbilicales días.
Carceleros días.
De impedir un basta, un
perdone usted,
de no ceder a la
ambición de los gusanos.
He vuelto al zarpazo
de los transcursos
inútiles.
Jacqueline Goldberg. Maracaibo, 1966. Doctora en Ciencias Sociales y
Licenciada en Letras. Autora de premiados libros de poesía, ficción, no ficción
y literatura infantil.
Emergencias
–Agua.
Camión cisterna del señor Iván V. Solo dólares en efectivo. 0416-753…
–Arroz
/ Harina de maíz. Yujeila (vecina de Mama Theo).
–Carne
a domicilio. Aviso pegado en el poste en la tercera avenida de Los Palos
Grandes.
–Dólares,
cambio de. Chicho (amigo de Vale).
–Marga.
–Películas.
Quemaditos Santa Bárbara. Mario y Elisa.
–Medicinas.
Cáritas de Venezuela.
–Pasaporte.
Profesor Ángel G. Recomendado por coronel Iscofra.
–Pediatra.
Dr. Saulo S. (a veces tiene vacunas).
–Perforación
de pozos. Ing. Arturo Batista.
–Recolección
de basura. Ramiro B. Solo transferencias a Panamá.
–Secuestro,
en caso de. Capitán Saúl Ipretto. Decir que lo llaman de parte de su tía Elda.
–Telefonía
fija. Técnico Roberto M. de Teléfonos de Venezuela. Dejar mensaje de texto. Cuenta
en Miami
–Televisión
por cable. César Vásquez. No llamar a TVGaláctica. Atiende por fuera.
–Transformador
de la esquina. Extensión 581 de Corpoelec. Decir que llamo de Floristería Sur.
Milagros Socorro. Narradora, periodista,
cronista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario