Despedida a la inversa
Este es el suelo que pacientemente
imprimió
con hojas diferentes en el cemento
fresco
atenta a la silueta individual
Esta es la catedral de bejucos
erigida en la terraza
una por una las lianas traídas de las
márgenes de quebradas
aparejo preparando la zarpada
Esta es la enredadera africana
llamada Isabel la segunda
con que forcejeó para mantenerla a
raya sin talar
porque amaba la cotidiana ristra de
corolas blancas
la enredadera donde se refugiaban los
bichos
y hasta ayer anidaban tortolitas
Este es el pasamano de la escalera en
el que se sostuvo
la última vez que subió escalón por
escalón arrastrándose
diez días antes de tirar
definitivamente la toalla
Este es el jazmín de azahar que
perfuma las noches
y los rosales entre los cuales sus
cenizas
Esta es la casa que compró
centavo a centavo
y ahora abandono a la voracidad de
los tractores
…
Cuarentena
Noé en la lluvia en el monte Moisés
cargados de frutas volvieron doce
espías
de la tierra prometida
David pudo con Goliat
mi madre se eximió de la purificación
posparto no había necesidad
Jesús aguantó sus tentaciones
Elías atravesó el desierto
con un pan y una jarrita de agua para
ser
no como el huracán violento
no como el terremoto duro
ni como el fuego aterrador
sino brisa
Me regalaste la búsqueda
tú huracán tú
terremoto fuego
nunca brisa tú
otro me daría el encuentro
Vuelta al mar hundida verde niña de
nuevo
perfectamente coronada satisfecha
me encontré
librada de deseo
…
Penetración
El ruido forzó las paredes
temblaron cubiertos y porcelanas
el olor del asfalto ardiente
infiltró hasta la piel de la fruta
En una semana
las aceras relucieron nuevas
mis nervios
capitularon
…
Falsa
primavera
Antes la vi minúscula en el canto
flor entre acera y desatino
urbanizado
altísimo velaba el árbol
sus racimos blancos como bolas
adornaban pesebres
dijo
Alargué la mano para mi florero
tiré del ramo blanco nos llovió
tupido
era diciembre
…
La salvaje
Entra por la ventana
tantea el aire y repta
largos brazos verdes puntas sensibles
enloquecida cabellera de gorgona
alarga sus tentáculos
por las paredes
se retuerce sobre sí misma
detrás de los cuadros
enrollada en zarcillos anhelantes
Irrumpen lianas desbocadas crecen
hojas oscuras
se descuelgan ristras de corolas
blancas
cándidos anzuelos triunfantes
de profunda boca muda
Gotas de resina pegajosa cristalizan
en las tapicerías coloniales
llegan las filas de hormigas
nerviosas
zumban los enjambres polinizadores
la zarigüeya enseña sus dientes
puntiagudos
entre las hojas anida
Nuevas ramas sinuosas
empujan los cristales se enredan en
las persianas
exigen más territorio
con frenesí de pulpo vegetal
imponen su reino de insectos
La invasión se consiente
por la ofrenda floral cotidiana
…
Invasión del
extranjero
Llegó oloroso
a monedas de plata de eucalipto
con sus globos verde pálido
livianas traslúcidas linternas
japonesas
erizadas de inútiles pinchitos
vegetales testículos obscenos
Al reventar los zepelines
la sonrisa enigmática revela
un huso de seda apretada
con cien bellas durmientes
oscuras que maduran
se descuelgan en suavísimas cometas
arrastradas por la brisa
diminutos soldados
dispuestos a conquistar toda la tierra
…
Agenda
Fuera
los árboles se multiplican en fruto
las yemas dulces aumentan su
turgencia
en su tiempo estallarán los mangos
En la terraza cercada
a la hora en que las aves chillan
y las moscas aún duermen
broches negros enganchados
sobre las patas de la mesa
oigo un cuchicheo vegetal
traigo jirones pegados al cuerpo
apenas desvanecidos sueños
Sombra en la primera sombra del día
oficio el ritual de la mañana
bajo la arquitectura de bejucos
toco las hojas firmes quito una flor
ajada
compruebo el desarrollo de los brotes
Percibo el regocijo taciturno
adentro un roce una sonrisa
memoria botánica
los gestos se repiten
