La
ola regresa
ha
dejado en la roca sus esquirlas
reposa,
se confunde
vuelve
a ser mar
olvida
el golpe
…
LO INSIGNIFICANTE
Eclipse,
superluna y equinoccio
pasaron
sin nosotros
somos
lo que va perdiendo su nombre
mientras
un vuelo se retrasa
y
en una ciudad
la
más triste del continente
una
mujer grita
y
revienta vasos contra las paredes
…
ELLA OLVIDÓ EL NOMBRE DEL PAÍS
QUE ATRAVIESA
la
luz entra por la ventana equivocada
y
la brújula no marca el norte hace un buen trecho
¿Y
qué si la luna corona la plaza un medio día?
¿si
llamas, burros y avestruces se sacian en el mismo
abrevadero?
Perdida
la orientación
todo
puerto es buen destino
…
LA DIFICULTAD NOS EMPARENTA
Estas
ganas de insistir
–vencidos–
en
prender el fuego después del aguacero
En
apilar leña
y
raspar la corteza con las uñas
esperando
encontrar en el corazón seco
el
origen del incendio
…
EL DETERIORO SE CONCENTRA EN LA
FALTA DE ENTUSIASMO
la
cortina convierte los rayos del sol
en
reflejos verdes y satinados
–una
falsa imagen del afuera–
pero
nosotros sabemos que este
es
otro día
del
que saldremos perdiendo
Lo
sabemos porque es tarde
Aunque
nadie se atreva a decirlo
siempre
es tarde
Ocurrió
mientras hablábamos
de
grandes cosas
que
–estábamos convencidos– no significaban nada
pero
creímos
dejamos
de esperar aviones
noticias
breves
correos con las palabras adecuadas
Algo frágil separa la idea del
resultado
la frustración del deseo
Se
hizo tarde
Todos
los vuelos llegaron a tiempo
dejando
expuesto el desequilibrio
la
distancia de nuestras pérdidas
…
[EL CUERPO, LA MURALLA]
Un
ojo expresa su resistencia y se cierra
en
la claridad del silencio
se
confunde el tecleo con la taquicardia
El
día es este atropello que pasa por el cuerpo
Por
la postergación
de
los alimentos y la fatiga
el
cuerpo puesto en medio
el
cuerpo
barrera
de contención
recibe
los embates de la palabra
de
las milimétricas negociaciones
para
que nada cambie
para
que se mantenga en el límite
la
realidad con su desgarro
…
CON LA LLUVIA NO PENETRAN OTRAS
AGUAS
Yo
amaría a esa mujer que deambula
por
un desierto de noches heladas
mientras
le llegan los rumores de algún puerto
pero
no rompen ellos su silencio
ni
suavizan los surcos
que
el dolor trazó en su cara
La
amaría porque no se doblega
porque
con la lluvia no penetran otras aguas
porque
su cuerpo se abre ahí
donde
a la primavera no le alcanza
…
Carolina Dávila
(Bogotá, Colombia). Es escritora y abogada feminista, magíster en Derechos
Humanos y Democratización y aspirante a mfa en Escritura Creativa. Ha sido
editora de Rio Grande Review y del Fanzine La Trenza. En el año 2010, ganó el
Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Cultura con el libro Como las
Catedrales publicado por la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, 2011);
Fundarte (Caracas, 2014). Poemas suyos hacen parte de las antologías Postal del
oleaje: poetas nacidos en los 80: Colombia-México (Monterrey: Universidad
Autónoma de Nuevo León; Bogotá: Editorial Con las Uñas, 2013), The Other Tiger:
Recent Poetry from Latin America (Wales: Seren Books, 2016), entre otras.
Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés, el italiano, el portugués
y el árabe.
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