sin saberlo todo revive
…
Artes de
marinería
Esa vez fuimos orzando hacia el
naufragio
heridas por el trance de las
fundaciones
ajenas
desplomado el jardín
todo se vino abajo
las orquídeas al fondo del barranco
revueltas con esqueletos de felinos
testigos de tiempos mejores
todo es semilla
Mudamos los libros a estribor
para hacer contrapeso
nos arenamos con sosiego
cetáceo
…
Escarlata
Mi sangre luego del beso coge vuelo
en ligerísimas fragatas por el aire
zumban arriba el color de mis ojos
una tendencia dada en media gota
la habilidad para encontrar
donde no hay
Se acoplan en el aire algunos mueren
entre mis manos exactamente siempre
hay
el mismo número cargado
mi herencia por el mundo queda
inoculada en cualquier vecino
somos una gran familia
después de todo
…
Entierro sin
sardina
La carga es dolorosa suponemos
demasiado para llevarla a cuestas
tenemos hombros delicados
esa es la verdad
por eso el muerto debe ser ajeno
cada uno ignora sus pecados
cándidamente a gritos
los achaca al personaje
del otro lado de la raya
el otro yo
si me lo permiten
del doctor Merengue
…
Taima
Cinco puntas menudas me detienen
suspendo jornada tráfico cansancio
levanto la cabeza
el olor blanco de una flor
me muestra la luna
…
Velo de novia
Por la noche reventaron
encaje nupcial guirnalda
sobre las lianas leñosas
Con la ráfaga de viento llueven
apenas
torbellinos lentos
desordenados perfuman la noche
cinco pétalos minúsculos
En la mañana
ya mustias pasan el día entero
murmurando en los rincones
…
Metamorfosis
Tarde abrió
la dama de noche
—suaves espículas cuello de cisne
ruborizado mohín de beso arrebatado
aureola traslúcida anémona brillante
pluma azucarada enorme
colosalmente blanca
bien peinada—
Iluminada por dentro
sublima su narcótico amoroso
Mañana estará muerta
como un guante sin mano
…
Oración
Plegaria, plegaria, plegaria
origami
me piden que me pliegue
me doblo me inclino me quiebro
en varios dobleces como el papel
me corta cualquier tijera
y hasta un cuchillo de cartón
no le gano a la piedra
ni envolviéndola
más bien tropiezo una y otra vez
me doblo por las líneas punteadas
y se arma el papagayo
quiero cumplir
mi destino de cometa
…
Viaje a las
regiones equinocciales
Voy en busca de la raíz famosa
ésa que todo el mundo cuadra
para la exhibición tarde o temprano
con o sin nostalgia he de volver
al tul de bailarina que envolvía
las almendras intactas de la primera
comunión
su olor espiritual y dulce igual al
de la ermita
mi refugio mosquitero
Mi padre tiene un sobresalto y me
fustiga
si digo patria me toca recorrer el
laberinto
foramen magnum ovale Caracalla en
Roma
hace tres mil años que vemos pasar
gente
al César es lo que es
Epífitas encuentro mis raíces
crecen celestes hasta en los cables
junto a los zapatos viejos
Elisabetta
Balasso (Roma, Italia)
Bióloga de formación. Participa desde el año 2015 en el
taller Las ventanas más altas, dirigido por Igor Barreto. Su primer poemario,
Las Ruinas, sobre arte griego y civilizaciones pasadas, recibió el primer
premio en la VII Bienal Francisco Lazo Martí (Editorial Arte, 2000). En Dona
Maria und ihre Träume (publicado en alemán por Frederking und Thaler, 2006)
explora en prosa poética las duras vidas de los habitantes de los desiertos
venezolanos. Aparece en las antologías Campus Infrarrojo (Editorial Equinoccio,
2005), 102 Poetas Jamming (Oscar Todtmann editores, 2015) y Nubes (Editorial
Pre-Textos, 2019). Se suman proyectos poéticos que no tienen forma de libros:
intervenciones colectivas sobre un poema de Juan Sánchez Peláez (#palabraJSP,
2013); intervenciones urbanas sobre calles con nombre de árbol, con la poeta
Eleonora Requena (#arboreasituacionista, 2013-2017); intervenciones blandas en
un espacio histórico (Healing Poetry, Miami, 2018).
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